martes, 29 de noviembre de 2011

Hola, vengo a que me odien... Quería avisar que dudo ponerme a escribir en unos días al menos, falleció una amiga, y estoy destrozada, para ser sincera, y nada, no voy a cortar con las fics ni nada, pero dudo poder ponerme a escribir mañana o pasado. 
Trataré de retomar lo antes posible porque sé que ella quería que haga como si nada y siga mi vida, obvio, no voy a hacer como si nada, pero voy a intentar cumplir parte de lo que ella quería, y bueno, nada, eso...


En serio, perdón :s 

sábado, 26 de noviembre de 2011

''The ballad of Wilhelm Fink'', Parte II. Capítulo 3

Los niños se pondrán pesados cuando sepan. murmuró luego de besarla.
Y yo igual. agregó ella y luego de echarle una sonrisa cómplice, lo besó también.
Me gusta como suena. ronroneó y rió.
Pero… mejor espero a que Jake y Joey estén en la escuela. soltó y sin previo aviso, se separó.
Billie río.
Buena idea. Creo que voy a despertarlos, pero no les diré nada hasta que no vuelvan, sino, no querrán ir al colegio.
Claro. contestó ella, sin saber qué decir.
El desayuno transcurrió con normalidad, a no ser por las miradas que Billie y Mariel se lanzaban de vez en cuando y por la interrupción de Jake…
¡Ya el lunes vuelve mami! dijo contento.
Billie y Mariel se miraron un segundo de reojo.
Así es. mintió con una sonrisa él.
Le podemos preparar algo especial. sugirió Mariel a los niños.
¡Sii! festejó Jake. Joey asintió con una sonrisa.
Bueno… váyanse apurando o llegarán tarde. interrumpió Billie y los niños asintieron.

Va a ser difícil soportar su reacción cuando sepan. murmuró cuando sus hijos caminaron hacia su habitación por sus mochilas y sacos.
Eso parece. coincidió ella.
Al llevarlos a la escuela, trató de no hablar demasiado, aunque Jake, que parecía tener un sexto sentido, no paraba de hablar de la llegada de su madre el lunes.

¿Cómo te fue? preguntó Billie a la vez que la besaba al entrar.
Ella suspiró cansinamente.
Pareciera como si Jake sospechara algo. ¡No paraba de hablar del regreso de Adrienne! contó mientras se daba un golpe en la frente.
Billie rió.
¿Le dijiste algo?
No, le seguí el juego. Pero como hablaba poco me preguntó qué me pasaba y le inventé que me dolía la cabeza.
Espero que haya sido un invento… sino, te haré sufrir un poco… murmuró en tono sensual y comenzando a abrazarla.
Ella rió.
Creo que podré soportarlo… Le siguió.
Eso quería oír. dijo y la besó.
Comenzaron a besarse de forma salvaje, cuando Billie dijo, ‘‘vayamos a la cama… ya’’, ella comenzó a dirigirse a la escalera, pero él la arrastró de la cintura y tras besarle el cuello murmuró ‘‘a tu cama, la mía está muy lejos’’, ella se sonrió, y se dirigieron a su habitación.

Raro que nadie nos interrumpió esta vez… comentó cuando habían acabado. Se encontraba desnudo, fumando un cigarrillo en la cama, mientras ella apoyaba su cabeza en su hombro.
Ajamm… soltó simplemente, se estaba quedando dormida.
Billie entonces levantó un poco su cabeza y como pudo, la besó en la frente. Ella alzó la suya y quedó viéndolo a la cara. Volvieron a besarse y se separaron con una sonrisa.
Espero que en esta semana que queda, no pongas excusas, eh. dijo él.
Ella rió levemente.
Quédate tranquilo que no pensaba hacerlo. contestó en voz sexy y se sentó sobre él.
Así me gusta.
Se agachó y comenzó a besarlo rápidamente.
Creo que terminaré siendo yo quien te pida un descanso. bromeó y ella rió.
Hay que ver que yo quiera dártelo… murmuró con picardía y fue alejándose hacia los pies, para agacharse justo en su zona íntima.
Mierda... soltó el guitarrista al sentir el contacto de sus labios en su piel. Eres una perra…
Ella le sonrió con malicia y perversión.
Sé que te encanta. reprochó y volvió a lo suyo.
Momento más tarde volvían a encontrarse abrazados en la cama, aún desnudos.
De verdad que voy a acostumbrarme a esto. comentó.
Pobre de ti cuando deba irme… dijo ella.
Claro… pobre de mi… porque tu no lo disfrutas, ¿verdad?
Mariel rió.
Mejor me doy un baño y me voy a buscar a tus hijos. anunció y se levantó con una sonrisa divertida.
Claro… huye mejor… soltó él, pero ella solo rió y se fue hacia el baño.

Después de bañarse, Mariel fue a buscar a Joey, y más tarde a Jake.
Ahora que están ambos, quiero hablar con ustedes. les dijo Billie.
¿Qué sucede? preguntó Joey.
Hablé con su madre. contó en tono sepulcral, para que no se emocionaran al oír esas palabras.
¿Y qué pasó? volvió a preguntar el mayor, entendiendo que su padre no tenía buenas noticias que transmitir.
Dijo que la abuela está mal, debe quedarse una semana más con ella, para estar seguros de que no tenga nada grave. explicó lo más delicadamente que el tema permitía.
Pero, ¿se pondrá bien la abuela? Preguntó inocentemente Jake.
Punto a favor: ninguno recriminaba, aún, la demora de Adrienne.
Claro que sí, pero es mejor estar seguros. dijo tratando de dejarlos tranquilos. ¿No creen? preguntó luego, buscando apoyo. Ambos asintieron levemente.
Oigan… ¿Quieren hablar con ella?
Ambos se miraron y luego a su padre.
¡Siiiii! exclamaron al unísono.
Bien, vamos…
Los chicos lo siguieron enseguida, sumamente entusiasmados.

