lunes, 30 de enero de 2012

This is a public service announcement. This is only a test.

Holi, vengo a notificar unos cambios de formato(?) en el blog. Cómo notarán, ahora no están al costado las fics, aparecen arriba :), pero dónde estaban antes dice ''Índice'', dónde también está la lista de fics publicadas en blogger y fotolog, y la de las futuras fics :) así qué... agasájense (?) ._.

Fics.

Blogger:
When it's time I (terminada)
Whatsername II (terminada)
One of my lies. (terminada)
Wake up. (terminada)
Whatsername (history of rage and love) (próximamente :B)
Alison (próximamente :B)
Haushinka (próximamente :B)

Fotolog:
When it's time I (reescrita)
Whatsername II (próximamente :B)
One of my lies. (próximamente :B)

viernes, 20 de enero de 2012

This is a public service announcement. This is only a test


Hola. Vengo a decir algo(?)
Ya sé que siempre me cuelgo cuando de responder comentarios se trata... pero quería decir que si se les ocurre preguntar o criticar (criticas constructivas, claro[?]), o algo... dejen algún link de blog o fotolog(?, para que pueda responderles xd, porque a veces pasa que me preguntan cuándo subo y cómo que no puedo responder en ningún lugar más que en la misma entrada, y si no vuelven a entrar para ver si contesté, ni se enteran xd, entonces... si quieren preguntar o algo, dejen link, por fa(? xd
Y nada, voy a tratar, de ahora en adelante, no colgarme más y responderles :), porque, es molesto gastarse en comentar para que no contesten, uno nunca sabe si realmente el comentario es leído o no y e.e -a mi por lo menos me pasa cuando comento en algún lado xd-, y nada, eso :3
(Igualmente, ustedes saben que siempre leo los comentarios :3)
Ah, y por las dudas, abajo de esto está el cap, por si alguna es colgada como yo y no lo nota xD
¿Sabían que hasta el cap 6 de la parte II van 13 capítulos y 72 páginas? ._. cada cap ocupa más de cuatro hojas xd, y bueno. Nada, eso, las amo y gracias por leer :3
This is a public service announcement
This is only a test

''The ballad of Wilhelm Fink'', Parte II. Capítulo 6.

Oye Addie, estaba pensando… ¿tu querías abrir una tienda de moda, cierto? Preguntó Billie. Se encontraban en la cama, ella de costado tratando de dormir, mientras que él, de cara al techo con ambas manos enlazadas sobre su pecho.
Ella se dio vuelta y lo miró con el ceño fruncido, sin entender.
Claro, ¿por qué? contestó incorporándose levemente.
No, es que pensaba… Mariel, hizo un buen trabajo aquí mientras no estuviste, y sabe sobre muchas cosas, además, tú quieres abrir una tienda, pero no puedes por los niños… y ella quiere estudiar, pero no tiene dinero…
Adrienne lo escuchaba atentamente sin decir nada, aunque suponiendo qué quería.

Al notar que su mujer no decía nada, Billie suspiró.
Podría quedarse en casa mientras tú ves locales para comprar, la redecoración, la ropa, el nombre… dijo al fin. Podrías realizar tu deseo, distraerte mientras hago música, y que los niños no queden solos. Sé que puedes hacer mucho de lo necesario en casa, y con los niños dando vueltas es imposible, más si se tiene que limpiar, cocinar… Podríamos luego ampliar el sótano para que junto al estudio tengas un estudio dónde trabajar tu lejos de distracciones… empezaba a entusiasmarse.
Mmm… creo que… Billie trataba de ocultar su impaciencia mientras su mujer deliberaba. Es una buena idea… expresó al fin.
Él sonrió.
Además… me cayó bien Mariel. dijo. Creo que haría linda pareja con Mike. agregó. Billie sintió huir la sangre de su rostro. ¿Qué opinas? inquirió.
No lo había pensado. admitió. Pero, es cierto. mintió con una sonrisa, ya recuperado de lo que sea que acababa de sentir. Bueno, mañana hablaré con ella y le diré que en cuánto empieces las planificaciones, estará re-contratada.
Si quieres, dile que me ayudará hasta que empiece y luego se hará cargo por completo… ofreció. No es que no quiera hacer las cosas, sino que para no echarla y re-contratarla. se explicó.
Billie volvió a sonreírse con un leve suspiro a modo de risa.
Es igual para mi. mintió. Si así te gusta, mañana le diré.
Buenas noches.
Dulces sueños.
Y ambos volvieron sus cabezas a sus almohadas.

Una hora más tarde, Billie despertó incómodo. Miró la hora: las cinco de la mañana.
Luego de un par de vueltas, una idea se coló en su mente y decidió que ya no podría dormir.
Se puso en pie y tras verificar que Addie estuviera realmente dormida, bajó, cerrando la puerta detrás de sí.
¿Mariel? inquirió en un susurro desde la puerta de su habitación. Mariel… ¿estás despierta?
¿Qué sucede? preguntó sorprendida y se sentó en la cama.
No podía dormir… dijo y se acercó a ella. Veo que tu igual, ¿o te desperté yo?
No, tampoco podía dormir. admitió. Es…
Raro. interrumpió al mismo tiempo que ella pronunciaba la palabra.
Mariel sonrió.
¿Está mal que me sea raro dormir con mi esposa? inquirió con media sonrisa.
Ella soltó una risa seca.
Eso creo…susurró mirándolo a los ojos. Te extrañé. añadió, ya perdida en su mirada.
Y yo a ti. dijo él y la besó.
Se acostaron y quedaron abrazados allí por un rato, hasta que Billie decidió que Adrienne podría despertar en cualquier momento y notar su ausencia.
Y ya solucioné todo. No tendrás que irte de aquí. contó con una sonrisa. Mañana volveré a verte. agregó y se marchó hacia su habitación, dónde su esposa, aún dormía.

Se hicieron las ocho treinta, y Adrienne despertó. Billie tenía demasiado sueño para comenzar ya su día, por lo que se quedó en la cama una hora más.
¿Ya levantada? inquirió la mujer al ver a Mariel buscar unas cosas en la alacena.
Ella volteó para ver de dónde venía su voz. Le dedicó una sonrisa antes de hablar.
Ya no tenía sueño, y ya que me quedé una noche de más, lo menos que podía hacer era prepararles el desayuno. se excusó.
Adrienne le dedicó también una sonrisa.
Eso… hablamos con Billie anoche… no tendrás que irte hoy. dijo, Mariel la miró con falsa extrañeza. Cuando se levante, hablaremos los tres de eso, pero a menos que no quieras seguir trabajando aquí, desarma tus maletas. agregó. Mariel sonrió.
Gracias.
No tienes por qué. dijo con una sonrisa. Mira, yo iré a darme una ducha.
Claro. asintió, luego pensó en algo: Oye… ¿quieres algo para desayunar o…?
Lo que estés haciendo estará bien. contestó con una amable sonrisa. Mariel asintió con la cabeza.
Adrienne se marchó hacia su habitación, dónde, tras tomar algo de ropa de una de las maletas, que aún no desarmaba y observar a su esposo dormir tranquilamente un momento, se fue a duchar, a eso de las nueve y diez. Decidió tomarse su tiempo. Extrañaba la comodidad de su hogar, y cuando salió del baño, Billie estaba levantado hace veinte minutos.
Miren a quién trajo la marea. bromeó Mariel al verlo. Los niños, que ya se encontraban desayunando, rieron.
¿Ustedes no deberían estar en el colegio ya?inquirió Billie mientras tomaba asiento.
No tenemos clases hoy. explicó Joey. Mañana tampoco. añadió.
Billie lo miró con curiosidad.
Desintoxificación. explicó Jake.
Mariel y Billie rieron de cómo se trabucó con la larga palabra.
Bien. ¿Entonces, cómo es que están levantados a esta hora? inquirió entonces. Mariel y él volvieron a reír levemente.
Los pequeños se encogieron de hombros.
A nosotros nos levantan.dijo Joey, arrancándoles una sonrisa divertida a los dos mayores.

