viernes, 22 de julio de 2011

''The ballad of Whilhelm Fink'', Parte I. Capítulo 4.

El día los sorprendió a todos con algo de sueño, Billie se levantó y como de costumbre, luego de darse un baño y vestirse, despertó a sus hijos. Jake ni bien su padre abandonó la habitación, veloz como un rayo tomó un marcador rojo, buscó el almanaque que escondía bajo su cama, y tachó otro día. Tras pensar en que ya faltaba menos, guardó todo en su lugar y bajó junto a su hermano y su padre a la cocina, donde Mariel los esperaba con un vistoso desayuno que comieron sin chistar.
Miren chicos que hoy el ensayo es en casa… comenzó a decir Billie, pero se vio interrumpido.
¿Vendrán el tío Mike y el tío Tré a casa? Preguntó Jake con una sonrisa tan grande y ansiosa como la de su hermano.
Si, y por eso…
¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiii! exclamaron ambos, Jake además aplaudió un poco.
Billie revoleó los ojos, aunque también sonriendo.
Les decía, que por eso estaré muy ocupado en casa y los deberá ir a buscar Mariel. finalizó al fin, y le dirigió una nada disimulada mirada a su hijo menor.
Ambos hicieron una mueca.
Pero… ¿se quedarán a cenar?
No lo sé, Jake. Recuerda que Frankito también lo extraña a Tré cuando no está en casa. explicó con paciencia.
Y que vengan todos. soltó como si fuese lo más sencillo del mundo, y ahora si, Billie rió.
Pero, pobre Mariel, no es tan fácil hacer una cena para ocho personas así como así, sin previo aviso. Además, quizás no puedan. excusó.
Y pidan unas pizzas. No es muy difícil. sugirió Joey mientras metía la cuchara en su boca.
Bueno… haremos lo siguiente, yo los invitaré para que vengan el viernes, así pueden quedarse más tiempo, ¿qué dicen?
Ambos asintieron frenéticamente con la cabeza y él volvió a sonreír.
Ahora, apresúrense y vayan a cambiarse. pidió y se levantó en busca de Mariel, quien se encontraba en el lavadero, lavando unas prendas sucias.
¿Sabes dónde es la escuela de los chicos, o nos acompañas para ver? preguntó al entrar.
Em…
Mejor ven con nosotros. dijo tras una risa. El intento de ubicar la escuela mentalmente se había reflejado con claridad en su rostro y era suficiente para entender que era mejor que los acompañe.
Con todo gusto. respondió y dejó salir una pequeña risa.
Bien… concluyó entonces y se giró dispuesto a salir, pero no dio ni tres pasos y se frenó. Oye… sabes conducir… ¿no? preguntó con un aspecto de confusión que la hizo reír.
Claro. Descuida.
Bueno, entonces voy a apurar a los chicos… dijo más por decir algo y salió.

