viernes, 6 de enero de 2012

''The ballad of Wilhelm Fink'', Parte II. Capítulo 5.

Cuidate, ¿sí? se despidió Adrienne de su madre en el aeropuerto.
Sabes que lo haré. No te preocupes, mándales saludos a Jake y Joey de mi parte. Oh y por supuesto a Billie. respondió ella. Su esposo hizo un gesto de disgusto en el nombre ‘‘Billie’’, pero enseguida lo disimuló.
Desde luego. contestó con una sonrisa y luego la abrazó. Los quiero. dijo a ambos. Creo que mejor me voy que en un momento sale el avión.
Ve y vuelve pronto. saludó su padre. Adrienne le sonrió y partió.

***

Bueno. Te veo mañana. dijo y colgó. Había llamado a Jason para confirmar la reunión de despedida de Mariel, no quería hacerlo, le dolía aceptar que se iba y su mujer volvía, pero no entendía por qué.
¿Era Adrienne? preguntó de forma indiferente Mariel, mientras entraba a la cocina para terminar de ordenar todo.
No, Jason. Quería que hagamos una despedida mañana, y bueno, le dije que si, así que, supongo que te quedarás hasta la noche, ¿no? explicó él.
Debo irme de día. No puedo llegar a casa de noche. se excusó.
Quédate a dormir y sales mañana a la hora que te convenga. dijo con simpleza.
Ella suspiró.
Bien. respondió con voz áspera.
Billie lanzó un leve suspiro y salió.
Dio un par de vueltas por el living, hasta que tomó sus llaves y salió de la casa por una de esas largas caminatas que hacía cuando necesitaba pensar.

¿Sabes dónde está papá? preguntó Jake a Mariel.
¿No está en la sala de ensayos?
El niño negó.
¿Su habitación?
No…
¿Patio?
Ahah… soltó negando con la cabeza.
¿Su auto está?
Emm… dijo y se quedó callado. No me fijé.
Mariel sonrió.
A ver, vayamos. invitó y caminó hacíale garaje.
El auto estaba.
Mira.dijo y lo miró.Si no aparece para una o dos horas, llamamos a Mike, Tré, Jason o alguno de sus amigos, de seguro esté con ellos.
Jake lo pensó  un momento y luego asintió.
¿Podrías ayudarme tu con los carteles entonces?preguntó casi tímidamente.
Claro. contestó con una sonrisa. ¿Qué necesitas?
Papel  para terminar, que me digas como se escriben algunas cosas y colgar todo. enlistó.
Bien, buscaré las llaves e iremos a comprar lo que falta, ¿si?, avísale a Joey que vamos y si necesita algo que venga o te diga qué. indicó y Jake afirmó con la cabeza, luego corrió  por su hermano.

Hola, ¿Mike?
Si, ¿con quién hablo?
Mariel, ¿Billie está contigo?
Mmm, no lo veo hace días.
Mariel suspiró.
Gracias, si llega a ir, ¿podrías decirle que me llame?
Claro, ¿qué sucedió? inquirió con el ceño fruncido.
No está, hace horas que no lo encontramos y no salió en el auto, ni avisó nada. explicó con un suspiro.
No te preocupes, suele salir a caminar cuando necesita pensar, de allí salen la mayoría de sus canciones. contó con leve risa en la voz hacia el final.
Claro, pero Jake y Joey lo están esperando para armarle algo a Adrienne.
A veces es algo irresponsable… conociéndolo, definitivamente salió a caminar fumando unos cigarrillos. Lo más probable es que debas ayudar tú a los niños o que esperen a la mañana.
Eso creo… gracias, de igual manera, llamaré a Tré y a Jason, quizás sepan algo o lo crucen en algún lugar.
Bien, nos vemos.
Adiós.

