viernes, 17 de junio de 2011

''This life like dream ain't for me'', Capítulo 7.

Cuando despertó no recordaba haberse dormido.
 ¿Billie?  preguntó algo dormida, y él acudió enseguida.
 ¿Qué sucede?  inquirió disimulando la preocupación.
 ¿Qué no estábamos en la mesa?  preguntó confundida.
Él se sonrió.
 Te quedaste dormida y te acosté.  explicó.  Ah, y te arreglé la puerta.  añadió.
 Lamento lo de anoche.  musitó avergonzada.
 No tienes nada que lamentar, tonta.  dijo él y le acarició la mejilla.  Ahora levántate que está el desayuno.  agregó poniéndose de pie.
 No debiste molestarte.
 Si que debí, ahora, apresúrate que se enfría.
Concluyó y se paró direccionándose al pequeño comedor, mientras ella le dedicaba una adormilada sonrisa que él no pudo ver.
 Esto de hotel solo tiene el nombre.  dijo más como un pensamiento en voz alta, Billie Joe, quien estaba sirviendo el desayuno (comprado), apartó la vista del plato y le dedicó una mirada.
 Oye, estuve pensando sobre algo, pero no me animaba a decírtelo…  comentó una vez servido todo mientras se sentaba. Andrea lo miró pensativa, tratando de imaginar que sería pero sin lograrlo. Solo una idea surcó su mente, pero la apartó de inmediato, no quería ponerse nerviosa, además, no podía ser, debía ser otra cosa, porque ¿cómo Billie Joe podría decirle que la amaba cuando no la conocía prácticamente?, a veces le sorprendía la facilidad que tenía para imaginar cosas tan insólitas.
 ¿Qué cosa?  preguntó con su normal simpatía.
 Estaba pensando… ¿no quieres que te alquile algún departamento para ti?, si quieres uno pequeño mientras consigues empleo, y luego me lo devuelves, aunque preferiría que no me lo devuelvas…  comenzó a decir, sonriéndose al final.  Porque no sé, no me deja tranquilo que estés en este ‘‘hotel’’, que no sé porque le dicen así si es cualquier cosa menos un hotel.  continuó con un dejo de enojo o algo similar, cuando nombraba el alojamiento actual de ella.  También si quieres puedo ayudarte con eso del empleo, tengo muchos conocidos, solo debes decir que haces y veo que puedo hacer.  ofreció.  Tú sabes de música ¿verdad?, podría conseguirte algo en alguna tienda de música o no lo sé…  siguió, entusiasmado y Andrea rió.  ¿Qué?
 Estás más emocionado con todo esto que yo.  dijo con simpleza y una sonrisa.
Billie Joe se encogió de hombros y sonrió también.
 Bien… mira… yo puedo aceptarte ayuda para conseguir empleo, hasta si quieres… ayuda para ELEGIR el apartamento cuando tenga el dinero, pero más no, no podría…  contestó.
 Mmm…  dudó y luego suspiró.  Me es suficiente por ahora.  dijo al fin y Andrea volvió a sonreír.  Terminamos con esto y llamo para ver si necesitan a alguien.  añadió sonriente.
 Como quieras.  dijo ella luego de una risa y entonces cambiaron el tema.

 Adivina qué.  dijo Billie con una sonrisa de oreja a oreja ni bien Andrea salió de bañarse, como una hora después del desayuno.
 ¿Qué?  preguntó distraídamente mientras peinaba su rubio medio rojizo cabello.  Tengo ganas de teñirme.  comentó.
 ¿De qué color?
 Fucsia con rojo, o alguna cosa así…  contestó al mismo tiempo que examinaba unos mechones en el espejo, imaginando como le quedaría la tintura.  En fin, ¿qué ibas a decirme?  preguntó volviendo al tema y acercándose a donde estaba él.
 ¡Tienes empleo!  exclamó alegremente.
Andrea lo quedó mirando un momento, atónita.
 Có… ¿cómo dices?  inquirió sin salir de su sorpresa.