Hola
Hola, ¿con quién hablo?
Billie Joe, ¿está Addie?
Oh, Billie, si si, ya la llamo. respondieron con amabilidad.
¿Quién era? preguntó Jake.
El abuelo.
¿Billie?
¡Addie!, ¿cómo te encuentras?
Muy bien, ¿y tú?, ¿pasó algo?
Bien y no, no pasó nada, llamaba porque los niños quieren hablar contigo. dijo y sus hijos hicieron unas exclamaciones. Adrienne rió. Bien, te paso con ellos, yo voy arriba un momento que tengo que ordenar la habitación. avisó y mintió.
¿Para qué contrataste a Mariel entonces? preguntó.
Oh, es que, sé que no te gusta que entre gente a nuestra habitación y todo eso, así que estuve ordenándola yo… así que… si cuando vuelves no encuentras algo, ya sabes por qué es… volvió a mentir. Ella rió.
Bien, pásame con los niños. pidió con un tono risueño de voz.
Claro.
Te amo.
Adiós. dijo él, omitiendo el ‘‘y yo a ti’’, sin siquiera notarlo.
Salió de la cocina, luego de pasarles el teléfono a sus hijos, y en el living, sorprendió a Mariel con un fugaz beso en los labios.
¿Ya me extrañabas? preguntó divertida.
Si. respondió haciendo trompita. Ella rió. Tengo ganas de ver la televisión en la cama contigo, ¿qué dices? invitó.
Sus deseos son órdenes. bromeó ella, y luego lo siguió a su habitación.
Subieron, y se acostaron a ver la televisión, Mariel, poco a poco, se fue quedando dormida en sus brazos.

¡Papaaaaaaaaaaá!, ¡Joey me quitó mi dinosaurio! Llorisqueaba Jake mientras caminaba hacia la habitación de su padre.
Mierda… dejó escapar, como cada vez que alguien los interrumpía cuando no debían. Mariel, despierta, viene Jake…
¿Eh?
Viene Jake, escóndete.
Mierda. dijo igual.
¿Qué pasó? preguntó a su hijo.
Joey me quitó mi dinosaurio se quejó.
Ahí voy. dijo y lo siguió.
Mariel, salió rápidamente y buscó un escurridor, trapo de piso, balde y productos de limpieza, que habían quedado en el baño de arriba. Se ató el pelo en un desprolijo rodete y se arremangó la camisa, como si hubiese estado limpiando.
Bajó cuando Billie castigaba a ambos niños sin postre por pelear.
Ya terminé con el baño, me doy una ducha rápida y cocino. informó apareciendo en la escena. Billie asintió y ella fue a guardar el balde y demás.
Cuando terminó de bañarse, cocinó, tal y como había dicho. Finalmente, Billie Joe perdonó a sus hijos y los dejó comer helado.

Bueno… los niños están acostados, la cama vacía y te noto con sueño… dijo Billie cuando la encontró a Mariel lanzando un bostezo a la televisión.
Ella rió.
Eres terrible. contestó con gracia y apagó la tele.
Subieron y se acostaron, no tardaron demasiado en dormirse. En la mañana, quien despertó primero, fue ella. Al verlo dormir tan tranquilo, no puedo evitar sentir ternura. Comenzó a darle besos en el cuello y rostro, hasta que él empezó a abrir lentamente sus ojos. Al divisarla vagamente, con los ojos aún casi pegados, sonrió.
Buen día… susurró.
Dormilón. dijo ella y rió.
¿Cómo amaneciste? preguntó incorporándose lentamente.
Genial, ¿y tu?
Desperté con tus besos… ¿es necesario que conteste? respondió y la besó. ¿Qué hora es?
Las diez y algo.
Supongo que los niños aún duermen…
Ajam… contestó y un sonrisa cómplice comenzó a dibujarse en su rostro.
Él volvió a besarla, pero de forma más extensa esta vez.
En breves minutos, ambos estaban tendidos desnudos sobre la cama, entonces, sonó el teléfono.
Espera dijo Billie en un suspiro y cuando la vio recostarse a su lado, atendió. ¿Hola?
¿Billie?
Si, ¿qué pasa? respondió distraídamente mientras observaba a Mariel acercarse a su cuello.
Soy Adrienne, ¿pasa algo? ‘‘mierda’’ pensó él.
No, nada, lo siento, estoy algo… se frenó tras sentir un cosquilleo en el cuello, Mariel lo miró y se sonrió con malicia. dormido. siguió, disimulando un bostezo.
Ah, si, perdón, llamé muy temprano… es que quería saber como iba todo por allá. Los extraño.
Y nosotros a ti, Addie. contestó remarcando el nombre de su mujer, para ver si conseguía que Mariel terminara con los besos.
¿Cómo están los niños?
Bien. Duermen aún.
Si, lo imaginé. breve silencio. ¿y tú? Billie volvió a maldecir mentalmente.
Bien, ya sabes, como siempre… Volvió a fijar su atención en Mariel, ahora le besaba el estómago.
¿Estás ensayando?
No, hace unos días que no…
¿Seguro que está todo bien? inquirió recelosa.
¡Si!, descuida, amor. contestó de inmediato. Mierda, ¡para! dijo tapando el tubo.
Estás raro.
Estoy dormido, despreocúpate.
Si tú lo dices…
Mira, hagamos esto fingió un bostezo antes de continuar voy a pedirle a Mariel que prepare el desayuno, despertaré a los niños, comeremos, me daré una ducha, y te llamaré, ¿bien?
Ok, espero tu llamado, eh…
Por supuesto.
Te amo.
Yo igual farfulló atropelladamente, cómo si no quisiera decirlo, y colgó.