Buen día. saludó Adrienne un momento después.
Buen día, mami. contestó Jake, mientras ella pasaba a su lado revolviéndole el cabello.
Buen día, má. dijo Joey, y su madre le acarició la mejilla.
¿Cómo dormiste? saludó Billie, mientras su mujer le alzaba un poco el rostro para besarlo.
Genial. respondió, radiante, y se sentó en el asiento que le seguía a él.
Mariel le sirvió unos waffles.
Gracias. dijo Adrienne.
De nada, la miel la tiene Billie. avisó ella y Billie puso la miel entre él y su mujer.
Me siento culpable sentándome a desayunar sin haber hecho nada. soltó Addie con risa.
Los niños quiénes se marchaban al living, no hicieron caso. Mariel y Billie se sonrieron.
Eso me recuerda… mencionó Billie. Tenemos que hablar, se señaló a él, Mariel y Adrienne. sobre algo. dijo. Y luego… se señaló a él y su mujer. debemos hablar de otro algo. ambas mujeres rieron levemente.
Tienes razón… asintió Adrienne. bien, al parecer… le dedicó una mirada risueña a su esposo. abriré la tienda de ropa que hace tanto ansío. contó. Entonces, quedas contratada por tiempo indefinido para ayudarme con la casa. Por ahora, será hasta ver si conseguimos un lugar, y mientras hacemos papeleo y eso. Si funciona el asunto y tenemos la tienda… será hasta que ésta ya no funcione. explicó.
Mariel sonrió.
¿En serio? inquirió
Por supuesto. respondió Billie. Y además, estaba pensando… en cuánto empieces la Universidad podríamos dejar de pagarte con dinero, y empezar a pagarte la cuota… total, cenas y eso con nosotros, y si Addie logra tener su tienda, podrías tomar de allí ropa cuando necesites. comentó. Mariel puso cara de disgusto, no convencida con la idea. No mires así. ordenó él. Lo que a nosotros nos importa, es tener alguien de confianza, podemos pagarte ese dinero y más aún, por eso no te preocupes. ¿No, Addie? miró a su mujer buscando apoyo y ella asintió.
Él tiene razón. Si lograste que los niños no enloquecieran, que la casa se mantuviera en orden y que Billie no terminara en el hospital con coma alcohólico… miró al nombrado, quién le dedicó una falsa mirada de enojo. eres la persona perfecta, y eres digna de nuestra confianza. Mientras tú puedas estudiar y trabajar, nosotros podemos ofrecerte ese, em… ‘‘sueldo’’. defendió la idea de su marido y él sonrió.
¿Lo ves?, no hay más que discutir, lo tomas o lo dejas. acotó Billie, y Mariel suspiró, tirando su cabeza hacia el techo, luego soltó una leve risa.
Bien… aceptó a su pesar, aunque sonriendo.
Entonces, solo me queda una charla por hoy. soltó él y ambas volvieron a reír. Sobre eso de la tienda. aclaró luego, más para Mariel que para Addie, quién ya suponía por dónde iba la cosa.
Charlaron un momento, y luego Billie se puso de pie camino a la ducha. Adrienne lo imitó casi de inmediato, solo que dirigiéndose al living, dónde sus hijos jugaban videojuegos.
Mariel luego de limpiar la cocina, subió a la habitación de los niños, ordenó las camas, amontonó en una pila en el pasillo la ropa sucia para lavar, puso en sus cajones ropa limpia que había sobre las camas, y acomodó unas cuantas cosas tiradas en el piso, luego salió y antes de tomar la ropa sucia para bajarla, Billie la interceptó.
Te dije que algo haría. dijo con una sonrisa, tomándola por la cintura y poniendo su rostro muy cerca del de ella.
Mariel no respondió, Billie comenzó a rozar sus labios en su mejilla, y a acariciar su espalda con sus manos.
Bajó hacia su oreja, manteniendo el suave roce… Mariel sentía su calida respiración chocándole en la piel, podía notar cómo se esforzaba por mantenerla regular…
Siguió bajando lentamente hasta llegar al cuello. Ella estaba paralizada, sus latidos parecían los de un roedor… se sentían como un zumbido en su pecho, y su respiración iba cada vez más desesperada. Él, notándolo, comenzó a besarle apenas con algo más que un roce, haciéndola estremecerse con cada pequeño beso.
En un momento un suspiro ahogado escapó de sus labios. Billie sonrió.
Basta… por… favor… pidió entre exhalaciones. ¿Quieres… qué… emp…? una larga exhalación interrumpió su voz. Adrienne puede… oir…nos… soltó en un intento desesperado por hacerlo detenerse. Ella se veía incapaz de hacerlo, y cada vez le costaba más reprimir los suspiros o exhalaciones que de a poco iban tomando forma de gemidos.
Él se alejó un poco y Mariel suspiró aliviada. De golpe, la tomó del rostro y le dio un breve y apasionado beso.
Ella quedó un momento perpleja. Parpadeó un par de veces antes de hablar.
Mierda… vas a acabar conmigo… dijo y rió. Billie también.
No. Tú vas a acabar conmigo. soltó él con una triste sonrisa. Luego le acarició la mejilla y avanzó derecho hacia la escalera, pasando junto a ella.
Mariel quedó otro momento clavada en su lugar, sin reacción, hasta que al fin logró ponerse en funcionamiento, recogió la ropa y bajó.
Billie Joe ya se encontraba en la sala de estar, con su familia, viendo a sus hijos y esposa charlar animadamente, dando la impresión de estar allí, escuchando, cuando en realidad, en su mente solo pasaba una cosa. Mariel. ¿Qué pasaba?, ¿no que solo era atracción física?... el tema lo preocupaba, en realidad no era eso lo que lo tenía preocupado. No podía preocuparse por su relación con Mariel, y eso era lo preocupante. Engañaba a su mujer y seguía poniendo en dudas los sentimientos hacia ella y su amante, y aún así no podía preocuparse por aquello. Su actitud de no-preocupación era lo que le preocupaba.
Mi mente da asco. pensó en referencia al enjambre de sentimientos y pensamientos en su interior.
¿Amor?
¿Eh?, ah… Addie, ¿qué pasa? inquirió, volviendo al mundo abruptamente desde algún lugar lejano de su mente.
Qué si quieres ir esta noche a cenar a alguna parte. repitió ella amablemente. ¿Pasa algo?
Eh, no, nada, me entretuve pensando, es todo. respondió. Y no estaba con muchas ganas de salir. ¿Y si mejor vamos mañana al cine los cuatro?
Mmm… me parece bien. dijo ella y tras sonreírle, continúo conversando con sus hijos.