 Eso, puedes empezar cuando quieras, el café donde trabajaba mi madre necesitaba una camarera atractiva como tú y Mike, el actual dueño, no dudó ni un segundo cuando le dije que eras perfecta para el empleo.  explicó.
 ¿Me hablas en serio?  aún no caía.
 ¡Por supuesto que si, tonta!  dijo y río.
Andrea corrió el pequeño tramo que los separaba y lo abrazó con fuerza.
 ¡Gracias, gracias, gracias, gracias!, ¡muchas gracias!  comenzó a decir rápidamente mientras que Billie reía.
 De nada, debes agradecerle a Mike, no a mí.  dijo en un momento de ‘‘humildad’’
 Mike… ¿el bajista de tu banda?  inquirió ella, recordando las cosas que le había contado sobre él.
 Ese mismo.  asintió con una amplia sonrisa, siempre se le iluminaba el rostro cuando se trataba de su banda y sus dos mejores amigos, Mike y Tré.
 Al fin tendré el honor de conocerlo.  dijo en tono normal y luego estalló nuevamente.  ¡No puedo creerlo!, eres el mejor.  exclamó histéricamente y lo abrazó.
Billie no puedo evitar reír.
 De nada.  dijo entre pequeñas risas.  Ya… ponte seria.  soltó luego con simpatía.  debes dejarme ver que ropa tienes para cuando vayas a verlo mañana. Porque puedes empezar cuando estés lista, pero mañana vendrás conmigo a conocerlo.
 ¿En serio?
Billie rió.
 ¡Si, tonta!, ya deja de preguntar eso.  dijo de muy buen humor.
 Lo lamento.  se disculpó conteniendo la emoción y luego respiró hondo para calmarse.  Bueno, ¿dices que caeré bien a tu amigo?  inquirió con una sonrisa.
 Por supuesto que si.  contestó él con una sonrisa más amplia que ella, entonces Andrea sonrió aún más.  Bueno, ¿qué te pondrás mañana?  preguntó al fin.
Andrea dudó brevemente y caminó hacia su habitación, comenzó a revolver las dos valijas de ropa (su equipaje consistía en dos valijas de ropa con algunos cd’s y revistas de bandas entremezcladas y otra con cosas como cepillo de dientes, maquillaje, cámara fotográfica, cuadernos, productos para el cabello y piel que había comprado rápidamente antes de irse y algunas cosas más.)
 ¿Quieres ayudarme?  preguntó, no sabía que tipo de ropa llevar para caer bien a su próximo jefe.
 ¿A vestirte?  inquirió como respuesta, con falsa sorpresa.
Andrea rió.
 Te gustaría, pervertido.  bromeó.  Ya enserio, no sé que usar para ver a tu amigo.  añadió.
 Vamos de compras.  invitó.
Ella suspiró como con molestia.
 No tengo dinero, Billie.
 Vamos, como regalo de cumpleaños.  dijo sonriendo.
 ¡Pero si no es mi cumpleaños!  exclamó riendo.
 Bueno, como regalo de cumpleaños atrasado.  insistió con gracia.
Ella volvió a suspirar como con hartazgo
 Bien… ¡pero algo barato!, no me agrada que andes tirando dinero para mi.  aceptó y condicionó.
 ¡Pero si dinero es lo que me sobra!
 Deja de presumir  bromeó ella y Billie rió.
Luego de un momento de charla, Andrea decidió arreglarse y salieron a comprar.
Billie le hizo probarse un montón de cosas, e intentó comprarle varias, pero ella solo aceptó un conjunto, por lo que discretamente le pidió a las diferentes vendedoras de las distintas tiendas, que le reservaran las prendas para más tarde, y así hicieron. Su plan consistía en caer en su casa al otro día con la ropa nueva, entonces ella no podría negarse.

 Bien, vístete que en media hora debemos estar en la casa de Mike.  dijo a forma de saludo apenas ingresó.
 Estoy en eso.  contestó ella mientras le daba un beso en la mejilla.
Se encaminó a su pequeña habitación donde había dejado la ropa y se vistió.