Apresúrense que llegarán tarde. advirtió Billie, media hora después, cuando ambos niños se encontraban en el piso de arriba, Jake buscando su zapatilla izquierda y Joey su libro de matemática.
No encuentro mi zapato. gritó Jakob desde arriba.
Ni yo mi libro de matemática. Añadió Joseph.
Joey, tu libro está abajo, y Jake, eso pasa porque no dejas las cosas donde van. respondió su padre a la vez que subía.
No está, yo las dejé a las dos ahí y ahora falta una. dijo haciendo trompita con la boca y señalando a un lado.
A ver… soltó Billie luego de un suspiro y revisó bajo la cama.
Ya me fijé y no está ahí.
¿No? preguntó con la cabeza contra el piso.
No.
Entonces, esto, ¿qué es? volvió a preguntar a la vez que se levantaba con la zapatilla en mano.
Pero… ¡no estaba! exclamó el niño, confundido.
Ya, no importa. Póntela y baja que llegarás tarde. concluyó y salió de la habitación. Minutos más tarde, Jake también bajó y los cuatro se dirigieron al auto.
¿Qué hace Mariel? preguntó el menor en tono confidencial a su padre.
Ella vendrá a buscarlos, nos acompaña para saber donde queda la escuela.
Y no pronunciaron otra palabra al respecto. Mariel subió adelante, del lado del acompañante y los niños atrás. No dejaron de hablar en todo el trayecto, así como tampoco lo hicieron Billie y ella, aunque ninguno de los cuatro tocó algún tema importante.
Al llegar al colegio, Billie los despidió y les recordó que Mariel iría a buscarlos mientras que él los esperaría en casa con Mike y Tré. Entonces los chicos no protestaron.
Oye, me olvidé de decirte, el viernes quizá vengan Tré y Mike a cenar a casa, Tré tiene un hijo pequeño y esposa  y Mike quizás venga con su hija, ¿no te molestaría cocinar, verdad?
Billie… pero si para eso me estás pagando. dijo ella con un tono que daba a risa, y como si fuese muy obvio.
Lo sé, pero bueno… tú sabes…
Mariel rió brevemente.
Descuida, me gusta cocinar y además, no voy a decirte que no aunque no me guste…
Lo admito, a veces soy un idiota. dijo y rió. Ah, y por cierto, ¿te había comentado que hoy el ensayo es en casa?
Mm… no pero me habías dicho que a veces sería en tu casa y oí algo hoy a la mañana de que venían Mike y Tré, así qué estaba advertida…
Perdón, se me había olvidado.
Descuida. Eso si… si quieren comer algo en particular, dilo en cuanto lleguemos así anoto y voy a comprar.
Claro. asintió y por un breve momento, la conversación se vio interrumpida por un silencio. Tu conoces a Mike y Tré, ¿verdad?
A Mike, fui la niñera de Estelle un par de veces, y a Jason, porque también cuidé a un sobrino o primo o no sé qué era de él… explicó
Entonces era él quien te envió… comentó más para si mismo.
Cuando les había contado a sus amigos que debía contratar una niñera, ambos, Mike y Tré, se habían ofrecido para conseguirle una de confianza, pero luego había olvidado preguntar quién de los dos la había enviado.
¿No tenías idea de quien me contrató?
No, es qué, olvidé de preguntar, el día que les dije que necesitaba una les comenté que día y todo y luego olvidé el asunto… Si Adrienne supiera me mataría… explicó y rió al final.
Y con razón. dijo ella y también rió.
Siguieron hablando de algunas cosas hasta que llegaron a la casa, y una hora después, Mike llegó.
Mariel, ¿cómo has estado? preguntó a forma de saludo.
Muy bien ¿y tú?
Bien, ¿cómo te está yendo con los chicos? siguió preguntando mientras entraba a la casa.
Bien, supongo que en uno o dos días estará mejor, aún no se acostumbran a verme.
Entiendo…
¿Y cómo está Estelle-Desiree?
Muy bien, está enorme, seguramente venga a casa a pasar el fin de semana.
Mike, hola.saludó Billie desde la escalera. Hablando, Mike y Mariel habían llegado hasta el living.
¿Qué tal? saludó también. Adivino… Tré no ha llegado… soltó, era casi costumbre decir algo al respecto, siempre llegaba tarde, Billie también solía retrasarse, pero Tré siempre era el peor.
En eso sonó el timbre.
¿Abres tú o…?
Si, voy yo.
Caminó unos cuantos pasos hasta ver por la ventana quien era y gritó: Pasa Tré, la puerta está abierta.
Pero cuando se iba a volver, Tré respondió.
Olvidé tus las llaves de tu casa.
Entonces, tras un suspiro, fue y le abrió.
Era chiste, las tengo en mi llavero, pero esa no es forma de recibir a tus invitados. dijo en cuanto entró.
Billie lo observó con una ceja alzada.
Eres un idiota.
Y tú un mal anfitrión.
¿Otra vez peleando? intervino Mike.
¡Él empezó! exclamó Tré, señalando a Billie y haciendo voz de pequeño caprichoso.
Todos rieron.
Eres un idiota, Tré. Pero te quiero. le dijo el cantante.
Aaw… no peleemos más, tonto. contestó el baterista, con voz de enternecido.
Ven aquí. llamó con los brazos abiertos y Tré lo abrazó.
Mariel y Mike no lograron contener la risa.
Son unos idiotas.
Pero nos quieres. afirmó Tré y Mike rió.
Solo un poco.
¡Oigan! exclamó el baterista.
¿Qué sucede? preguntaron los otros dos al unísono.
¿Qué nadie me va a presentar?, descarados. dijo haciéndose el ofendido. Bonjour Mademoiselle. saludó a la vez que tomaba la mano de Mariel y le daba un delicado beso. ¿Con quién tengo el gusto de hablar?
Mariel. respondió intentando no reír. Un placer.
El placer es mío, señorita.
No le hagas caso… es casado. se metió Billie hablando por detrás de Tré en voz baja, como de forma confidencial.
Pero ¿qué…? preguntó a la vez que se erguía y daba vuelta. ¡Es la tercera muchacha a la que me espantas en lo que va de la semana! exclamó. Pero está será la última. siguió en un tono de venganza e hizo como que sacaba un revólver del pantalón. ¡pum!, ¡pum!, ¡toma esto!, ¡pum!, ¡pum! exclamaba a la vez que hacía con sus manos como si disparara y nuevamente, todos estallaron en risa.
¿Así trabajan ustedes?, entonces creo que formaré una banda yo también. dijo Mariel cuando acabaron de reír.
Cierto, el ensayo. dejó salir Billie mientras se daba un golpe en la frente y los otros rieron. Bueno, cuando estén listos, vamos.
Si capitán estamos listos. bromeó Tré y luego fueron hacia el sótano, donde Billie tenía su estudio.