El día transcurrió sin precedentes, y a la hora de cenar, Adrienne, aburrida de no hacer nada, decidió ayudar a Mariel, ésta, luego de unos cuantos ‘‘no hace falta, descansa’’, terminó por rendirse y cocinó con ella.
¿Por qué sigue Mariel? preguntó Joey en la cena. Adrienne y Billie lo reprendieron con la mirada, mientras la nombrada, se removió algo incómoda. No me malinterpreten. se defendió el niño. Digo porque mamá volvió, pensé que se quedaba mientras no esté ella. explicó. No me molesta que esté, me caes bien. agregó y sonrió. Mariel le devolvió la sonrisa.
Está aquí porque tu madre abrirá la tienda de ropa que siempre quiso, y entre eso y las tareas de la casa, no tendría tiempo de nada. Entonces con Mariel aquí, podrá pasar más tiempo con nosotros sin que la casa sea un asco. explicó Billie, más calmado ante la explicación de su hijo.
Ambos pequeños sonrieron, encantados con la idea de que Adrienne pudiese dedicarles mucho tiempo y de que Mariel no tuviera que irse y pudiera estar con ellos cuando su madre o su padre no.
Oh, Addie, mañana debemos ver lo de la tienda, así salgo a ver locales… recordó Billie.
Creo que para empezar, cualquier lugar mediano estará bien. Luego si tengo éxito, puedo mudarme a un lugar que se adapte a mis exigencias. dijo. Ve que esté en un lugar céntrico, que sea visto… con eso me alcanza para comenzar. añadió con una sonrisa. Billie asintió.
Si quieres, puedo ayudarte con la decoración, o el logo. se ofreció Mariel.
¿En serio? inquirió Adrienne.
Mariel se encogió de hombros y asintió.
Estudia arte. intervino Billie Joe. Canta mejor que yo. añadió.
Ella rió.
No mientas. Doy asco cantando. replicó.
Si claro. dijo Billie él, mordiéndose los labios y rió. Luego podemos dejar que Adrienne juzgue eso.
No.
Sería genial.
Dijeron al mismo tiempo. Mariel algo horrorizada ante la perspectiva de cantar, y Adrienne con una sonrisa.
Billie rió.
¡Pero si eres buena cantando! exclamó sin poder creer su reacción.
Claro que no.
Yo quiero oírte cantar.
Igual yo.
Dijeron los niños.
Mariel se golpeó con una mano la frente, estaba roja y miraba de reojo a Billie Joe. Lo odiaba en ese momento.
Canta algo, algo fácil, no sé, algo cómo Welcome to the Jungle… Sweet Child O’ Mine… bromeó Billie. Mariel rió. No, en serio, canta algo, algo sencillo, tú elige. La instó.
Mariel, tras ver las caras expectantes de todos, aspiró y suspiró profundamente, resignada, y entonces… There’s nothing you can do that can’t be done, nothing you can sing that can’t be sung, nothing you can say but you can learn how to plat the game. It’s easy.
» Nothing you can make that can’t be made. No one you can save that can’t be saved. Nothing you can do but you can learn how to be you in time. It’s easy...
» All you need is love... all you need is love... all you need is love, love. Love is all you need. cantó y saltó un fragmento de la canción: All together!... all you need is love. Everybody!... y los Armstrong rieron. Ok… con eso basta. dijo Mariel con risa y algo colorada.
Billie tiene razón. soltó Adrienne ceñuda y sonrió. ¡Cantas hermoso!
Mariel se sonrojó aún más.
No, no es cierto. farfulló.
Si, si es. refutaron los niños. Billie rió.
Te odio. le dijo Mariel y luego rió también.
Si quieres canto también. ofreció él. Ella soltó una risa irónica.
No tiene gracia, eres cantante en una banda mundialmente famosa. Se quejó ella.
¿Y?
Nada.
Ya, son peores que Jake y Joey. interrumpió Adrienne con risa.
Perdón, mami. bromearon ambos al mismo tiempo. Todos rieron.
Ah, y con respecto a lo otro… Si quieres, estaría encantada de recibir tu ayuda. Cuando tenga el local podemos armar algo. recordó Adrienne.
Mariel asintió con una sonrisa.
El primero en levantarse al acabar la cena, fue Jake, Joey le siguió. Más tarde, Billie y su mujer, se sentaron en le living a ver televisión mientras Mariel limpiaba la mesa y lavaba los platos.

Si quieres, puedes acostarte, yo me quedaré un rato en el estudio con una cerveza. ofreció Billie tras observar el descomunal bostezo de su esposa.
Ella sonrió.
Odio dejarte aquí. Pero el sueño me venció. Te amo. Saludó ella y lo besó en los labios.
Hasta dentro de un rato. dijo él.
Claro… ‘‘un rato’’. repitió ella y rió. Conocía a su esposo, sabía que subiría con ella dormida un par de horas más tarde… aunque, lo que esta vez no sabía, era que no sería el motivo de siempre el que lo retendría en el estudio…
Billie logró oír una puerta cerrarse en el piso de arriba justo al mismo tiempo que Mariel salía del baño de su pequeña habitación.
Hola. saludó abriendo la puerta. Ella se sobresaltó.
Mierda, Billie. soltó. Luego se miró, percatándose de que se encontraba solo con la parte baja de su ropa interior, y ruborizándose levemente.
¿Qué? inquirió sorprendido ante su reacción. Te he visto desnuda decenas de veces. recriminó. Ella se sonrojó más.
Perdón. dijo y rió.
Billie sonrió y avanzó hacia ella para besarla.
No te das una idea lo que extrañaba hacer eso. murmuró a centímetros de ella, viéndola directo a los ojos.
Ni tu de lo que yo extrañaba que hagas eso. respondió ella con una sonrisa.
Él sonrió y la aferró a su cuerpo, sin importarle que su cuerpo desnudo le empapaba el pecho y la ropa.
Te mojé… susurró en tono de disculpa.
Billie hizo una sonrisa perversa, su mente retorcida había encontrado un doble sentido al instante.
No puedes… No me digas que piensas lo que creo que piensas. Soltó sorprendida.
Él rió.
Mierda, me conoces demasiado creo. dijo y volvió a reír. Entonces volvió a abrazarla.
Bill… murmuró después de un rato de permanecer abrazados, sacándolo de su ensimismamiento. Se había hundido en un mar de pensamientos, mientras permanecía pegado a ella en un abrazo, acariciándole tiernamente la espalda.
¿Mmm? soltó demostrándole toda su atención.
Ella lo separó un poco  para verlo a los ojos.
¿Estás seguro de que es solo atracción física? inquirió tragando saliva. Él enmudeció un minuto. Todos los pensamientos que revoloteaban en su mente quedaron estáticos en un momento, paralizándose junto a él.
¿Qué había preguntado?... ‘‘Si’’ pensó. ‘‘di que si’’… pero por algún motivo que escapaba a su lógica y entendimiento, la palabra de dos letras no lograba resbalar por su lengua.
¿Qué demonios estaba pasándole?, ¿acaso la respuesta no era ‘‘si’’?
Volvió a tragar saliva. No podía responder, la palabra se rehusaba a abandonar sus labios. Una melodía atravesó su cabeza, la reconoció cómo Redundant. ‘‘Perfecto’’ pensó amargamente, ‘‘realmente perfecto’’.