‘‘Te ves hermosa’’ pensó al verla frente a él ya cambiada.
 Te queda muy bien.  dijo en cambio, con una sonrisa en su rostro.
 Gracias.  contestó de igual manera.
Salieron y Billie no pudo dejar de pensar en lo bien que se veía con el cabello recogido en un rodete desprolijo, con los rizos rubios medio rojizos saliéndose por todos lados, con sus hermosos ojos verdes delineados, con la remera negra escotada y la campera del mismo color, y menos aún como esos pantalones acentuaban las piernas largas y delgadas. Pero de repente recordó a Adrienne y tuvo que espantar sus pensamientos rápidamente, y con el recuerdo de su esposa, una mueca seria casi de molestia se pintó en su rostro sin siquiera notarlo.
 Oye, ¿dijiste que iremos a la casa?  inquirió al subir al auto, recordado las palabras de Billie al entrar a su ‘‘hogar’’.
 Claro, ¿dónde querías conocerlo?  inquirió de excelente humor.
 Pensé que nos veríamos en donde iba a trabajar.  musitó.
 Descuida, no pasará nada.  dijo al notarla insegura.
 Pero me sentiré incómoda, no lo conozco, y, no sé…  farfulló con algo de nervios.
 Oye.  dijo con seriedad y ella lo  miró.  Tranquila, él quiere conocerte, y su esposa estará encantada de verte también, si es que está en la casa. No te pongas nerviosa, en serio, Mike es tan tierno como yo.  dijo con seriedad y bromeando al final.
Andrea rió.
 Esta bien.  dijo sin saber que decir.
 ¿Es aquí?  preguntó Andrea luego de unos minutos, al ver que Billie se iba deteniendo frente a una gran y vistosa casa.
 Si.  dijo simplemente.  Hey, ¡Mike!  saludó alegremente al mismo tiempo que daba cerraba de un portazo la puerta del auto.
 Hola Billie.  saludó él también con entusiasmo, mientras que ella salía del auto.
 Ven.  llamó mientras caminaba hacia Andrea.
 Hola.  saludó Mike.  Andrea, ¿verdad?
 Si, hola.  respondió tímidamente y con una sonrisa.
 Pasen  invitó y comenzó a caminar hacia la entrada.
Billie se quedó un momento junto Andrea.
 No estés nerviosa.  susurró.
 Descuida, solo… soy algo tímida al principio. Es todo.  explicó y comenzaron a caminar detrás de Mike.
 Siéntate donde gustes.  invitó Mike, hablándole a Andrea, a Billie no necesitaba ni abrirle la puerta, eran tantos los años juntos y la confianza mutua que hasta tenían las llaves del otro en sus propios llaveros.
 Gracias.  Se limitó a asentir, con una sonrisa, mientras tomaba asiento junto a Billie.
Mike salió del living y volvió un momento más tarde con café y pastel.
 ¿Te gusta el café?, ¿o prefieres otra cosa?  preguntó mientras dejaba la bandeja en la mesita.
 No, así está bien, gracias.  contestó amablemente y con una gran sonrisa.
 Bueno, a ver…  dijo luego de un sorbo de café y se acomodó en su lugar, dejando la taza a un lado.  Andrea…
 Si.
 Dime, ¿cuántos años tienes?
 Veinticuatro.
 Y eres de…
 Argentina.  contestó con un dejo de nostalgia y orgullo en su voz. Amaba a su país y a veces lamentaba haberse ido así como así.
 Interesante…  soltó Mike asintiendo, en un tono de voz que hizo que Andrea y Billie se sonrieran con gracia.  Bueno y… ¿trabajaste de mesera o cocinera o algo así alguna vez?
Entonces ella hizo una mueca, gracias a la que no tuvo que responder con palabras.
 Bueno, siempre hay una primera vez para todo, ¿no es así?  repuso al ver su gesto, y Andrea volvió a sonreír, agradecida.
 Te diré algo…  dijo de repente.  todo esto me parece muy estúpido, no tengo idea de que preguntarte, solo… ven cuando estés lista para empezar.