¡Eres una perra! exclamó al cortar.
Mariel rió.
Lo sé. dijo. ¿Era Adrienne? preguntó luego.
Si…
Que raro que llame tan temprano. dijo más para si misma.
Lo mismo pensé, aunque, suele levantarse temprano, seguramente hace horas que está haciendo tiempo para no llamar muy temprano. explicó blanqueando los ojos.
Ella rió.
Bueno… soltó. Como el llamado me quitó las ganas de hacerlo, bajaré a preparar el desayuno. comentó y Billie tardó en caer.
¡Oye! exclamó cayendo. Ni creas que escaparás tan fácil… ‘‘amenazó’’ o ‘‘advirtió’’
Ella rió y para cuando él saltó de la cama, ya tenía la llave de la habitación en la mano. Salió rápidamente y lo encerró.
En cuanto esté el desayuno te llamo. dijo divertida. date un baño o algo mientras…
¡Eres una maldita! exclamó desde adentro y ella rió más.
Bajó y luego de vestirse en su habitación preparó el desayuno, pero, para estar segura de salir viva de su broma, sirvió abajo la comida, y luego subió a despertar a los niños. Cuando estaban por salir de su habitación, fue y abrió la puerta de Billie sigilosamente.
Está el desayuno, Jake y Joey están levantándose. avisó golpeando la puerta ya sin llave.
La hiciste bien con lo de Joke y Joey esta vez. dijo él saliendo de la habitación, con la cabeza en alto.
Ella rió.
No te enojes… sabes que te quiero. le dijo y saltó sobre él, subiéndose a su espalda, para besarle la mejilla.
¿Crees que te perdonaré solo por un beso en la mejilla? preguntó indiferente.
Mmm… soltó ella, como meditando. No. dijo finalmente. Luego lo tomó del cuello de la camisa y lo arrastró hacia la habitación.
Cerró la puerta y lo empujó contra ella. Enseguida comenzó a besarlo.
¿Y así? preguntó en un susurró es su oreja, mientras le besaba el cuello. Metió su mano por debajo de su bóxer y luego siguió besándolo.
Él reprimió un gemido al sentir su tacto sobre su piel.
Creo que sabes ganarte mi perdón. soltó con dificultad y rió.
Ella también lo hizo.
Eres algo fácil, he de admitir. bromeó.
Él quiso reprocharle, pero ya no podía hablar. Su respiración era cada vez más agitada, y los comentarios y sonidos que Mariel hacia a su oído no ayudaban, menos aún los besos.

Estaban acabando, cuando se oyó el grito de Joey desde la escalera.
¡Papáaaaaaaa!, ¿no vas a bajar a desayunar?
Mierda. dijo con tono cansino, no tanto como siempre que era más por miedo a que los encuentren juntos, sino porque realmente, en ese momento, no quería interrupciones.
Saldré a decirle que te acabo de obligar a ducharte. dijo Mariel.
Billie suspiró.
Ok.
Antes de salir, volvió a besarlo.
Su padre ya viene, no quería levantarse, acaba de meterse a la ducha. explicó a Jake y Joey al bajar.
Luego los niños somos nosotros. se quejó Jake con los brazos cruzados.
Mariel rió.
Pasó un rato, los niños ya casi habían terminado, y Billie Joe apareció con el cabello mojado en la cocina.
Hasta que te decides a aparecer. dijo Mariel.
Lo siento, es que por culpa de alguien que molestó toda la noche la miró afuera mintió para simular no pude dormir bien.
Yo no escuché nada, ¿ustedes? preguntó Mariel conteniéndose la risa.
Tampoco. dijo Jake.
Joey negó con la cabeza. Nada.
Billie la miró con odio.
Deja de poner excusas y desayuna de una vez rió ella y se levantó de la mesa.
Billie recordó con desgano que debía hablar con Adrienne luego.
Desayunó hablando animadamente con sus hijos, hasta que estos subieron a cambiarse, entonces aprovechó para llamar a su mujer.

¿Hola? preguntó ella del otro lado.
¿Addie?, ¿cómo te encuentras? respondió él.
Billie… lo mejor que se puede estando lejos de los tres tanto tiempo… dijo sin mucho ánimo. ¿y tú?, ¿los chicos?, ¿la casa?, ¿ya estás despierto?, ¿desayunaron? batalló a preguntas.
Billie Joe rió.
Hey, calma… una a la vez…
Adrienne se sonrojó del otro lado.
Lo siento.
Descuida. dijo Bien… yo, estoy bien, los chicos igual, buena, la casa también está bien. agregó. Ella soltó una leve risa. y por las otras dos… Sí, ya desperté rió y ya desayunamos.
Me alegro.
¿Y tú?, ¿ya comiste?, ¿cómo está tu madre?
Si, me levanté temprano, me duché, limpie un poco, le llevé el desayuno a mis padres, desayuné yo, y luego hice tiempo hasta que te llamé, aunque creo que igualmente lo hice muy temprano. explicó, Billie soltó una risa, la conocía tan bien…
¿De qué te ríes? inquirió divertida.
Nada, solo que, sospechaba que esperaste hasta llamarme pensando que era muy temprano.
Creo que me conoces demasiado.
Lo sé.
Oh, y mi madre… mejorando, supongo que en verdad no es nada grave, habrá que ver.
Me quedo más tranquilo entonces.
Hubo un breve silencio antes de que Adrienne volviera a hablar.
¿Sabes?, en este momento, me siento como cuando éramos jóvenes y me llamabas casi a diario desde Oakland… dijo con tono de nostalgia y enamoramiento.
Billie no pudo compartir aquel sentimiento de amor y nostalgia. Rió, para simular.
Extraño esos tiempos… más que nada en este momento, que no te veo, pero tengo responsabilidades, y todo eso… en esa época te llamaba, no te veía, pero no hacía nada… soñaba con si algún día estaríamos juntos… era lindo…
Pero ahora sabes que volveré en una semana.
‘‘Ese es el problema’’ pensó sin darse cuenta.
Lo sé, pero es diferente… extraño la sensación que tenía en ese tiempo, donde mis únicos sueños eran llegar a ser un músico famoso y a tenerte conmigo por siempre y formar una familia… ahora ya cumplí ambas cosas, solo resta ver crecer a mis hijos y envejecer contigo. explicó y no todo era mentira; extrañaba esa época, y ahora solo le restaba concluir su vida con ellos tres, pero… ¿en verdad quería concluir su vida con ella?
Si, tienes razón… no me molestaría volver a empezar todo para repetir aquello… era tierno saber que había alguien en California, a dos mil años luz… que me amaba y dedicaba canciones, y que soñaba con estar conmigo… aunque, el despertar cada día a tu lado no está nada mal tampoco. dijo y rió al final.
Lo mismo digo mintió y rió. Oye, tengo que llevar a los niños a casa de unos amigos, nos hablamos luego, ¿si?
Claro, te amo.
Yo igual. dijo con rapidez y colgó.
Luego, subió a vestirse, para llevar a Jake al cumpleaños de un amigo, y a Joey a la casa de una amiga (que todo indicaba, le gustaba) a hacer una lámina (que terminaría haciendo la madre de ella, con ayuda de ellos) del abecedario y los números del 0 al 9.