        ·        

Holaaaa, volvió después de mucho y con capítulo (?), quería subirlo para el cumple de Andrea, pero no pude :c, perdón, en el próximo te dejo un regalo incluído(? xd
Cómo sea... como seguramente ya dije, tengo que dar bien ocho materias para entrar a la facultad, y nada, ya empecé a estudiar, por eso la tardanza.
Cómo habrán visto, en la semana subí un cap de When it's time, que como conté(? la estoy re-escribiendo y resubiendo a fotolog :3, para todo aquel que quiera leerla, está en mejor redacción que acá y nada, eso (? xd

Ahora em... se supone que esta historia data(? del 2001, cómo me caga la vida que Jake y Joey sean tan peques, yo quería que sea de la época de Nimrod o por ahí, pero si Jake está en jardín y Joey en primaria... :_ en fin, encima los agarré para la crisis creativa, por lo que se me complica la vida y se alarga un poco la segunda parte xD 
No quería escribir sobre la época de American Idiot, pero vistas las circunstancias, tendré que extender la historia hasta pasado el 2004, ya verán por qué(?), o capaz me invente algo referente a Shenanigans y a la mierda(? bue xd, ok, basta de rodeos ._. (siempre escribo mucho abajo... si subiera más seguido capaz no me extendería tanto acá xd)

Ando con ganas de ser mala :D (Me van a odiar si lo leen, les advierto para que sea su responsabilidad[?])

 Hola.  saludó con una leve sonrisa y acompañando el saludo con la mano.
Mariel levantó la cabeza extrañada y se encontró con él parado en la puerta de la celda, que volvía a cerrarse a su espalda.
 Estás aquí…  susurró decepcionada.


Súper adelanto de la tercera parte :$ *notese que no está en cursiva*, y eso es en los primeros capítulos de la parte III, faltan como mínimo, quince capítulos, y si sale todo como espero, falta bastante más que eso xD



Ok, ahora no jodo más :D (?

lunes, 16 de enero de 2012

When it's time. Capítulo doce parte dos: Night, Adrienne.

-Como no lo puedo poner todo en fotolog no sé por qué e.e, lo dejo acá.- 

 Hey ¡Addie!  exclamó al entrar al café del primo de Mike, Adrienne que se encontraba sentada volteó instantáneamente al reconocer aquella voz y al verlo a Billie Joe sonrió.
 ¡Bill!
 ¿Cómo te encuentras, hermosa?  preguntó él cuando la alcanzó, al mismo tiempo que le daba un tierno beso en la mejilla.
 Ahora que te veo, muy bien.  confesó con una sonrisa resplandeciente.
 No sabes cuanto me alegra escucharte decir eso  dijo Billie mientras la abrazaba.
 Y tu no sabes cuanto me alegra verte  contestó ella devolviéndole el abrazo.
 Acabo de acordarme de algo  soltó Adrienne pensativa mientras se separaba de él.
 ¿De qué?  preguntó curiosamente.
 Hoy unos amigos van a cantar, o actuar, o a no sé que  dijo riendo al final y revoleando su mano en círculos  en un pequeño teatro aquí cerca, si quieres podemos ir a verlos.  concluyó intentando no evidenciar las ganas que tenía de irse YA de ahí con él.
 Supongo que será divertido  sonrió él.
Ella le respondió con una sonrisa de alivio.
 Pero… espérame que les avise a los otros.
 Claro, si quieres puedes decirles que vengan, es su segunda función y no creo que vaya mucha gente  sugirió.
 Bueno, espérame un segundo  dijo él y luego se paró y fue hacía donde estaban sus amigos.

 ¿Qué pasó Romeo?, ¿se dio cuenta que eres un idiota y te echó?  preguntó Tré riendo.
 No, al contrario, quiere que la acompañe a una especie de obra de teatro aquí cerca, actúan unos amigos de ella ¿quieren venir?
Mike miró hacia el escenario, analizo un tanto a los cuatro chicos de unos trece años que acomodaban sus instrumentos en el pequeño escenario, luego miró nuevamente a su amigo y dijo:
 Creo que lamentablemente me voy a perder a la banda de la guardería, pero bueno, ya tendré otra oportunidad de verlos, quizás cuando empiecen la primaria...  luego se paró y sus amigos rieron.  ¿Qué ustedes quieren verlos intentando tocar?  preguntó bromeando haciéndose el incrédulo.
 ¡Por supuesto! Si a eso vinimos Mike.  exclamó Tré con voz de anciana rica. Sus tres amigos rieron y él se les unió.
Elizabeth no pudo evitar recordar que él y Billie habían iniciado tocando de pequeños en el café de Ollie…
 Ya vamos  exclamó Billie riendo y se dirigió a Adrienne y luego a la puerta a esperar a los otros.
 ¿De nuevo por aquí? Se ve que no pudiste olvidarme, bueno muñeca, yo tampoco pude  dijo Tré dirigiéndose a Adrienne con voz seductora y guiñándole un ojo. Ella rió al igual que Mike y Elizabeth, Billie por su parte volvía a mirarlo con odio, pero esta vez el baterista no lo miró.
 Lamento decirle esto caballero, pero no es por usted por quien volví  se disculpó Addie haciéndose rogar mientras le dirigía una mirada cómplice de enamorada a Billie y lo tomaba del brazo.
 ¿¿Me estas rechazando??  exclamó Tré haciéndose el que no podía creerlo ni soportarlo, esta vez hasta Billie rió.
 Lo siento amigo pero la dama ya ha hablado  sentenció el cantante haciéndose el ganador, nuevamente todos rieron.
 Bueno, ¿vamos?  instó Addie con una gentil sonrisa y los chicos asintieron con la cabeza. Luego de caminar unas cuadras, Billie y Adrienne delante abrazados y los otros tres detrás, llegaron al pequeño teatro e ingresaron. Los dos primeros se dirigieron hacia la primera fila, donde habían dos asientos juntos disponibles y un par más separados, Tré, Mike y Elizabeth se ubicaron más atrás, en una parte más alta donde veían perfectamente todo.

La obra era bastante aburrida, había comenzado un rato después de que ellos llegaran, era una mala versión de Hamblet o eso intentaba ser, luego de cómo cuarenta minutos los cinco se encontraban hablando de cualquier cosa, Billie y Adrienne se la pasaron hablando de ellos y expresándose tímidamente sus sentimientos, trataban de ser algo ‘‘reservados’’ y no hacer notar cuanto se querían ya que se habían conocido el día anterior.
Por otra parte, Mike, Tré y Elizabeth se la pasaron bromeando y riendo de las interpretaciones de los personajes, ella cada tanto miraba hacia Billie, el baterista, al notarlo lograba con algún chiste, distraerla, o quitarle la vista de encima, pero aunque dejaba de verlos y se uniera a la más reciente broma, no dejaba de pensar en él y Adrienne.

 Hoy a la tarde escribí una canción, me falta ponerle la música y eso pero igual me gustaría que la escuches  dijo Billie haciendo que parezca una canción cualquiera.
 A mí me gustaría escucharla  dijo ella sonriendo.
 Bueno.  respondió él con una sonrisa y se acercó un poco, no mucho, para que escuche mejor.
My mental stability reaches its bitter end,
and all my senses are coming unglued.
Is there any cure for this disease someone called love.
Not as long as there are girls like you.
Everthing she does questions my mental health,
it makes me lose control,
I wanna hurt myself.
If anyone can hear me slap some sense into me
But you turn your head and I end up talking to myself
Anxiety has got me strung out and frustrated
So I loose my head or I bang it up against the wall
Sometimes I wonder if I should be left alone
And lock myself up in a padded room
I'd sit and spew my guts out to the open air
No one wants to hear a drunken fool
I do not mind if this goes on
Cause now it seems I'm too far gone
I must admit I enjoy myself
80 please keep taking me away

Mientras iba avanzando en la canción, simultáneamente, se iba acercando más a ella, cuando al fin terminó, Adrienne estaba inmóvil y su labio inferior temblaba levemente de la emoción y Billie se encontraba muy cerca.
 Ochenta, por favor, llévame lejos  musitó en su oído, ella giró su rostro, lo tomó del mentón y él avanzó el centímetro que lo separaba de sus labios.