 ¿En verdad?  preguntó emocionada.
 No la convencerás de que es enserio, está desde ayer preguntando eso.  intervino Billie y Mike rió, a la vez que Andrea se sonrosaba levemente.
 En verdad.  Asintió el bajista y ella se quedó en su lugar sonriendo.
 ¡Abrázalo!  exclamó Billie.  Sé que quieres hacerlo.  añadió con gracia y Mike volvió a reír, luego se paró y le hizo señas de que haga lo mismo, entonces Andrea se puso de pie también y le dio un abrazo.
 Muchas gracias.  agradeció.
 Gracias a ti, ya andaba necesitando una linda camarera nueva.  respondió sonriente.
Hablaron los tres un largo rato, Andrea ya se sentía en confianza con Mike para sacar cualquier (o casi cualquier) tema, y Mike presentía que se llevarían muy bien con el tiempo, pero a la vez tenía una leve corazonada, casi un pálpito, de que su amigo Billie no debía estar tan cerca de ella, no porque Andrea fuese a secuestrarlo y asesinarlo, o similar, no, era otra cosa, algo que no podía llegar a discernir…
 Entonces ¿empiezo mañana?  preguntó, o sugirió, ya cuando estaban por retirarse.
 No.  contestó Billie.
Mike y Andrea lo miraron extrañados.
 Necesitas mudarte, mañana vamos o vas a ver apartamentos y luego de mudarte, empiezas.  casi ordenó.
Ella suspiró.
 Sabes que no tengo demasiado dinero.
 Este mes te lo pago yo, luego pagas tú, o me lo devuelves, cómo gustes, pero en ese hotelucho de cuarta no puedes seguir viviendo.  dijo con mucha seriedad y Mike se vio casi obligado a intervenir.
 Él tiene razón, ese lugar es un desastre, un primo de un amigo vivió ahí un tiempo, un día entraron a robar y no se salvó nadie, los dejaron a todos sin nada. La policía sospecha de que los mismos dueños son quienes mandan a asaltar a sus huéspedes.  contó, poniéndose del lado del cantante.
 Listo, que no se diga más, mañana, a más tardar, pasado mañana, te vas de esa pocilga.  concluyó y Andrea lo quedó mirando con los ojos bien abiertos.
 No tienes opción.  añadió Mike, reforzando las palabras de su amigo.
Ella suspiró cansinamente.
 Pero ni se te ocurra querer regalarme tú el alquiler…  ‘‘amenazó’’, cediendo.
 Cómo gustes.  dijo Billie sonriente.
Charlaron un rato más y luego ambos se fueron, dejando a Mike solo en su casa, y con un creciente mal presentimiento respecto a su mejor amigo, ¿sería que lo conocía tanto que intuía las cosas que pasaban por la cabeza (y por qué no, corazón) de Billie incluso antes de que él mismo pueda darse cuenta?... quizás.

          ·          

No, no me olvidé de que tengo un blog con una fic en proceso :$, pero bueno, cierra de trimestres, peleas en casa, etcétera... y eso(?
Tengo una fic de unos capítulos de Billie de pequeño(?, en cuanto llegue a una parte que quiero tener escrita, los empiezo a subir regularmente... :)

Blog de fic de Andi :B [[ http://www.whydoyouwanther.blogspot.com/ ]]  :3

viernes, 3 de junio de 2011

''This life like dream ain't for me'', Capítulo 6.

Billie Joe ni bien llegó a su casa se encerró en su estudio, verla así a Andrea lo había dejado preocupado, ahora estaba en su casa, impaciente, aguardando por su llamado, mientras ella estaba en el roñoso hotel, sola.
No sabía bien por qué, pero sentía una incontrolable necesidad de ayudarla, de saber que la traía a California, que la había llevado a alejarse de sus amigos y familiares, de su casa y hogar, ¿acaso tenía hogar?, quizás ese era el problema, quizás su casa había dejado de ser su hogar, quizás había huido a California buscando su lugar en el mundo.
Los minutos se iban uno a uno y Billie Joe no paraba de pensar, de esperar.