Hola, ¿Tré?
No, soy la esposa, ¿quién lo busca?
Mariel, estoy trabajando para Billie…
Oh…, espera, ahora lo llamo, creo que estaba viendo una revista de baterías. Quiere una nueva. contó la mujer revoleando los ojos, Mariel se permitió una leve y corta sonrisa. ¡Frank!, ¡te buscan al teléfono! gritó tapando el tubo.
¿Quién? preguntó él yendo hacia ella con una revista enrollada en la mano.
Mariel, la niñera de los chicos de Billie.
Si, descuida. dijo él dando por entendido que sabía de quien hablaba. ¿Hola, Mariel? saludó tomando el teléfono.
Hola, Tré, llamaba para preguntar si estás con Billie, aunque creo que no. dijo blanqueando los ojos al final.
Tré sonrió.
No, no lo he visto, pero si llego a verlo, te llamo o algo.
Muchas gracias.
De nada. y colgaron.

Mariel soltó un resoplido. ¿Dónde mierda se había metido?
Miró el último teléfono de algún amigo conocido en la lista, y marcó.
¡Jason! soltó ni bien tomaron el teléfono del otro lado. Dime que estás con Billie ahora y te juro que te regalaré una guitarra autografiada por mi. agregó.
Jason rió suavemente.
No, no está aquí, ¿volvió con sus salidas sin previo aviso y de horas?
Eso parece. contestó con molestia. Si llegas a verlo o algo, por favor, dile que llame, o llama tú… Jake y Joey lo están esperando para una sorpresa para su esposa.
Le diré, igualmente, seguro vuelva en un par de horas. No lo esperen para cenar. advirtió.
Lo mismo dijo Mike. soltó un suspiro resignado. Bien, creo que solo resta esperarlo con el cuchillo. Y eso. dijo, Jason volvió a reír. Gracias.
De nada, nos vemos mañana.
Claro.