 Chicos, no me siento muy bien, me duele el estomago, creo que la cerveza esa me cayó mal.  alertó Elizabeth a sus dos amigos.
 ¿Qué?, ¿de verdad?, que raro, bueno, vamos a casa, avisémosle a Billie.  contestó Mike.
 ¿Para qué?, déjalo, esta con su chica, ni se debe acordar que vinimos  dijo con un gesto de simpleza, en verdad le había salido creíble.
 Es verdad, pero igualmente, le avisaré, vayan yendo que ya los alcanzo.
 Como quieras.
Mike avisó a su amigo y salió del teatro donde Tré y Elizabeth lo esperaban en silencio.
 Listo, ¿vamos?  informó Mike al alcanzarlos.
 Vamos.  asintió ella.
De inmediato, comenzaron a caminar hacia la casa donde se hospedaban.
 ¿Cómo te sientes?  inquirió el bajista mientras caminaban.
 No tan mal como esa obra…  bromeó Elizabeth, aunque con una nota de dolor mezclada en la voz. Su amigo sonrió.
 Menos mal, sería preocupante sino.  agregó Mike, ella rió con levedad.
Siguieron camino y Tré no habló en todo el trayecto y si lo hizo, solo fueron unos monosílabos, Elizabeth intercambió un par de palabras más con Mike, pero tampoco fueron demasiadas. Cuando al fin llegaron ella se dirigió al baño.
 Yo me iré a acostar.  avisó Mike. Tré asintió.
 Yo iré en un rato, quiero ver cómo está Liz primero.
 Claro.
Mike caminó hacia la habitación y Tré siguió el camino de su amiga.
Elizabeth cuando entró al baño se dejó caer en el suelo y comenzó a llorar en silencio, deseaba como hace mucho no lo hacía, tener una navaja en su mano, no soportaba la tensión, lo único que quería era quedarse ahí sentada cortándose y despertar al otro día tirada ahí mismo, o no hacerlo jamás, ese detalle, era igual. Sus pensamientos comenzaban a asustarla, sus brazos, por arriba de los codos, comenzaban a sangrar a causa de sus uñas; las apretaba muy fuertemente y ni siquiera lo notaba, el dolor de su interior era mayor al de unas uñas penetrando en su piel… permaneció de esa forma por un buen rato. Luego se paró y se lavó la cara, trató de calmarse, comenzó a hacerse viento con sus manos, entonces vio sus brazos, ¿qué diría Tré al verla?, no quería ni pensarlo, justo entonces se abrió la puerta. Ella dio un saltó girando hacia la entrada.
 ¡Me asustaste!, ¿qué no sabes que se golpea la puerta antes de entrar?  dijo Elizabeth recuperándose del susto.
 Si, lo sé, sé muchas cosas, ¿sabes?  contestó él.  Sé, por ejemplo, que el cielo es azul, sé que los pájaros cantan, que algunos árboles dan flores, sé que esta casa es del primo de Mike, sé podía pasar, por eso lo hice, sé que no nos volvimos porque te sentías mal, sé que entraste al baño a llorar, sé que Billie Joe besó a Adrienne, y sé que fue por eso que ahora estamos aquí y que ese es el motivo por el cual estoy explicándote todo lo que sé.  explicó muy seriamente, ella se tomó el brazo izquierdo, a la altura del codo con su mano derecha y agachó la cabeza, mientras comenzaba a llorar.
 ¿Y qué mierda son esas marcas Elizabeth?  exclamó abandonando la tranquilidad con la que se había expresado hasta el momento, se acercó rápidamente hacia ella, la tomó por los brazos y luego la abrazó muy fuertemente  Me prometiste que no ibas a hacer más estas cosas Elizabeth  dijo mientras la abrazaba y contenía unas lágrimas que querían escapar.
 No quise hacerlo, fue sin querer  contestó tratando de no llorar más.
Ninguno de los dos pudo ni quiso decir más, se quedaron ahí abrazados un largo rato y luego sin hablar se separaron y se fueron a dormir, ella estaba destrozada por la situación en general, pero verlo y escucharlo así a su mejor amigo por ella la había dejado aún peor, en verdad deseaba dormirse y no despertar más.

En ese mismo momento Billie y Adrienne la estaban pasando muy bien en el teatro, luego salieron y fueron a la casa de ella donde pasaron la noche, solo se besaron y durmieron abrazados, era muy pronto para ir más lejos, pero aún así no era ese el motivo por el cual no avanzaron aún más, disfrutaban cada beso, abrazo, cada momento juntos como si fuese el último, en verdad se querían, o estaban confundidos, encaprichados, lo que sea, pero lo que sentían era muy fuerte, y para mala suerte de Elizabeth, cada vez más.

viernes, 6 de enero de 2012

''The ballad of Wilhelm Fink'', Parte II. Capítulo 5.

Cuidate, ¿sí? se despidió Adrienne de su madre en el aeropuerto.
Sabes que lo haré. No te preocupes, mándales saludos a Jake y Joey de mi parte. Oh y por supuesto a Billie. respondió ella. Su esposo hizo un gesto de disgusto en el nombre ‘‘Billie’’, pero enseguida lo disimuló.
Desde luego. contestó con una sonrisa y luego la abrazó. Los quiero. dijo a ambos. Creo que mejor me voy que en un momento sale el avión.
Ve y vuelve pronto. saludó su padre. Adrienne le sonrió y partió.

***

Bueno. Te veo mañana. dijo y colgó. Había llamado a Jason para confirmar la reunión de despedida de Mariel, no quería hacerlo, le dolía aceptar que se iba y su mujer volvía, pero no entendía por qué.
¿Era Adrienne? preguntó de forma indiferente Mariel, mientras entraba a la cocina para terminar de ordenar todo.
No, Jason. Quería que hagamos una despedida mañana, y bueno, le dije que si, así que, supongo que te quedarás hasta la noche, ¿no? explicó él.
Debo irme de día. No puedo llegar a casa de noche. se excusó.
Quédate a dormir y sales mañana a la hora que te convenga. dijo con simpleza.
Ella suspiró.
Bien. respondió con voz áspera.
Billie lanzó un leve suspiro y salió.
Dio un par de vueltas por el living, hasta que tomó sus llaves y salió de la casa por una de esas largas caminatas que hacía cuando necesitaba pensar.