Las horas pasaron, arrastrando con ellas un manto negro con destellos amarillos, cubriendo el cielo y llenando las calles de oscuridad. Era de noche y ella no había llamado.
 Las nueve, mierda.
No tuvo que pensarlo dos veces, invadido por los nervios y el temor, salió de su casa para el encuentro con ella.
Subió las escaleras y golpeó la puerta.
No hubo respuesta.
 ¿Andrea?  preguntó y siguió golpeando.  Andrea, ¡ábreme!, soy Billie Joe.  exclamó más fuerte luego.
Al seguir sin oír respuesta, se apresuró a derribar la precaria puerta, ¿por qué esa desesperación por saber como estaba una chica que apenas conocía?
Entró casi desperado a la habitación, recorrió el living-comedor con la vista, se asomó a la cocinita y ojeó el baño, finalmente entró a su pequeño cuarto.
El corazón casi se le paralizó al verla tirada en la cama con un brazo colgando, bañado en sangre y con la alfombra, las sábanas y ella misma, ensangrentados.
 Mierda  musitó y corrió el breve trecho que lo separaba de ella.  ¡Andrea!, ¿¡Andrea!?, ¡háblame!  comenzó a gritar con un desespero casi palpable.
Ella abrió los ojos lentamente, devolviéndole con la misma lentitud, el alma al cuerpo a Billie Joe.
 Qué… ¿Qué demonios?  preguntó aún algo dormida.
 ¿Qué mierda pasó?  inquirió él sin alejar del todo su desesperación y temor.
 Aguarda…  dijo, se incorporó lentamente y comenzó a refregarse los ojos, en un intento de despertarse.  Mierda.  musitó, había olvidado el pequeño detalle de los cortes.
Miró su brazo y luego giró su rostro hacia Billie, la expresión de él era del más puro de los temores, su rostro estaba blanco, más blanco aún que lo claro del ojo.
 ¿Qué mierda pasó?  volvió a preguntar, ahora sin esa desesperación casi tangible, sino con un profundo miedo y una gran curiosidad y un aún mayor deseo de poder ayudar.
 Verás…  comenzó a decir, ya sin rastro alguno de sueño.
Abrió la boca para continuar, pero al no poder hallar las palabras adecuadas, un nudo se formó en su garganta, devolviendo a su corazón a un estado de penuria, de necedad.
Se vio acorralada, no sabía que decir, o como hacerlo. Comenzó a marearse, sintiéndose desorientada, y dominada por sus impulsos, corrió al baño, cayó de rodillas junto al inodoro, unas náuseas le dieron vuelta el estómago con violencia, haciendo que se retuerza sobre el sucio retrete.
Billie Joe se quedó parado en la puerta, viéndola vomitar, sin saber que hacer, y cuando al fin las náuseas y los vómitos cesaron, él se acercó y la abrazó. Ella se aferró con fuerza, echándose a llorar.
 ¿Ya estás mejor?  preguntó un rato después de que los sollozos cesaran y que el leve tiriteo de su cuerpo se terminara.
Ella asintió con la cabeza.
 ¿Quieres darte un baño y luego hablamos?
Ella aún algo mareada, volvió a asentir.
Billie entonces la dejó sola, cuando oyó el ruido de la ducha, salió a ver que podía comprar para cenar (suponiendo que los vómitos eran por nervios, miedo, o lo que sea, menos una simple descompostura), para su fortuna, encontró un pequeño restaurante con comidas típicas de América del sur y no dudo ni dos segundos, entró.
 Disculpe, aquí tienen em… empadadas, no… ¿empadanas?.  preguntó pensativo, tratando de recordar el nombre.
El hombre quien lo atendía no pudo evitar reír con ganas.
 No, pero si quiere le puedo ofrecer unas deliciosas empanadas.  dijo y rió un poco más.
 Bueno, disculpe…
 ¿Cuántas?  inquirió aún con gracia.
 ¿Dos platos?  preguntó, no tenía idea como se pedían.
El hombre volvió a reír con más ganas aún.