Miró un poco la agenda, encontró un par de teléfonos de familiares, pero pensó que si llamara para preguntar por él, pensaría cualquier cosa y se preocuparían por su ‘‘desaparición’’, entonces, cerró sin hacer más llamados; solo le restaba esperar.
Se hizo la hora de cenar y como le habían advertido, Billie Joe no llegaba.
Odio cuando compone canciones. Seguro esté pensando en una que escribir. Se quejó Joey con un suspiro mientras pinchaba con su tenedor las rodajas de salchicha, con su cabeza apoyada sobre el puño. ‘‘A Adrienne seguro no le gustaría que coma con el codo en la mesa y su cabeza echada sobre su mano’’ pensó Mariel, mas no dijo nada.
¿Por qué lo odias? inquirió.
Porque si… contestó resuelto en no dar detalles sobre lo que pensaba. Jake torció la boca, pero no habló. Mariel decidió no preguntar más sobre el tema.
Continuaron cenando hablando un poco de cualquier cosa, y cuando terminaron, Jake y Joey se acostaron. Mariel lo hizo un momento después.
‘‘¿Aún no llega?’’, se preguntaba mientras daba vueltas inquieta en la cama. Se encontraba en la habitación donde debía estar, y no en la de Billie Joe, como el resto de las noches.
Trató de dormirse a lo largo de una hora, pero cuando fueron las dos, decidió levantarse.
Revisó y Billie Joe no estaba por ningún lado. No había mensajes en el teléfono, ni notas de parte de él diciendo que llegó y se fue, nada.
Prendió la televisión, pero enseguida la apagó.
Fue a la cocina por un poco de agua, estaba nerviosa, histérica. No podía haber desaparecido, ¿qué haría si no volvía para cuando estaba Adrienne?
Respiró hondo y salió al patio a tomar aire. Se sentía sofocada.
Estaba parada afuera, con la espalda casi rozando la puerta cuando oyó una exhalación a un lado.
Se separó de la salida y vio una nube de humo salir detrás de dónde la pared doblaba.
Con que aquí estabas. dijo con un suspiro que denotaba cansancio y alivio.
Billie Joe se encontraba apoyado contra la pared casi junto a una ventana fumando un cigarrillo. En el piso ya reposaban frías las colillas de al menos otros 6.
¿A dónde fuiste?, bueno, no tienes por qué responder a eso, pero ¿por qué no dijiste nada?, estuve preocupada, y los niños también. Pensé que habías desaparecido, ya estaba pensando en qué le diría a Adrienne si no aparecías para cuando llegara. Jake y Joey querían tu ayuda para hacerle una sorpresa y… ¡Dios! suspiró.
Se tomó la cara con ambas manos, respiró hondo, y luego las posó en su cadera, manteniendo la mirada en el piso.
Lo siento. dijo.
Ella lo miró.
Un momento después, Billie aún co la mirada perdida en el fondo del jardín, sonrió levemente, con una de esas sonrisas nostálgicas.
¿Por qué sonríes? preguntó ella sin entender, y sintiéndose exasperada.
Recordé la primera vez que le hice esto a Adrienne. contó con una leve risa seca.
Mariel agachó la cabeza.
Billie suspiró.
Por eso es que salí. Hace tiempo no salía sin avisar y volvía tan tarde. soltó de repente. Ella volvió a mirarlo. Billie se sentó contra la pared. No sé qué hacer. No quiero que vuelva Adrienne. contó y la miró. Mariel. No quiero que te vayas. dijo con la vista sincera fija en ella.
Mariel volvió a agachar la cabeza y se tomó el rostro con ambas manos. No quería volver a tener esa charla, no quería seguir pensando en ese tema. Quería simplemente estar como una empleada normal el tiempo que le quedaba e irse sin mayores preocupaciones. Quería pensar lo menos posible en todo para ver si así el superar a Billie Joe se le hacía más sencillo.
No sé qué mierda sucede, pero prácticamente desde que te vi que hubo algo más, algo de lo que no me daba cuenta. No entiendo, pero se supone que amo a Adrienne… O sea, ¿la amo?, me acosté contigo este tiempo sin siquiera sentirme mal y ahora no quiero que regrese ni que te vayas, ¿es eso normal? Lo dudo. De todas las mujeres que besé en algún tour estando casado, nunca sentí nada, con ninguna. De todas las mujeres, empleadas, amigas, lo que sea, que tuve, ninguna me provocó ganas de abrazarla y darle un beso. ¿Por qué contigo es diferente?, ¿por qué cuando te veo no puedo pensar en otra cosa que no sea besarte, abrazarte, tenerte conmigo?, ni siquiera es que pienso únicamente en tenerte desnuda en mi cama, si fuera eso, sería menos preocupante, podría clasificarme como un simple pervertido y seguir mi vida. Pero no.recitó viéndola a los ojos mientras ella trataba de no liberar lágrimas.
Creo que será mejor para ti que me vaya mañana en la mañana. susurró ya pensando en irse hacia adentro. Te estoy ocasionando muchos problemas. ¿Para qué alargar esto?, solo sería peor para tu confusión mental, y para la mía. agregó y respiró haciendo ruido.
Mariel. dijo él cuando ella ya se daba la vuelta para entrar. Mariel, por favor espera. llamó. Ella no frenó. Mariel. repitió ya de pie y tomándola del brazo. No quiero que te vayas. dijo. Siento que si lo haces, moriré o no lo sé… pero, no… no te vayas… puedes estar para ayudar a Adrienne, puedo como paga, pagarte los estudios. Adrienne siempre quiso una línea de moda. Que abra un local y tú haces los quehaceres, no lo sé… pero… quédate… por favor… pidió.
Ella lo miró fijo a los ojos y soltó una lágrima.
No… no lo sé. musitó, ‘‘con qué cara quiere que lo mire besar a su mujer todas las mañanas’’, pensó.
Déjame hablarlo con ella… si acepta, puedes quedarte… al menos inténtalo, si no quieres, déjalo, pero inténtalo… sabes que no deberás hacer mucho y a cambio te pagaría los estudios y vivirías aquí… dudo que consigas una oferta que compita. insistió.
Mariel suspiró.
Bien, haz lo que quieras. dijo sin mucho ánimo.
Billie sonrió y la besó.