¿Sabes dónde está papá? preguntó Jake a Mariel.
¿No está en la sala de ensayos?
El niño negó.
¿Su habitación?
No…
¿Patio?
Ahah… soltó negando con la cabeza.
¿Su auto está?
Emm… dijo y se quedó callado. No me fijé.
Mariel sonrió.
A ver, vayamos. invitó y caminó hacíale garaje.
El auto estaba.
Mira.dijo y lo miró.Si no aparece para una o dos horas, llamamos a Mike, Tré, Jason o alguno de sus amigos, de seguro esté con ellos.
Jake lo pensó  un momento y luego asintió.
¿Podrías ayudarme tu con los carteles entonces?preguntó casi tímidamente.
Claro. contestó con una sonrisa. ¿Qué necesitas?
Papel  para terminar, que me digas como se escriben algunas cosas y colgar todo. enlistó.
Bien, buscaré las llaves e iremos a comprar lo que falta, ¿si?, avísale a Joey que vamos y si necesita algo que venga o te diga qué. indicó y Jake afirmó con la cabeza, luego corrió  por su hermano.

Hola, ¿Mike?
Si, ¿con quién hablo?
Mariel, ¿Billie está contigo?
Mmm, no lo veo hace días.
Mariel suspiró.
Gracias, si llega a ir, ¿podrías decirle que me llame?
Claro, ¿qué sucedió? inquirió con el ceño fruncido.
No está, hace horas que no lo encontramos y no salió en el auto, ni avisó nada. explicó con un suspiro.
No te preocupes, suele salir a caminar cuando necesita pensar, de allí salen la mayoría de sus canciones. contó con leve risa en la voz hacia el final.
Claro, pero Jake y Joey lo están esperando para armarle algo a Adrienne.
A veces es algo irresponsable… conociéndolo, definitivamente salió a caminar fumando unos cigarrillos. Lo más probable es que debas ayudar tú a los niños o que esperen a la mañana.
Eso creo… gracias, de igual manera, llamaré a Tré y a Jason, quizás sepan algo o lo crucen en algún lugar.
Bien, nos vemos.
Adiós.

Hola, ¿Tré?
No, soy la esposa, ¿quién lo busca?
Mariel, estoy trabajando para Billie…
Oh…, espera, ahora lo llamo, creo que estaba viendo una revista de baterías. Quiere una nueva. contó la mujer revoleando los ojos, Mariel se permitió una leve y corta sonrisa. ¡Frank!, ¡te buscan al teléfono! gritó tapando el tubo.
¿Quién? preguntó él yendo hacia ella con una revista enrollada en la mano.
Mariel, la niñera de los chicos de Billie.
Si, descuida. dijo él dando por entendido que sabía de quien hablaba. ¿Hola, Mariel? saludó tomando el teléfono.
Hola, Tré, llamaba para preguntar si estás con Billie, aunque creo que no. dijo blanqueando los ojos al final.
Tré sonrió.
No, no lo he visto, pero si llego a verlo, te llamo o algo.
Muchas gracias.
De nada. y colgaron.

Mariel soltó un resoplido. ¿Dónde mierda se había metido?
Miró el último teléfono de algún amigo conocido en la lista, y marcó.
¡Jason! soltó ni bien tomaron el teléfono del otro lado. Dime que estás con Billie ahora y te juro que te regalaré una guitarra autografiada por mi. agregó.
Jason rió suavemente.
No, no está aquí, ¿volvió con sus salidas sin previo aviso y de horas?
Eso parece. contestó con molestia. Si llegas a verlo o algo, por favor, dile que llame, o llama tú… Jake y Joey lo están esperando para una sorpresa para su esposa.
Le diré, igualmente, seguro vuelva en un par de horas. No lo esperen para cenar. advirtió.
Lo mismo dijo Mike. soltó un suspiro resignado. Bien, creo que solo resta esperarlo con el cuchillo. Y eso. dijo, Jason volvió a reír. Gracias.
De nada, nos vemos mañana.
Claro.

Miró un poco la agenda, encontró un par de teléfonos de familiares, pero pensó que si llamara para preguntar por él, pensaría cualquier cosa y se preocuparían por su ‘‘desaparición’’, entonces, cerró sin hacer más llamados; solo le restaba esperar.
Se hizo la hora de cenar y como le habían advertido, Billie Joe no llegaba.
Odio cuando compone canciones. Seguro esté pensando en una que escribir. Se quejó Joey con un suspiro mientras pinchaba con su tenedor las rodajas de salchicha, con su cabeza apoyada sobre el puño. ‘‘A Adrienne seguro no le gustaría que coma con el codo en la mesa y su cabeza echada sobre su mano’’ pensó Mariel, mas no dijo nada.
¿Por qué lo odias? inquirió.
Porque si… contestó resuelto en no dar detalles sobre lo que pensaba. Jake torció la boca, pero no habló. Mariel decidió no preguntar más sobre el tema.
Continuaron cenando hablando un poco de cualquier cosa, y cuando terminaron, Jake y Joey se acostaron. Mariel lo hizo un momento después.
‘‘¿Aún no llega?’’, se preguntaba mientras daba vueltas inquieta en la cama. Se encontraba en la habitación donde debía estar, y no en la de Billie Joe, como el resto de las noches.
Trató de dormirse a lo largo de una hora, pero cuando fueron las dos, decidió levantarse.
Revisó y Billie Joe no estaba por ningún lado. No había mensajes en el teléfono, ni notas de parte de él diciendo que llegó y se fue, nada.
Prendió la televisión, pero enseguida la apagó.
Fue a la cocina por un poco de agua, estaba nerviosa, histérica. No podía haber desaparecido, ¿qué haría si no volvía para cuando estaba Adrienne?
Respiró hondo y salió al patio a tomar aire. Se sentía sofocada.
Estaba parada afuera, con la espalda casi rozando la puerta cuando oyó una exhalación a un lado.
Se separó de la salida y vio una nube de humo salir detrás de dónde la pared doblaba.
Con que aquí estabas. dijo con un suspiro que denotaba cansancio y alivio.
Billie Joe se encontraba apoyado contra la pared casi junto a una ventana fumando un cigarrillo. En el piso ya reposaban frías las colillas de al menos otros 6.
¿A dónde fuiste?, bueno, no tienes por qué responder a eso, pero ¿por qué no dijiste nada?, estuve preocupada, y los niños también. Pensé que habías desaparecido, ya estaba pensando en qué le diría a Adrienne si no aparecías para cuando llegara. Jake y Joey querían tu ayuda para hacerle una sorpresa y… ¡Dios! suspiró.
Se tomó la cara con ambas manos, respiró hondo, y luego las posó en su cadera, manteniendo la mirada en el piso.
Lo siento. dijo.
Ella lo miró.
Un momento después, Billie aún co la mirada perdida en el fondo del jardín, sonrió levemente, con una de esas sonrisas nostálgicas.
¿Por qué sonríes? preguntó ella sin entender, y sintiéndose exasperada.
Recordé la primera vez que le hice esto a Adrienne. contó con una leve risa seca.
Mariel agachó la cabeza.
Billie suspiró.
Por eso es que salí. Hace tiempo no salía sin avisar y volvía tan tarde. soltó de repente. Ella volvió a mirarlo. Billie se sentó contra la pared. No sé qué hacer. No quiero que vuelva Adrienne. contó y la miró. Mariel. No quiero que te vayas. dijo con la vista sincera fija en ella.
Mariel volvió a agachar la cabeza y se tomó el rostro con ambas manos. No quería volver a tener esa charla, no quería seguir pensando en ese tema. Quería simplemente estar como una empleada normal el tiempo que le quedaba e irse sin mayores preocupaciones. Quería pensar lo menos posible en todo para ver si así el superar a Billie Joe se le hacía más sencillo.
No sé qué mierda sucede, pero prácticamente desde que te vi que hubo algo más, algo de lo que no me daba cuenta. No entiendo, pero se supone que amo a Adrienne… O sea, ¿la amo?, me acosté contigo este tiempo sin siquiera sentirme mal y ahora no quiero que regrese ni que te vayas, ¿es eso normal? Lo dudo. De todas las mujeres que besé en algún tour estando casado, nunca sentí nada, con ninguna. De todas las mujeres, empleadas, amigas, lo que sea, que tuve, ninguna me provocó ganas de abrazarla y darle un beso. ¿Por qué contigo es diferente?, ¿por qué cuando te veo no puedo pensar en otra cosa que no sea besarte, abrazarte, tenerte conmigo?, ni siquiera es que pienso únicamente en tenerte desnuda en mi cama, si fuera eso, sería menos preocupante, podría clasificarme como un simple pervertido y seguir mi vida. Pero no.recitó viéndola a los ojos mientras ella trataba de no liberar lágrimas.
Creo que será mejor para ti que me vaya mañana en la mañana. susurró ya pensando en irse hacia adentro. Te estoy ocasionando muchos problemas. ¿Para qué alargar esto?, solo sería peor para tu confusión mental, y para la mía. agregó y respiró haciendo ruido.
Mariel. dijo él cuando ella ya se daba la vuelta para entrar. Mariel, por favor espera. llamó. Ella no frenó. Mariel. repitió ya de pie y tomándola del brazo. No quiero que te vayas. dijo. Siento que si lo haces, moriré o no lo sé… pero, no… no te vayas… puedes estar para ayudar a Adrienne, puedo como paga, pagarte los estudios. Adrienne siempre quiso una línea de moda. Que abra un local y tú haces los quehaceres, no lo sé… pero… quédate… por favor… pidió.
Ella lo miró fijo a los ojos y soltó una lágrima.
No… no lo sé. musitó, ‘‘con qué cara quiere que lo mire besar a su mujer todas las mañanas’’, pensó.
Déjame hablarlo con ella… si acepta, puedes quedarte… al menos inténtalo, si no quieres, déjalo, pero inténtalo… sabes que no deberás hacer mucho y a cambio te pagaría los estudios y vivirías aquí… dudo que consigas una oferta que compita. insistió.
Mariel suspiró.
Bien, haz lo que quieras. dijo sin mucho ánimo.
Billie sonrió y la besó.