 ¿Para cuantas personas son?  inquirió, sin poder borrar la sonrisa y tratando de no reír más.
 Dos.  respondió Billie con algo de vergüenza.
 Bueno, supongo que con una docena estará bien.
Billie Joe abrió los ojos desmesuradamente con sorpresa.
 ¿De qué las quiere?
 Uh…  soltó.  ¿De que mierda hay?  preguntó, ya harto de las dichosas empanadas.
El hombre soltó una risa más leve que las anteriores.
 Pollo, jamón y queso, humita, carne.
 ¿Humita?
 Es decir choclo…
 Em, déme de… las cuatro…  dijo dubitativo.
¿Cuál le gustaría a ella? O mejor… ¿cuál podría gustarle a él mismo?
 ¿Tienen servicio a domicilio?
 Claro.
 Bueno, llévelas a esta dirección.  dijo al mismo tiempo que anotaba en un papel.
Luego regresó al hotel, algo enojado y avergonzado por la escena en el restaurante y algo preocupado por la otra escena en el hotel.

Volvió justo a tiempo para ver a Andrea salir del baño envuelta en una toalla.
 Olvidé la ropa de nuevo.  dijo con un resoplido, pero de buen humor.
Billie rió.
 ¿Y qué pasó con la que tenías puesta antes de bañarte?  preguntó por preguntar algo.
 Veras…  dijo mientras, ya en el pequeño cubículo que hacia de cuarto, se ponía una remera.  Esa ducha es la reina de las porquerías, tira tanta…  se frenó un momento mientras caía en la maltrecha cama, luchando con su pantalón. Lanzó un suspiro.  tira tanta agua para todos lados que no sé como es que la toalla resistió seca.  finalizó ya saliendo hacia donde estaba Billie. Solo vestía una remera de la banda de quien había sido su mejor amigo antes del accidente…, un jean roto como solía usar, una muñequera bien puesta para ocultar todo, y nada más.
 ¿No tienes frío?  preguntó Billie luego de hacer un gesto de comprender la explicación.  Te vas a enfermar.
 Si la lluvia de noviembre no pudo conmigo, una remera manga corta tampoco podrá.  bromeó ella.
Él rió.
Y en ese momento, un hombre se paraba en la puerta ''abierta'', ‘‘tendré que repararle la entrada’’ pensó Billie Joe y luego recordó las empanadas.
 ¿Si?  preguntó Andrea.
 Buenas noches, ¿aquí pidieron una docena de empanadas?  Ella miró a Billie con sorpresa.
 Si.  dijo él sonriéndose por la mirada que Andrea le dedicaba.  ¿Cuánto es?
 Son…  dijo pasándole el paquete.  nada.  musitó atónito, Billie lo miró extrañado.  Para usted nada.  agregó. Billie rió.  ¿Me podría…?  preguntó extendiéndole un papel y una lapicera.
 Claro. Pero insisto… ¿cuánto es?  Contestó Billie.
 De verdad, no es nada…
 Por favor, no necesito el dinero, yo te firmo y tú me cobras, ¿qué dices?  ofreció y Andrea rió en silencio.
El repartidor suspiró y le cobró.
 Muchas gracias.  agradeció el chico con una amplia sonrisa que Billie le devolvió.
 Igualmente.

 ¿Qué compraste?  inquirió Andrea, curiosa, a pesar de ya haber oído que eran empanadas.
 No… no voy a volver a pronunciar el nombre.  fue su respuesta.  Ten.  agregó y le pasó las empanadas para que las sirviera.  Me dijo el hombre que con una docena o no sé cuantas estarían bien, así que no sé si es mucho…  contó con una mueca. Andrea rió.
 No me digas que…  dejó la frase al aire mientras abría el paquete.  ¿Compraste empanadas?  preguntó divertida imaginando como las habría comprado, después de oír sus comentarios parecía haber tenido problemas…
 Si y déjame decirte que no vuelvo a comprar una comida de tu país sin instrucciones claras y puntuales.  contestó él haciéndola reír de nuevo.