Habían pasado algunas horas del desayuno, la llamada a Adrienne y de llevar a sus hijos a las casas de sus amigos; Billie Joe se encontraba en el patio, tirado con su guitarra contra un árbol, cuando sus pensamientos lo llevaron a lo sucedido en la mañana.
Hasta el momento no había reparado en que, cuando hablaba con Adrienne por teléfono y Mariel lo besaba, no se había sentido culpable en ningún momento, y que es más… ansiaba cortar la comunicación para poder seguir estando con Mariel, y lo que era aún peor… era la segunda vez que no lograba decirle un ‘‘te amo’’ a su mujer (tercero con la charla posterior), y de las tres veces, dos logró un rápido ‘‘yo igual’’, como si quisiese sacarse el tema de encima.
‘‘¿Qué está pasándome?’’, se preguntó mientras pasaba sus manos por su rostro. ‘‘Amo a mi mujer, si.’’, seguía pensando. ‘‘Pero a la vez duermo con Mariel en la cama matrimonial…’’. La situación estaba mal, y lo sabía, porque quien ama a su pareja, no se acuesta con una empleada a quien recién conoce. Ahora, la pregunta era, ‘‘¿Qué me pasa con Mariel?, ¿qué tiene que la hace tan irresistible?’’, aunque, el otro interrogante (el que no se animaba a plantear a fondo aún) era ‘‘¿Qué ya no me pasa con Adrienne?’’
‘‘Bueno’’, se dijo. ‘‘Es linda, simpática, talentosa…’’ comenzó a enumerar, ‘‘si… ¿pero cuantas que se me tiraron cumplen con eso y jamás las miré siquiera?, además de que fui yo quien la buscó…’’ siguió pensando. Siguió así un rato, pasando por alto el hecho de que su corazón se acelerara al verla, y de que se sentía completo cuando la tenía en sus brazos…
¿Quieres que te traiga algo? preguntó Mariel acercándose a él.
¿En qué momento había aparecido?
No, gracias. le sonrió.
¿Qué hacías? preguntó sentándose frente a él, aunque la pregunta pareció tonta estando la guitarra en sus piernas…
Pensaba…
¿En?
Nosotros.
¿En nosotros? inquirió confundida.
Si, es decir… en qué me sucede contigo y eso… explicó. Ella hizo un gesto de entendimiento. ¿A ti qué es lo que te sucede conmigo?
Antes de contestar, lo pensó un momento. Abrió un par de veces la boca, pero sin encontrar las palabras correctas.
En realidad… ya he pensado en esto… y no, no sé qué sucede… es extraño… jamás pensé que terminaría acostándome con un hombre casado, ¿sabes?, y ni siquiera sé por qué lo hago… contó.
¿Será porqué soy irresistible? preguntó haciéndose el sexy.
Ella rió.
Quizás. dijo siguiéndole el juego, ambos rieron y se quedaron en silencio, como absortos por la calma que reinaba, y con una sonrisa, que había quedado tras las risas.
Finalmente, Billie suspiró rompiendo aquel cómodo silencio. Ella lo miró.
Supongo que es algo físico… es decir, ¿escuchaste alguna vez eso de ‘‘cuerpos que se atraen’’? planteó.
¿Los que tienen cargas distintas? preguntó en broma.
Él rió.
No hablo de física. Me refiero, creo que lo leí en alguna historia. continuó. (Sí, leo) aclaró y rió. Que hay cuerpos qué como que se atraen físicamente entre ellos, personas que se buscan, no por un sentimiento como el amor, sino porque sus cuerpos se necesitan. La mujer suele estar enamorada, o confundirlo con amor, mientras el hombre saca provecho de esto… En algún lado lo leí… bueno, no sé si me explico…
Si, si, te entiendo… puede que tengas razón. Aunque no voy a negarte que te he tomado cariño. asintió ella.
Eso tampoco puedo negarlo. coincidió él con una sonrisa.

          ·          

Bueno... hay cap :woot:
Les cuento que el próximo cap es más de relleno (?) y es un resumen de la semana sin Adrienne, (saquen sus conclusiones sobre qué trata el otro xD), así que, si mis cálculos son correctos y sigo escribiendo tanto como últimamente, no debería pasar más de una semana para tener cap... espero no equivocarme :ninja: y para mejor... tengo medio cap 5 escrito, lo tenía en el cel (tenía hace rato empezado el cap en notas, y ayer haciendo tiempo para entrar al colegio, adelanté bastante más) hoy casi lo terminé de traspasar :B, así que, los dos capítulos que siguen, no se van a demorar mucho :B
Además de las fics que ya les dije que adelanté, se agrega otra; No one knows, la abrí sin querer el otro día xD, y entonces me puse a escribir, adelanté un cap y medio (empieza con Billie y Christie a los 10 años, va a tener una segunda parte... ya se imaginarán el nombre... xD), y leyendo Rest (una fic de una chica llamada Fran) recordé que se me había ocurrido una fic con ese nombre... pero no me la acuerdo D': (?, en fin... Tengo una fic de Mike que me copa mucho la idea, pero no sé como llegar a lo que quiero :_
En vacaciones, voy a reescribir lo que tengo de Alison para poder subirla, tiene final (que es lo que no voy a modificar xD), pero el principio es muy estúpido :_ y en fin... creo que eso es todo por ahora (?