Eran las nueve de la mañana cuando el despertador sacó de su profundo sueño a Billie Joe. Había dormido solo porque no sabían a qué hora llegaba Adrienne, no podían arriesgarse tanto.
¿Ya estás despierto? gritó Mariel desde abajo.
Billie se pasó las manos por el rostro y luego lo sacudió como intentando despabilarse.
Creo. respondió.
Unos segundos después, Jake y Joey irrumpieron en la habitación gritando y con carteles en sus manos.
¡Ya vuelve mami!, ¡ya vuelve mami! exclamaban tirándose sobre él.
Billie rió.
Oigan, calma… ¿qué traen ahí? preguntó tomando los carteles. Oh… la bienvenida a mamá… dijo pensativo. Miren, déjenme darme una ducha y bajar a ayudarlos con la bienvenida, ¿si?
¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!
Él volvió a reír.
Luego de bañarse, bajó y antes de dirigirse junto con sus hijos al living, los esquivó y caminó hacia la cocina.
¿Cómo te encuentras? inquirió suavemente a Mariel. Ella estaba cocinando algo para el almuerzo.
Bien. Adrienne llamó mientras te bañabas, dice que llegará para almorzar. contó sin mostrar nada raro en la voz.
Billie suspiró.
Creo que mejor me pongo a ayudar a Jake y Joey o me matarán. pronunció.
Si… eso creo. admitió.
Y recuerda, mañana hablaré sobre lo que te dije con Adrienne. Si dice que no, alguna solución encontraré. No solo porque quiera tenerte cerca, sino también porque quiero ayudarte con tus estudios. dijo seriamente. Mariel volvió su vista a los tomates que iba cortando.
Bien.
Él volvió a suspirar y salió de la cocina.

Ya eran las once cuando la sala se encontraba llena de carteles para Adrienne.
‘‘Mami te extrañamos’’, ‘‘Te queremos’’, ‘‘No te vuelvas a ir’’, un par con dibujos de Jake, y otras con trabajos de Joey que relucían esplendorosas A+.
A mamá le gustará. afirmó Billie con una sonrisa, viendo cada cartel a su alrededor.

Ya está la mesa lista. informó Mariel a Billie cuando eran casi las doce. La comida está hecha, cuando llegue, deje sus cosas y estén listos, la caliento.
Bien. contestó él y miró hacia el comer desde la cocina. ¿Cuatro platos? preguntó y soltó un suspiro.
Vamos, seguramente quiera cenar con su familia, no tengo mucho que hacer entre ustedes. reprochó antes de que él dijera más.
No seas terca y ponte un plato.
Déjalo así. contestó zanjando la conversación.
Billie no dijo más, pero cuando llegara Adrienne, delante de ella hablaría. Su mujer opinaría cómo él en cuanto a tenerla en la mesa, claro que eso era porque no sabía nada de lo sucedido esa semana.

¡Papáaaaaaaaaaaaaaaaaaa!, ¡paró un taxi en la puerta! gritó Joey, Jake corrió a buscarlo.
¡Papá!, ¡llegó mamá! dijo saltando a su alrededor.
¿Si? preguntó y dirigió una brevísima mirada a Mariel. Quien miraba la televisión con un aspecto casi fúnebre. Bueno, déjame buscar las llaves. Siguió y se paró.
Luego de tomar las llaves se las pasó a Mariel y se quedó con sus hijos delante del sofá con un gran ramo de flores que habían comprado y una caja de bombones.
Bienvenida. saludó Mariel con una sonrisa a Adrienne en cuanto salió del auto con un bolso.
Ella sonrió.
Hola, ¿y Billie y los niños? contestó a modo de saludo.
Em, creo que se estaban cambiando. mintió. Déjame ayudarte con las valijas del baúl mientras entras con ese bolso. ofreció.
Es muy pesada, mejor que Billie la entre…
Descuida, ¿para algo me están pagando, no? la calmó con una sonrisa.
Adrienne revoleó los ojos.
Bien, como tú gustes.