 Cómo desearía haber ido contigo.  dijo con gracia y volvió a reír, con más ganas.
 Si, muy graciosa.  contestó él, haciéndose el enfadado y le tiró un bollo de papel que había en la mesa.  ¿Comemos?, quiero saber qué tienen de especiales estas cosas.  añadió queriendo dejar de lado el tema ya.
 Claro.  fue toda la respuesta.
Dejó las empanadas en la mesa y fue a buscar vasos y gaseosa. Cuando volvió se encontró con Billie trabando la puerta con una silla.
 ¿Qué pasó con la puerta?  inquirió con curiosidad.
 Digamos que la próxima vez que me tengas que llamar o lo haces o me abres de inmediato.  explicó y Andrea rió  Luego la arreglo.  y ese comentario fue el que cerró la charla sobre la puerta.
Ambos se sentaron a la mesa.
 Creo que están muy calientes, córtale la punta y deja que se enfríe.  dijo y Billie recordando el incidente con el mate, obedeció.  ¡Pero un pedacito solo, eh!  advirtió con algo de gracia antes de que abriera la empanada a la mitad, (imaginándolo abriendo la empanada al medio).
 ¿Y esa remera?  preguntó luego de un rato.
Andrea sonrió amargamente.
 De la banda de mi mejor amigo.  musitó bajando la vista a su prenda.  Eran en verdad buenos.  agregó con una sonrisa llena de orgullo, pero con un dejo de tristeza en su voz.
 ¿Eran?, ¿qué sucedió?  inquirió él con curiosidad, mientras masticaba con ganas una empanada de jamón y queso.
 Falleció.  dijo simplemente, y sus ojos se llenaron de lágrimas.
Billie no supo que decir, eso lo tomó por sorpresa.
 Lo… lo sient…
 No, no importa, no sabías.  lo cortó ella con una sonrisa.
 ¿Quieres contarme qué pasó?  preguntó luego de un pequeño silencio.
Andrea suspiró con un sollozo queriendo salir.
 Habían conseguido un par de fechas para tocar en Santa Fe, una provincia bastante lejos de Buenos Aires, donde vivíamos.  comenzó a contar, trasladando su mente a aquella época, en la que tenía 19 y su amigo 20.  Él estaba tan feliz, se le notaba a kilómetros de distancia, su sueño era ser un gran músico.  continuó con los ojos llenos de lágrimas y con una sonrisa de oreja a oreja.  Amaba a Kurt Cobain, era fan de Nirvana prácticamente desde la cuna, hasta recordaba la noticia de cuando falleció y solo tenía ocho años. La tarde antes del segundo show íbamos hablando de la fecha anterior y de Nirvana, me decía que trataría de convencer a los amigos de tocar un cover, quería hacer ‘‘Smell like teens spirit’’, ‘‘In bloom’’, ‘‘All apologies’’, ''Silver'' o alguna del primer CD, y estaba muy entusiasmado con ello. Me había prometido tocar mi canción favorita de los ‘‘Guns and Roses’’, ‘‘Estranged’’, sus amigos habían aceptado enseguida porque les encantaba también. Pero nunca llegué a oírla.  Cortó un momento el relato y borró su sonrisa al pronunciar la última frase. Tomó aire, para darse fuerzas para continuar.  Justo cuando me contaba lo que había sentido en el escenario, un hombre se nos acercó, recuerdo sus palabras en el momento como si las estuviese diciendo ahora en mi oído. ‘‘No sabes lo que fue, Andrea, la energía de la gente, no puedo creerlo aún, fue lo mejor que viví en mi vida, y solo esas cien personas saltando y cantando como locas me sirvieron para estar seguro, esto es lo que quiero, mi vida es la música y ya no me caben dudas’’.  Billie sonrió apenas con esas palabras: sabía exactamente lo que eso se sentía. Andrea aspiró con fuerza, el sollozo volvía a luchar por escapársele, pero de soltarlo, ya no podría continuar.  Miré a un costado y venía el baterista caminando a como una cuadra. Volví a mirar adelante y un hombre corría hacia nosotros con paso algo torpe, estaba algo drogado, nos gritó que le demos todo, pero no teníamos nada, Marcos le dio su celular, todo gastado y roto, el primero que había comprado, no gastaba en cosas que no necesitaba, ahorraba todo para su carrera musical.  siguió y un destello de luz volvió a aparecer en sus ojos al recordar que su amigo guardaba hasta el último centavo para progresar.  Y el ladrón no se quedó conforme, comenzó a gritarle, y todo fue muy rápido, vi que el baterista se quedaba en la vereda de enfrente, duro, pálido. Y luego el otro hijo de puta golpeó a mi amigo, lo tiró al suelo y lo golpeó más. Me abalancé sobre él, gritándole que lo suelte, que no le haga nada, que por favor lo soltara, hasta llegué a gritarle que me pegue a mi, pero que lo suelte a él, pero me arrojó contra un poste de luz y volvió a golpear a Marcos, y no conforme, cuando se puso de pie le disparó en el brazo. Él dio un grito desgarrador y el ladrón desapareció.  siguió y su rostro estaba empapado en lágrimas, hipando cada momentos, debido al maldito sollozo que le trepaba por la garganta y le nublaba la voz. 