Ando con muchos problemas en casa (en cualquier momento me voy a la mierda en serio, para que se den una idea... xd) así que, si me demoro, me disculpan que seguro tiene que ver con eso D: :_ y en fin... eso




Amo a todo aquel que lea ♥ (?




Ah, y OCHO páginas conforman este capítulo... no se quejen si les parece corto (?) xd, ah, y además... no piensen que Billie y Mariel van a estar tan pajeros toda la fic... están aprovechando que no está Adrienne solamente xD :$


P/D: me dio paja y no terminé de releer el cap... me dicen si por el final hay errores xD

martes, 22 de noviembre de 2011

:B

Holi, vengo a hacer un comunicado para que no me asesinen, o para que lo hagan con algo de piedad (?), el capítulo tiene ya tres páginas, y en un par de días lo termino :B, voy a unir lo que sería el cap que viene con el otro, y el siguiente, pongo resumida toda una semana, así corto con lo aburrido y voy a la parte en la que Adrienne está en la casa y empiezan las cosas interesantes (?)
Me estoy demorando porque (entre otras cosas), estuve escribiendo otras cosas, entre ellas: Haushinka, This life like dream ain't for me, y una que todavía no empecé a subir ni nombré, el título no está definido aún xD, y aparte, empecé a reescribir One of my lies (la voy a resubir en fotolog después, porque son capítulos cortos :B). 
Esto significa que diciembre o enero... se viene con todo (?), en cuanto termine de publicar (o de escribir al menos) The ballad of Wilhelm Fink, empiezo a subir otra o continúo con This life... y publicando día por medio o cada dos días como mucho :$
Sé que hoy me odian, pero no falta mucho para que vuelva a simpatizarles(?), lo prometo(? xD
Ah y me olvidaba, no terminé el cap que sigue, pero adelanté otras partes, (ya tengo bien definido el por qué Mariel no se encuentra con él, solo resta meter las explicaciones en los capítulos correspondientes xd)






Ah, y en otras noticias... aprobé con 10 la monografía :wub: y me tatué :wub:

viernes, 4 de noviembre de 2011

''The ballad of Whilhelm Fink'', Parte II. Capítulo 2.

El beso fue tornándose más apasionado cada vez, y no tardaron mucho en perder la delicadeza y lentitud. Ni menos en quitarse la ropa y hacer lo que sus cuerpos tanto anhelaban.
En ningún momento, Billie reparó en que, se encontraba con la ''empleada'', haciendo el amor, donde tantas veces, lo había echo con su mujer. Tampoco Mariel pensó en lo mal que estaba todo, cuando Billie Joe, la tomaba con sus brazos, donde el rostro de Adrienne estaba impreso en su piel, y cuando acabaron con todo, ninguno de los dos sintió culpa, ninguno recordó a nadie en ese momento. Nadie más importaba en ese momento.

Yacían en la cama, cuando sonó el timbre, y en ese momento, Mariel, recordó la cena.
Mierda… dejé la cena en el horno y llegó Tré. soltó incorporándose de golpe.
Mierda. repitió él. Voy abajo, tú vístete y ve a prepararles la ropa de dormir a los niños, para que no piensen nada raro, cuando se valla Tré los mandaré a lavarse los dientes así bajas y te explico que pasó, si es que debo inventarles algo… explicó rápidamente mientras se ponía el bóxer y pantalón.

¡Al fin! se quejó Tré al ver a Billie abrirle la puerta luego de apagar el horno, abrir la ventana y poner el ventilador, rogando que nadie notara el humo.
Lo siento, estaba acostado y no encontraba el pantalón, y como Mariel estaba ordenando la habitación de ellos le grité que abría yo. se excusó mientras los niños pasaban.
Bueno, debo irme, o me retarán en casa… avísame cuando tengamos ensayo. dijo y se despidió.

¿Qué es ese olor? preguntó Jake.
Olvidé algo en el horno, vayan a lavarse los dientes. dijo su padre sin ningún humor en especial y los chicos, así lo hicieron.
Ni bien ambos entraron al baño, Billie entró a la cocina, había olvidado que debía subir a hablar con Mariel, investigar el horno le parecía más importante ahora. Ni bien lo abrió, el humo envolvió la cocina por completo. No tardó mucho en decidirse a dejarlo abierto para que se ventilase en la noche.
Suban rápido que se llenó de humo el living. avisó a sus hijos mientras salían del baño, y ellos asintieron. Él por su parte, se quedó abriendo un par de ventanas.

Yo que tú, dormiría en la planta de arriba… sugirió alegremente Billie, cuando Mariel salía de la habitación de los chicos, tras apagar la luz y cerrar la puerta detrás de sí.
¿Por qué? preguntó ella confundida.
Porque el humo invadió la cocina y el living, y de seguro tu habitación debe oler a comida quemada también. se explicó.
Ahh… murmuró… el humo era su culpa… Pero tengo la ropa abajo.
Puedo prestarte alguna remera, a pesar de no tener una tan ajustada y corta como las que acostumbras a usar para dormir, sirve… ofreció, con un deje de divertida sonrisa.
Ella se sonrió.
Bueno, y a ver…
¿Qué?
¿Dónde quieres que duerma?, genio. espetó ella.
En la habitación de huéspedes… genia. la burló.
No está armada la cama, genio. lo burló ella.
Él abrió la boca para contestar y volvió a cerrarla. Tras un breve momento, la abrió y ésta vez, si habló:
Las sábanas deben estar en el armario.
Bueno, vamos a ver.
Y fueron.

Mierda… susurró Billie al notar el armario vacío. Cuando vuelva Adrienne creo que le preguntaré donde pone las cosas…
Creo que mejor voy bajando… comentó ella mientras salía de la habitación.
Billie cerró el armario y la siguió.
Espera… la detuvo. Ella se giró y lo miró inquisitivamente. …conmigo. murmuró.
¿Qué?... pero…
Él le dedicó una mirada silenciosa y le tendió una mano cómo invitándola, y expresando todo lo que quería decir a través de sus ojos.
Ella exhaló un suspiro y accedió.
¿Crees que esto pueda terminar bien? preguntó ya en la habitación.
No, pero no me importa.   Contestó y la besó tiernamente, haciéndola ceder y olvidar absolutamente todo.