Eran las nueve de la mañana cuando el despertador sacó de su profundo sueño a Billie Joe. Había dormido solo porque no sabían a qué hora llegaba Adrienne, no podían arriesgarse tanto.
¿Ya estás despierto? gritó Mariel desde abajo.
Billie se pasó las manos por el rostro y luego lo sacudió como intentando despabilarse.
Creo. respondió.
Unos segundos después, Jake y Joey irrumpieron en la habitación gritando y con carteles en sus manos.
¡Ya vuelve mami!, ¡ya vuelve mami! exclamaban tirándose sobre él.
Billie rió.
Oigan, calma… ¿qué traen ahí? preguntó tomando los carteles. Oh… la bienvenida a mamá… dijo pensativo. Miren, déjenme darme una ducha y bajar a ayudarlos con la bienvenida, ¿si?
¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!
Él volvió a reír.
Luego de bañarse, bajó y antes de dirigirse junto con sus hijos al living, los esquivó y caminó hacia la cocina.
¿Cómo te encuentras? inquirió suavemente a Mariel. Ella estaba cocinando algo para el almuerzo.
Bien. Adrienne llamó mientras te bañabas, dice que llegará para almorzar. contó sin mostrar nada raro en la voz.
Billie suspiró.
Creo que mejor me pongo a ayudar a Jake y Joey o me matarán. pronunció.
Si… eso creo. admitió.
Y recuerda, mañana hablaré sobre lo que te dije con Adrienne. Si dice que no, alguna solución encontraré. No solo porque quiera tenerte cerca, sino también porque quiero ayudarte con tus estudios. dijo seriamente. Mariel volvió su vista a los tomates que iba cortando.
Bien.
Él volvió a suspirar y salió de la cocina.

Ya eran las once cuando la sala se encontraba llena de carteles para Adrienne.
‘‘Mami te extrañamos’’, ‘‘Te queremos’’, ‘‘No te vuelvas a ir’’, un par con dibujos de Jake, y otras con trabajos de Joey que relucían esplendorosas A+.
A mamá le gustará. afirmó Billie con una sonrisa, viendo cada cartel a su alrededor.

Ya está la mesa lista. informó Mariel a Billie cuando eran casi las doce. La comida está hecha, cuando llegue, deje sus cosas y estén listos, la caliento.
Bien. contestó él y miró hacia el comer desde la cocina. ¿Cuatro platos? preguntó y soltó un suspiro.
Vamos, seguramente quiera cenar con su familia, no tengo mucho que hacer entre ustedes. reprochó antes de que él dijera más.
No seas terca y ponte un plato.
Déjalo así. contestó zanjando la conversación.
Billie no dijo más, pero cuando llegara Adrienne, delante de ella hablaría. Su mujer opinaría cómo él en cuanto a tenerla en la mesa, claro que eso era porque no sabía nada de lo sucedido esa semana.

¡Papáaaaaaaaaaaaaaaaaaa!, ¡paró un taxi en la puerta! gritó Joey, Jake corrió a buscarlo.
¡Papá!, ¡llegó mamá! dijo saltando a su alrededor.
¿Si? preguntó y dirigió una brevísima mirada a Mariel. Quien miraba la televisión con un aspecto casi fúnebre. Bueno, déjame buscar las llaves. Siguió y se paró.
Luego de tomar las llaves se las pasó a Mariel y se quedó con sus hijos delante del sofá con un gran ramo de flores que habían comprado y una caja de bombones.
Bienvenida. saludó Mariel con una sonrisa a Adrienne en cuanto salió del auto con un bolso.
Ella sonrió.
Hola, ¿y Billie y los niños? contestó a modo de saludo.
Em, creo que se estaban cambiando. mintió. Déjame ayudarte con las valijas del baúl mientras entras con ese bolso. ofreció.
Es muy pesada, mejor que Billie la entre…
Descuida, ¿para algo me están pagando, no? la calmó con una sonrisa.
Adrienne revoleó los ojos.
Bien, como tú gustes.