Billie la observaba con un nudo en la garganta y queriendo llorar, pero aguantándose, debía ser fuerte, ella lo necesitaba, ¿en verdad lo necesitaba? Pensó en un momento, pero dejó de lado la pregunta al instante, no era tiempo de filosofar.  Me tiré sobre él gritando desesperada, preguntándole inútilmente como estaba, cuando era más que claro: estaba mal, estaba muriendo. ‘‘Nunca olvides que te amo, siempre fuiste mi hermana, la persona más importante. No lo olvides, y debes saber que cumplí con lo que soñaba, no debes lamentar esto, ni llorar ni deprimirte, ¿si?’’ dijo, lentamente, agotando sus últimas fuerzas con cada sílaba. Y yo le dije que también lo amaba, que no me deje, que lo necesitaba conmigo y que nunca tendría otro amigo como él, que nunca querría a nadie como a él. Pero era inútil, ya sabía, estaba muriendo, me oyó, pero no habló, yo seguí diciéndole cuanto lo quería y necesitaba, diciéndole todas las cosas que nunca había podido decirle y las que si. En un momento unos pasos se acercaron desde atrás, era el baterista, dijo que había llamado a la ambulancia, pero yo solo asentí con la cabeza y continué hablándole a Marcos, hasta que la ambulancia llegó, lo subieron y yo fui con él, pero a mitad de camino musitó ‘‘dulce niña mía (sweet child o’ mine), te amo’’ y murió.  terminó y no aguantó más, se tomó la cabeza con ambas manos, vencida por el recuerdo, perder a su mejor amigo había sido como si le cortaran ambas piernas, y parte de su alma y corazón. Él era todo, sin él su vida no valía la pena, solo le quedaba su familia, que no eran nada Y sus amigos, que ni competían con él. Su novio, ya era su parte de su pasado hace más de tres semanas.
Billie no pronunció palabra, se acercó a ella y la abrazó y ella quien estaba comenzando a desear una navaja, se aferró a él con fuerza y lloró en su hombro un largo rato.
Se le hacía increíble, pero parecía que huir le estaba sirviendo, no había pasado ni una semana y ya tenía un amigo, en quien creía que podía confiar, un amigo en quien sostenerse cuando estuviese por caer, un amigo que se preocupaba por ella. Esa idea comenzó a ocuparle la cabeza y a alivianarle un poco el peso que sentía en su corazón, sabía que no sería suficiente con él, que nunca podría ser completamente feliz, porque nadie borraría el pasado que la atormentaba, pero estaba comenzando a soñar con qué todo iría mejor y hasta lo estaba creyendo.

         ·         

Bueno subo rápido porque estoy renegando con una imagen e.e, coso, después hago la mini segunda parte de wake up para quien la quiera(? y coso, Andrea, Andi(?, mandame un MP que sino me olvido de decirte(? xD (lo que me dijiste en el otro cap)