¿Hola?, llegué ¿hay alguien? llamó mientras entraba a la casa. Levantó la vista pasando del breve pasillo que conducía al living, y los vio parados frente al sofá rodeados de carteles y no pudo evitar sonreír llena de emoción. Quiso decir algo pero no pudo.
Jake y Joey corrieron hacia ella con las flores y los bombones. Se los extendieron y Adrienne arrojó a un lado en bolso para tomar los obsequios de bienvenida.
Te extrañamos mucho, mucho. dijeron ambos niños mientras la abrazaban.
Yo también los extrañé muchísimo. respondió ella agachándose y abrazándolos.
Mariel apareció por detrás de ellos y miró a Billie, quién miraba emocionado la escena.
Él la miró un segundo, ella lo llamó.
Addie… casi susurro. Ella le dedicó una mirada y Billie le hizo un gesto indicando que ya volvía.
¿Me puedes ayudar con la maleta?, o la dejo aquí y luego de que saludes a Adrienne y todo eso la metes. Dijo. La valija se encontraba junto a la puerta ya.
Déjala aquí, luego la entro.
Bien.
Billie suspiró.
Creo que debo entrar. dijo con decepción y volvió a suspirar.
Ella asintió y él entró.
Mariel se quedó un momento afuera y luego pasó, justo en el momento en que Billie y Adrienne se besaban.
Volteó la cabeza al frente y caminó hasta la cocina.
Luego de un momento, Adrienne y Billie también ingresaron.
Cuando quieran, avísenme y pongo a calentar el almuerzo. Dijo Mariel.
Creo que ahora estaría bien. mencionó Adrienne con una cálida sonrisa.
Oh, y agrégate un plato a la mesa, ya te dije, no estamos en la antigüedad y no eres sirvienta, puedes comer con nosotros. añadió Billie.
Mariel suspiró.
No quiero interrumpir, no es necesario, en serio.
Vamos, no seas tímida, no vamos a hacer nada extraño, no molestas, al contrario, me agradaría que nos acompañes, no he podido hablar mucho contigo y por lo que sé, mantuviste limpia la casa y contentos a los niños. intervino Adrienne. Mariel volvió a suspirar.
Ya que insisten. soltó y la mujer sonrió.

Momento más tarde, los cinco se encontraban almorzando juntos.
Y bien, cuéntenme. ¿Qué hicieron de divertido mientras no estuve? inició la charla Adrienne.
No mucho… papá compró nuevos videojuegos.
¿Ah si?
Si. se metió Mariel. Y Billie se consagró como el peor jugador. Solo le faltó perder conmigo, pero no tuvo el honor de competir. agregó con gracia.
Adrienne rió.
¿Sigues sin poder ganarles? preguntó a su esposo.
Billie agachó la cabeza simulando vergüenza.
Es que ellos son tramposos. se defendió.
¡Mentira!, ¡tu eres un asco en los videojuegos! se quejaron sus hijos.
Los tres adultos rieron.

Momento más tarde, sonó el teléfono.
Voy yo. dijo Billie que ansiaba por despegarse de la mano que Adrienne posaba sobre su rodilla. ¿Hola? preguntó cuando ya tuvo el teléfono junto a su oído.
Hola, Bill… soy Tré…
Hola Tré, ¿cómo estás?
Todo bien, ¿ya llegó 80?
Si, aquí está.
Mándale un saludo… Bueno, te llamaba porque tuve un problema con mi mujer y bueno, seguramente vaya con ella y Frankito hoy.
La mandaré, y claro, no hay problema.
Nos vemos en la noche.
Adiós.
Y colgaron. Billie miró un momento el teléfono y se quedó como tildado allí. Esa noche era la ‘‘despedida’’ de Mariel… ¿En qué momento había sucedido todo aquello?, ¿cuándo fue el momento en que dejó de necesitar a su mujer para empezar a necesitar a su…¿amante?...?, realmente no lo sabía.
¿Quién era? inquirió Adrienne desde el comedor, sacándolo de su ensimismamiento.
Ehh… Tré… dijo como ido. Era Tré. repitió con decisión y volvió a la mesa. Te manda saludos.
Ella sonrió.
¿Qué quería? preguntó a la vez que llevaba el tenedor a su boca.
Avisar que esta noche quizás venga con su esposa y Frankito… contó y se quedó pensando un momento. Creo que no te dije… Jason quería organizar aquí una reunión de despedida a Mariel y le dije que si, ya sabes, ella trabajó cuidando a no sé quién de su familia, y como Mike y Tré llegaron a conocerla cuando vinieron… explicó. De paso es una reunión de bienvenida. razonó luego.
Intercambiaron unas cuantas palabras al respecto y luego Adrienne y Mariel levantaron la mesa, pese a los constantes ‘‘no es necesario, en serio’’, de Mariel.
El resto del día, Adrienne lo pasó acomodando sus pertenencias en la habitación y hablando con Jake y Joey sobre lo sucedido mientras no estaba.
Cuando al fin se hicieron las ocho, Jake y Joey cenaron y se quedaron esperando a Mike, Tré y Jason, que cenarían con Mariel, Billie y Adrienne, y preferían que no estén los chicos, porque sería una clásica reunión de amigos, cerveza, chistes, pizza y más chistes y comentarios que era mejor que los niños no escuchen.
Tengo sueño, ¿cuándo van a venir? preguntó Jake y justo, tocaron el timbre.
Parece que ya llegaron. dijo Adrienne y fue camino a abrir la puerta.
¡Addie! exclamó Tré, que venía solo con Mike. ¿Cómo estás?
Muy bien, ¿y tu?
Genial.
¡Mike!, no te había visto. ¿Qué tal?
Todo bien, Jason viene en camino, ¿tu?, ¿cómo estás?
Muy bien. Los niños ya querían matarlos.
Hola… saludó Jason cuando Adrienne estaba por cerrar la puerta.
Estuvieron un momento saludándose y hablando, hasta que Billie llegó con pizza y cerveza. Y Adrienne decidió que ya era muy tarde y envió a sus hijos a dormir.
Viniste solo al final. dijo viéndolo a Tré.
Si, se arrepintió cuando Frankito empezó a bostezar demasiado.
Billie sonrió.
Bueno, ¿comemos? preguntó yendo hacia el sótano. Solían juntarse allí porque preferían tocar y cantar en vez de ver la televisión, además de que tenía una heladera pequeña donde poner la cerveza junto a una mesa y cómodos asientos.
Todos lo siguieron y ya abajo, se acomodaron.
Billie se sentó en una punta y Adrienne se ubicó junto a él. Mariel trató de mantenerse lo más alejada posible. Junto a Adrienne, estaba Mike y junto a él, se ubicó ella. Luego Jason se sentó en el asiento siguiente, y Tré se arrojó entre él y Billie.
Estando allí, Mariel no pudo evitar recordar la noche que se quedaron los cuatro bebiendo. Se sintió algo mal al saber que no se repetiría, pero trató de no pensar en ello.

¿Estás bien? le preguntó Jason en un momento de la noche. Te noto rara, como ida…
¿Eh?, si, si, estoy bien. dijo ella y le sonrió, tratando de no prestar atención a los constantes besos que Adrienne robaba a Billie. Besos que él cortaba rápidamente, rogando que nadie notase la expresión de sofocamiento que le producían.
Nada de eso estaba bien, y lo sabía. Él no debía sentir rechazo por los besos de su mujer, y Mariel no debía sentirse mal al verlos besarse. Pero a pesar de que no debía suceder, sucedía y en esos momento, lo único que ella quería era alejarse para siempre de aquella casa, mientras que lo único que él tenía rondando su subconsciente, era tenerla durmiendo en la pieza de abajo, y poder hacerle visitas nocturnas, simplemente, para verla dormir. 


        ·        
Regalo de cumpleaños a Erika que según el face hoy cumple (R) jaja :B




La última parte está mala, lo sé, pero quería subir hoy si o si xD, y nada... voy a ponerme a escribir el que sigue ahora así puedo subirlo un poco más rápido que este, o al menos igual xd


Ayúdenme a elegir nombres para Mary Lu xd, soy malísima poniendo nombres a los personajes :$, y bueno, ya saben, pueden releer en fotolog When it's time -tengo que hacer la foto y subir el cap D:- y nada, eso, perdón que me cuelgo en contestar los comentarios D: 


Gracias por leer y nada... volvió Addie (?)