Papá... – llamó Jake desde la puerta. – ¡Papaaaaá!
Billie se sobresaltó y sentó en la cama. Tardó un momento en reaccionar. Su hijo llamaba a la puerta y Mariel dormía en ropa interior junto a él.
– Mierda. – susurró. – Mariel… levántate… - dijo. – ¡Mariel! – volvió a llamar.
¿Eh?, ¿qué…? preguntó algo confundida, entonces cayó de golpe en que seguía en la cama de Billie Joe y que parecía que alguien llamaba desde la puerta. ¿qué pasa? volvió a preguntar, esta vez, al tiempo que se sentaba de un salto.
Jake, en la puerta… susurró. lo distraigo y tu te vistes y bajas…
¡Papáaaaaa! gimió el niño nuevamente.
Bien. accedió ella y se tapó bien con las mantas, al tiempo que Billie se levantaba y le abría a su hijo.
¿Qué sucede? consultó haciendo un tono sumamente preocupado, aunque suponiendo que no era más que una pesadilla. En parte, deseando que solo fuera eso.
Tuve un sueño feo. contestó gimoteando y haciendo trompita con la boca.
¿Un sueño feo? preguntó con esa voz especial con la que se le habla a los niños pequeños.
Ssi. revindicó con la misma expresión, y aspiró fuerte con la nariz.
Ven, vamos a tomar un poco de agua, ¿si?, mientras me cuentas que soñaste.
Bueno. accedió y le tomó la mano que su padre le tendía con una leve sonrisa conciliadora.
Así me gusta. dijo y le sonrió, por un momento, logró olvidar que en su habitación se encontraba durmiendo la niñera, en el lugar de su esposa.

Y bien… ¿qué fue ese sueño tan feo que tuviste? preguntó, hablando por primera vez desde que le tendiera la mano.
Bajo la mirada atenta de su padre, Jake tomó un poco más de agua y dejó el vaso en la mesa.
Soñé que te ibas. soltó y la tristeza la embargó la voz, viéndose reflejada en su pequeño rostro.
¿Qué me iba? inquirió confuso. ¿De gira?, ¿no quieres que me vaya a tocar a otros lados? continuó interrogando, más de una vez habían tenido esa charla, y después de todo, no era raro, ¿qué niño vive contento con la idea de que su padre se vaya largos períodos de tiempo para hacer feliz con su voz a gente que ni siquiera aspira a saber sus nombre?
No, no… pronunció negando efusivamente con la cabeza.
¿Entonces? ahora si no sabía para dónde podría disparar el pequeño.
Que te ibas… con otra mujer, y nos dejabas… mamá lloraba, Joey era más alto que ahora, yo también, y nos decía que todo iba a estar bien y… y… explicó, comenzando a llorisquear paulatinamente, hasta que no pudo continuar y su voz se apagó en un sollozo.
Una punzada de culpa y terror le retorció el estómago a Billie.
Tranquilo, solo fue un sueño… intentó calmarlo a la vez que lo abrazaba. hey… ya… siguió mientras le palmeaba la espalda. Escúchame. pidió con seriedad a la vez que lo apartaba y sostenía por los hombros.Tu sabes que nunca te dejaría por más que una corta gira, ¿verdad? el niño lo miró con la mirada triste y perdida, su sueño había sido muy real como para creer las palabras de su padre. Solo fue un sueño, ¿si?, yo los amo, a ti y a tu hermano. ‘‘y a tu esposa, idiota’’, recordó su subconsciente a tu madre igual, pero como sabes, a veces los grandes pelean y hasta quizás… dejan de quererse tanto… ¿entiendes? Jake asintió y no sonriendo precisamente… Tu debes saber que aunque llegara a pasarnos eso a tu madre y a mi, ninguno de los dos los dejaría, ¿si?, y debes estar tranquilo, a tu madre la amo demasiado como para hacer algo tan estúpido como para que quiera que no separemos, ¿si?
Jake que, sin saber si era porque tenía sueño o porque poco a poco olvidaba los detalles de su pesadilla, comenzaba a convencerse de las palabras de su padre, asintió.
¿Me prometes que no nos dejarás nunca? preguntó, sacando a relucir toda su inocencia.
Por supuesto. contestó él, sonriéndole, y sin pensar que quizás en unos años, no podría mantener esa promesa. Ahora… devuelta a la cama que mañana hay escuela, ¿vamos?
El pequeño, que había vuelto a tomar el vaso, lo dejó en la mesa y pegó un salto, bajando de la silla y le sonrió a su padre, quien devolvió la sonrisa y lo acompañó hasta su habitación.
Que descanses. dijo y tras abandonar la habitación, Jake quedó dormido.

Perdón, no pude bajar, temía que me vea desde la cocina. se disculpó Mariel, que aguardaba en la puerta de Billie.
No te preocupes, vamos… dijo él, restándole importancia.
Oye…
¿Si? preguntó volteándose hacia ella, aunque imaginando lo que iba a decir…
¿No crees que…?... creo que mejor duermo abajo…
Sabía que dirías eso… contestó Billie, revoleando los ojos. No seas tonta, no pasa nada. la calmó con una sonrisa.
Pero…
Vamos, de verdad, está todo bien. murmuró mientras la abrazaba, sin pensar que sus palabras no tenían mucho sentido y sin recordar siquiera, la charla tenida con su hijo hace instantes.
Mariel lanzó un suspiro… ¿cómo, tan rápido, le costaba decirle que no?
Bien… accedió y Billie sonrió antes de besarla.
Al separarse, la notó sonrojada, más no dijo nada, y con una sonrisa, avanzó hacia la cama.


Era aún muy temprano cuando Billie Joe despertó y se preguntó que hora era.
‘‘Casi las seis…’’, miró a Mariel dormir profundamente a su lado, y no pudo evitar sonreírse. ‘‘Dentro de media hora se levantará…’’ pensó y sin tener que meditarlo demasiado, quitó la alarma, y en silencio entró al baño de la habitación a tomarse una ducha y luego bajó.
¿Cuándo fue la última vez que te levantaste temprano para cocinarle a tu esposa? le reprochó una voz en su cabeza, pero los waffles estaban por quemarse, entonces no dio importancia a su entrometido sentido de culpa.