¿Hola?, llegué ¿hay alguien? llamó mientras entraba a la casa. Levantó la vista pasando del breve pasillo que conducía al living, y los vio parados frente al sofá rodeados de carteles y no pudo evitar sonreír llena de emoción. Quiso decir algo pero no pudo.
Jake y Joey corrieron hacia ella con las flores y los bombones. Se los extendieron y Adrienne arrojó a un lado en bolso para tomar los obsequios de bienvenida.
Te extrañamos mucho, mucho. dijeron ambos niños mientras la abrazaban.
Yo también los extrañé muchísimo. respondió ella agachándose y abrazándolos.
Mariel apareció por detrás de ellos y miró a Billie, quién miraba emocionado la escena.
Él la miró un segundo, ella lo llamó.
Addie… casi susurro. Ella le dedicó una mirada y Billie le hizo un gesto indicando que ya volvía.
¿Me puedes ayudar con la maleta?, o la dejo aquí y luego de que saludes a Adrienne y todo eso la metes. Dijo. La valija se encontraba junto a la puerta ya.
Déjala aquí, luego la entro.
Bien.
Billie suspiró.
Creo que debo entrar. dijo con decepción y volvió a suspirar.
Ella asintió y él entró.
Mariel se quedó un momento afuera y luego pasó, justo en el momento en que Billie y Adrienne se besaban.
Volteó la cabeza al frente y caminó hasta la cocina.
Luego de un momento, Adrienne y Billie también ingresaron.
Cuando quieran, avísenme y pongo a calentar el almuerzo. Dijo Mariel.
Creo que ahora estaría bien. mencionó Adrienne con una cálida sonrisa.
Oh, y agrégate un plato a la mesa, ya te dije, no estamos en la antigüedad y no eres sirvienta, puedes comer con nosotros. añadió Billie.
Mariel suspiró.
No quiero interrumpir, no es necesario, en serio.
Vamos, no seas tímida, no vamos a hacer nada extraño, no molestas, al contrario, me agradaría que nos acompañes, no he podido hablar mucho contigo y por lo que sé, mantuviste limpia la casa y contentos a los niños. intervino Adrienne. Mariel volvió a suspirar.
Ya que insisten. soltó y la mujer sonrió.

Momento más tarde, los cinco se encontraban almorzando juntos.
Y bien, cuéntenme. ¿Qué hicieron de divertido mientras no estuve? inició la charla Adrienne.
No mucho… papá compró nuevos videojuegos.
¿Ah si?
Si. se metió Mariel. Y Billie se consagró como el peor jugador. Solo le faltó perder conmigo, pero no tuvo el honor de competir. agregó con gracia.
Adrienne rió.
¿Sigues sin poder ganarles? preguntó a su esposo.
Billie agachó la cabeza simulando vergüenza.
Es que ellos son tramposos. se defendió.
¡Mentira!, ¡tu eres un asco en los videojuegos! se quejaron sus hijos.
Los tres adultos rieron.