Buen día… saludó entrando a la habitación.
Mariel profirió un leve sonido y perezosamente, abrió un poco los ojos.
Hola. volvió a saludar. Ella sonrió.
Hola. repitió adormilada y se estiró un poco. ¿Qué hora es?
Hora de desayunar. dijo divertidamente y alzó la bandeja.
No… no debiste… pronunció y rió, mientras se sentaba en la cama.
Pero ya lo hice. murmuró mirándola a los ojos con una tonta sonrisa.
En serio, no debiste… repitió ella, con la misma cara de enamorada que él.
Si, si debí.
No, no, no.
Dijeron en voz muy baja, mientras se acercaban.
¿Qué puedo decir?, me gusta lo indebido. bromeó con una sonrisa luego de besarla. Ambos soltaron una leve risa.
Gracias. agradeció recibiendo la bandeja.
De nada, señorita. dijo él. Ahora, si no es mucha molestia, iré a levantar a los niños y darles de desayunar. Puedes bañarte aquí arriba y bajar cuando los lleve, así no te ven salir de la habitación…
Y luego de estas palabras, Billie Joe abandonó la habitación.
Mariel quedó con la sonrisa pegada en el rostro un momento y luego tras un suspiro, comenzó a comer lo que Billie le había llevado. Prefirió no ponerse a pensar en aquello que le había arrancado la sonrisa. ¿Para qué amargarse la mañana pensando en qué pasaría al volver Adrienne?, y además, ¿por qué habría de importar?, si eso que estaban haciendo era cosa de un rato… tampoco quiso detenerse a pensar en aquello, porque ¿cuánto tardaría en darse cuenta en lo que acababan de meterse?, ¿aún había retorno?...
Se acomodó un poco mejor y comenzó a masticar una tostada, haciendo que ese zumbido molesto de su subconsciente callara.

¿Y Mariel? inquirió Jake mientras Joey tomaba su jugo.
Me desperté antes de que suene la alarma y cuando se levantó estaba medio pálida, así qué le dije que se fuera a dormir un rato. mintió Billie.
Ah…
Entonces, ¿nos llevarás tu a la escuela? interrumpió Joey, entusiasmado.
Así parece. dijo y arrancó una sonrisa a cada niño.
Cuando acabaron de comer, Billie los llevó a la escuela y cuando regresó, se encontró con Mariel lavando los platos.

Buen día… saludó abrazándola por la espalda.
¡Ay!, ¡me asustaste! se quejó sobresaltada y luego rió, mientras él le daba besos en el cuello. Veo que alguien se despertó cariñoso hoy, eh…
Puedes apostar. confirmó y volvió a besarla.
Hey… vamos… instó a parar, entre risitas.
¿Quieres que pare? inquirió divertido mirándola.
Mmm… si…
No te creo…
Yo tampoco. contestó ella y rió.
Lo sabía. afirmó con tono pícaro y la alzó.
No, espera, ¡era broma! empezó a decir entre risas.
No te oigo… exclamó a la vez que la dejaba sobre su hombro.
¡Bájame! gritó sin contener la risa. Billie comenzó a tararear una canción
Mariel comenzó a pegarle en la espalda, dónde colgaba su torso, y a sacudir sus piernas, que estaban colgando delante de la cara de él. Todo esto, sin dejar de reír y pedir que la suelte.
¡Listo!, ¡llegamos! bromeó, cuando la dejó caer en la cama.
Ella rió.
Eres un idiota, ¿lo sabes?
También sé cuánto te gusta eso. espetó y le guiñó un ojo.
Eh… qué agradable está el clima hoy, ¿no crees?cambió el tema con una exagerada expresión acreditando sus palabras.
Claro, y luego el idiota soy yo… dijo entre risas y sin darle tiempo de nada, la besó.
¿Es posible que esto termine bien? murmuró a centímetros de él, en cuanto se separaron.
Esto no puede terminar mal. susurró él sin pensarlo siquiera, y volvió a besarla tiernamente.
Ya comenzaba a bajar sus manos hacia el fin de la remera, con el objeto de quitársela cuanto antes. Pero algo lo hizo sobresaltarse...
El timbre. Jadeó.
Deben ser Mike o Tré… sugirió ella.
Mierda… diría que se caguen, pero lamentablemente, tienen la llave de casa y el auto está afuera… se quejó y pesadamente, se levantó de la cama.
Deja que abra yo…
¿Por qué?
Porque si siguen sorprendiéndonos en la cama y siempre abres tú y luego aparezco yo, bajando ‘‘de la pieza de los niños’’, nadie se la va a tragar.
Billie hizo un momento de silencio.
Tienes razón. admitió con cierta gracia, aunque Mariel no entendió qué le resultó cómico, y tampoco se esforzó por preguntar.
Sonó el timbre otra vez.
¡YA VA! avisó ella desde el pasillo.
No entiendo para qué tienen la llave si igual joden con el timbre dos horas seguidas. volvió a quejarse Billie, saliendo detrás de ella.

¡Mariel!, hola… Saludó confundido.
¿Jason? inquirió Mariel. ¿Cómo te encuentras?, pasa… estoy cuidando a los hijos de Billie mientras Addie no está. explicó ante la expresión de no entender nada, de Jason White.
Ahh… muy bien ¿y tu?
Me alegro, y bien, ¿cómo está tu primo?... ¿o era tu sobrino?
Primo. dijo y río levemente. Muy bien.
Mándale saludos de mi parte cuando lo veas.
Lo haré. contestó con una sonrisa y levantó la mirada hacia delante. ¡Billie!, ¿qué tal? exclamó sonriente.
Jason, ¿qué haces aquí?, muy bien, ¿y tu? respondió éste, notoriamente encantado con la visita.
Pasaba a saludar, hace tiempo no nos vemos. Y con respecto a tu pregunta, todo muy bien.
Creo que me voy a limpiar y los dejo solos. interrumpió Mariel con una sonrisa, y se marchó.