Momento más tarde, sonó el teléfono.
Voy yo. dijo Billie que ansiaba por despegarse de la mano que Adrienne posaba sobre su rodilla. ¿Hola? preguntó cuando ya tuvo el teléfono junto a su oído.
Hola, Bill… soy Tré…
Hola Tré, ¿cómo estás?
Todo bien, ¿ya llegó 80?
Si, aquí está.
Mándale un saludo… Bueno, te llamaba porque tuve un problema con mi mujer y bueno, seguramente vaya con ella y Frankito hoy.
La mandaré, y claro, no hay problema.
Nos vemos en la noche.
Adiós.
Y colgaron. Billie miró un momento el teléfono y se quedó como tildado allí. Esa noche era la ‘‘despedida’’ de Mariel… ¿En qué momento había sucedido todo aquello?, ¿cuándo fue el momento en que dejó de necesitar a su mujer para empezar a necesitar a su…¿amante?...?, realmente no lo sabía.
¿Quién era? inquirió Adrienne desde el comedor, sacándolo de su ensimismamiento.
Ehh… Tré… dijo como ido. Era Tré. repitió con decisión y volvió a la mesa. Te manda saludos.
Ella sonrió.
¿Qué quería? preguntó a la vez que llevaba el tenedor a su boca.
Avisar que esta noche quizás venga con su esposa y Frankito… contó y se quedó pensando un momento. Creo que no te dije… Jason quería organizar aquí una reunión de despedida a Mariel y le dije que si, ya sabes, ella trabajó cuidando a no sé quién de su familia, y como Mike y Tré llegaron a conocerla cuando vinieron… explicó. De paso es una reunión de bienvenida. razonó luego.
Intercambiaron unas cuantas palabras al respecto y luego Adrienne y Mariel levantaron la mesa, pese a los constantes ‘‘no es necesario, en serio’’, de Mariel.
El resto del día, Adrienne lo pasó acomodando sus pertenencias en la habitación y hablando con Jake y Joey sobre lo sucedido mientras no estaba.
Cuando al fin se hicieron las ocho, Jake y Joey cenaron y se quedaron esperando a Mike, Tré y Jason, que cenarían con Mariel, Billie y Adrienne, y preferían que no estén los chicos, porque sería una clásica reunión de amigos, cerveza, chistes, pizza y más chistes y comentarios que era mejor que los niños no escuchen.
Tengo sueño, ¿cuándo van a venir? preguntó Jake y justo, tocaron el timbre.
Parece que ya llegaron. dijo Adrienne y fue camino a abrir la puerta.
¡Addie! exclamó Tré, que venía solo con Mike. ¿Cómo estás?
Muy bien, ¿y tu?
Genial.
¡Mike!, no te había visto. ¿Qué tal?
Todo bien, Jason viene en camino, ¿tu?, ¿cómo estás?
Muy bien. Los niños ya querían matarlos.
Hola… saludó Jason cuando Adrienne estaba por cerrar la puerta.
Estuvieron un momento saludándose y hablando, hasta que Billie llegó con pizza y cerveza. Y Adrienne decidió que ya era muy tarde y envió a sus hijos a dormir.
Viniste solo al final. dijo viéndolo a Tré.
Si, se arrepintió cuando Frankito empezó a bostezar demasiado.
Billie sonrió.
Bueno, ¿comemos? preguntó yendo hacia el sótano. Solían juntarse allí porque preferían tocar y cantar en vez de ver la televisión, además de que tenía una heladera pequeña donde poner la cerveza junto a una mesa y cómodos asientos.
Todos lo siguieron y ya abajo, se acomodaron.
Billie se sentó en una punta y Adrienne se ubicó junto a él. Mariel trató de mantenerse lo más alejada posible. Junto a Adrienne, estaba Mike y junto a él, se ubicó ella. Luego Jason se sentó en el asiento siguiente, y Tré se arrojó entre él y Billie.
Estando allí, Mariel no pudo evitar recordar la noche que se quedaron los cuatro bebiendo. Se sintió algo mal al saber que no se repetiría, pero trató de no pensar en ello.

¿Estás bien? le preguntó Jason en un momento de la noche. Te noto rara, como ida…
¿Eh?, si, si, estoy bien. dijo ella y le sonrió, tratando de no prestar atención a los constantes besos que Adrienne robaba a Billie. Besos que él cortaba rápidamente, rogando que nadie notase la expresión de sofocamiento que le producían.
Nada de eso estaba bien, y lo sabía. Él no debía sentir rechazo por los besos de su mujer, y Mariel no debía sentirse mal al verlos besarse. Pero a pesar de que no debía suceder, sucedía y en esos momento, lo único que ella quería era alejarse para siempre de aquella casa, mientras que lo único que él tenía rondando su subconsciente, era tenerla durmiendo en la pieza de abajo, y poder hacerle visitas nocturnas, simplemente, para verla dormir. 


        ·        
Regalo de cumpleaños a Erika que según el face hoy cumple (R) jaja :B




La última parte está mala, lo sé, pero quería subir hoy si o si xD, y nada... voy a ponerme a escribir el que sigue ahora así puedo subirlo un poco más rápido que este, o al menos igual xd


Ayúdenme a elegir nombres para Mary Lu xd, soy malísima poniendo nombres a los personajes :$, y bueno, ya saben, pueden releer en fotolog When it's time -tengo que hacer la foto y subir el cap D:- y nada, eso, perdón que me cuelgo en contestar los comentarios D: 


Gracias por leer y nada... volvió Addie (?)

2 comentarios:

  1. justo te iba a decir que lo subiste para mi cumple :'D

    te voy a hacer una lista con unos pares de nombres, a ver si te gustan...

    ahora solo basta ver que onda ahora que llego addie...




    como siempre, me encanto :D
    un beso y te sigo leyendo...

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  2. Uuuuuiii es tan demaciado buenos los capitulos te pasaste estan la raja enserio (sorry por no comentar antes es que no tube mucho tiempo, lo lei apenas lo subiste y te juro que fue de lo mejor siempre me alegro al leer las histtorias muy buenas sigue haci.... quizas algun dias seas una gran escritora c: bueno eso adios :P

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