¡Hola! saludó alegremente, Jake, cuando la vio esperándolo junto al auto.
Hola, ¿cómo te fue? preguntó a la vez que lo abrazaba.
Bien, la señorita me felicitó dos veces por un dibujo que hice. Contó con una gran sonrisa, a la vez que Mariel le abría la puerta y daba la vuelta para meterse también al auto.
¿Enserio?, ¡qué bueno!, debe estar muy lindo ese dibujo entonces. comentó una vez adentro del vehículo, Jake asintió.
Volvieron a la casa y Jason ya se había tenido que ir, al rato, Mariel salió en busca de Joey.

Voy a preparar la cena. informó cuando llegó con el niño.
Bien, entonces yo creo que tengo ganas de ganarle una carrera a mis hijos en los videojuegos… dijo Billie, haciéndose el agrandado.
Nunca podrás vencernos, eres muy malo. dijeron ambos niños.
Eso ya lo veremos. Los retó, y en menos de cinco minutos, ya estaban jugando.

Luego de cenar, los niños se acostaron, mientras que Billie, tuvo ganas de beber algo y Mariel de ver un poco de televisión.
Oye… ¿no pensarás en dormir aquí abajo, verdad? inquirió él en un momento.
¿Y dónde más puedo dormir? preguntó, pero no como forma de indirecta.
Billie revoleó los ojos.
¿Por qué tanto empeño en hacerte la tonta? inquirió.
Bueno, bien, dormiré contigo, perdón. Cedió, sabiendo que de todas formas, lo haría.
Él sonrió y se acercó a besarla.
No te pongas muy cariñoso que pueden aparecer tus hijos en cualquier momento… murmuró cuando Billie comenzó a besarle el cuello.
No van a bajar…
Tu sabes que quizás si, por favor, Billie…
Pero…
Pero nada.
Billie se separó y suspiró.
Bien.
Se acomodó en su lugar y tras un momento de breve reflexión, se paró, la subió en brazos, y como pudo, combatiendo sus forcejeos, apagó la televisión, la luz y la subió hasta la habitación.
Aquí no tienes excusa. dijo maliciosamente, apagó la luz y cerró la puerta detrás de él.



A la mañana siguiente, Mariel despertó antes que Billie, y luego de vestirse, bajó, estaba preparando el desayuno, cuando sonó el teléfono.
¿Hola?
Hola, ¿casa de los Armstrong? preguntó una voz femenina desde el otro lado.
Si, si, ¿con quién hablo?
Soy Adrienne, y tu eres…
Mariel. interrumpió ella. ¿Quieres hablar con Billie?, está arriba, supongo que ya debe haber despertado y no tiene ganas de levantarse…
Por favor. dijo Adrienne con amabilidad.
Bien, ahí te lo llamo. avisó y dejó el teléfono a un lado.

¡Billie!, ¡Adrienne al teléfono! llamó desde la parte más alta de la escalera, al tiempo que se seguía acercando a su habitación.
Atiendo desde aquí. avisó.
¿Tienes teléfono ahí y no atendiste?
Lo siento, no tenía ganas de hablar por teléfono. se disculpó y atendió a su mujer.


Hola, ¿Addie?
Hola, Billie, ¿cómo se encuentran todos por allá?
Muy bien, ¿sucede algo?, es raro que llames tan temprano, y más conociéndome… preguntó, haciendo referencia a sus hábitos de sueño, que solían estar bastante cambiados.
La verdad, si… Mamá anoche se desmayó, y tuvimos que ir al hospital. ¿No te molesta que me quede una semana más con ella?, no me gusta que se quede sola con papá estando mal…
Uh… no, no te preocupes… dijo y en ese instante, se sintió una basura por imaginarse una semana entera con Mariel en su cama. ¿Está bien ella?
Si, ahora si, dicen que con una buena dieta y unos medicamentos para la presión, no debería pasarle más, pero bueno, quiero estarme segura.
Claro, claro… Bien, entonces hoy hablaré con los niños… mándale saludos de mi parte.
Lo haré. Te amo.
Y yo a ti.


Adivina qué… dijo ni bien apareció en la entrada de la cocina.
¿Qué? inquirió extrañada.
Adrienne se queda una semana más con su madre.

La sonrisa de Mariel, se amplió inconcientemente con las palabras de Billie Joe, quien, sin molestarse mucho por estar de la cocina, caminó a darle un largo beso. Un largo beso que esperaba repetir muchas veces a lo largo de la semana sin su esposa…



        ·        

Ya sé, me odian, perdón T_T
Tardé mucho porque, en un principio, esto iba a ser dividido en dos capítulos, pero era muy corto el primero, entonces los uní, y por eso tardé tanto en subir :_
y ya sé que el principio está horrible... pero no pude terminar de narrar cuando estaban en la cama, no encontraba las palabras adecuadas para que no quede (a mi parecer) ordinario :$, así que... tuve que resumirlo así... ya usaré ese fragmento más adelante, cuando pueda terminarlo e incluirlo (6) (? xD

En fin... tardé tanto que necesito hacer una aclaración, por si a alguien se le ocurrió la probabilidad de que deje el blog for ever(?
Si algún día se me ocurre no escribir más, lo voy a avisar xD, y si se me ocurre, será después de terminar todas las fic que empecé a subir y no terminé, así qué... podré tardar, pero no abandonar(?, era necesario decirlo(?
Trataré de subir el próximo capítulo más rápido, y de avanzar con otra fic que tengo empezada, para subirla cuando esté terminada. Quiero tener un par hechas, para poder subir el año que viene, porque con la facultad (me tengo que anotar el martes...) no voy a tener tiempo de escribir mucho... así que... pondré empeño en las fics que empecé y nunca subí (R)

y nada, eso(?) ._. 



AAAAAAAAAH!, no revisé el cap, quería subirlo de una vez, así que... si ven algún error, avisen y corrijo xD