Oye, me cae bien tu amiga. Comentó Tré en un momento, mientras inspeccionaba una de sus baquetas.
¿Quién?, ¿la niñera?
Esa misma. contestó con una sonrisa, levantando la vista hacia él, de una forma algo graciosa.
Billie rió.
Si quieres puedo hablarle bien de ti, tú sabes. sugirió y le guiñó el ojo, tras lo que rieron.
Les recuerdo amigos, que el pequeño Tré, es casado. interrumpió Mike, mientras afinaba su bajo.
El baterista hizo una mueca de desilusión.
Pero… ¿ustedes creen que… Mariel sea celosa? preguntó luego, haciéndolos reír otra vez.
Bueno, ahora en serio… creo que Mike terminó con su bajo…
Sip.
¿Qué quieren tocar?
¡Panic Song! pidió Tré y antes de que sus amigos terminaran de asentir, contó a tres.
Ambos lo miraron como tildados un segundo y comenzaron a tocar. Tré se sonrió por eso.
Tocaron varios temas más, bromearon y charlaron hasta que la puerta del estudio se abrió.
¿Hola? preguntó Billie para saber quién era.
¡Papi! exclamó Jake y junto a su hermano, entró corriendo.
¿Para el tío Tré no hay abrazo? preguntó el baterista mientras ambos niños se colgaban del cuello de su padre.
¡Tré! exclamó el menor y corrió hacia él, mientras que Joey corría hacia Mike.
Ya, ya. Que me pongo celoso. espetó su padre cruzado de brazos, obviamente con falso enojo.
Cállate, nos quieren más a nosotros. dijo Tré, mientras recibía a Joey, quien tenía un no tan leve amor por la batería. Se me ocurrió una idea… soltó de golpe. toquemos los cinco, yo ayudo a Joey con la batería y tú Billie, a Jake con la guitarra.
¡Siii! exclamaron los niños al unísono.
Pero, ¿y Mike? preguntó el cantante.
Yo quiero tocar el bajo. dijo Jake.
Invita a Mariel a que toque la guitarra contigo. sugirió Tré.
Mm… no sé, no creo que quiera… comenzó a decir y entonces recordó algo. Me dijo que sabe tocar, aunque no sé qué instrumento… comentó. Ahora vengo. y salió de la sala de ensayo.
Mariel se encontraba en la cocina, justo por salir a llevarles algo de comer, pero cuando se dio vuelta se encontró con Billie ingresando.
Justo estaba por llevarles algo, ¿tienen hambre?
No, oye… ¿qué instrumento tocas? preguntó sin prestarle mucha atención.
Em, piano y violín, ¿por qué?
Uh… ¿guitarra no?
Tengo una mínima noción, pero creo que abandoné a la segunda clase porque tuve que venirme a California…
Eso basta. ¿Quieres venir a tocar con nosotros?, Tré sugirió practicar con los niños, él con Joey, y Jake quería tocar el bajo, y como yo quedaba solo sugirió que te llamara… ¿vienes?
Mmm… no sé…
Vamos, será divertido. instó él.
Ella suspiró.
Bien, pero, no te rías si toco mal. Aceptó y comentó, más por decir algo.
¡Oye! exclamó entonces Billie y Mariel rió en silencio.
¿Qué?
¡Tu cantas!
No, no, eso no…
Vamos, cantas bien y puedes elegir tu la canción si no la sabemos… bueno, hay muchos temas que debes cantar bien…
Guitarra si, canto no…
Billie suspiró.
Bien. cedió, aunque no pensaba darse por vencido.

Y tenemos guitarrista… dijo Billie al entrar al estudio, mientras Mariel caminaba detrás de él.
Entonces Tré acomodó mejor a Joey en la sillita que puso delante de él, y Mike sentó a Jake en su pierna, mientras se sentaba en un banco.
Toquemos algo lento porque es medio difícil tocar la batería así. Pidió Tré y luego de deliberar un momento decidieron tocar acordes al azar y ver que salía.
Billie se puso detrás de Mariel y le calzó la guitarra, trató de mostrarle que tocar, pero al fin desistió y puso en marcha su plan original: hacerla cantar.
Oigan… se me ocurre una idea… dijo en cuanto hicieron una pausa. Que alguien cante…
Y Mariel le tiró una mirada instantánea.
Lo lamento Bill, pero no ando de ánimos… yo sé que quieres que cante, pero te lo he dicho, lo mío es la batería. bromeó Tré.
Lástima, bueno… que cante otro entonces…
Que rápido me desechas...
¿Qué tal tu, Mariel? preguntó, mientras trataba de no reír y seguirle el chiste a Tré.
No sé cantar…
¡Cómo que no!, cantas muy bien. De seguro Tré quiere escucharte…
¡Que cante!, ¡que cante! comenzó a aclamar.
Mike les hizo señas a los niños para que se unieran y pronto los cuatro se encontraban pidiéndole que cante.
Y… ¿qué dices? consultó Billie.
Mariel suspiró.
Que me las pagarás. contestó y le pasó su guitarra.
Entonces siguieron tocando por horas. Todos dijeron e insistieron con qué cantaba muy bien, aunque Mariel trató de no creerles.
Ya es tarde… dijo Tré en un momento que pararon a descansar.
¿Quieren quedarse a cenar? invitó Billie.
¡Siiiiiiiii!, vamos tío Tré… exclamaron los niños al unísono.
No sé…
Por favooooooooooooorrrrrrrrr… volvieron a exclamar, tomándose las manos como para rezar.
Creo que heredaron la persuasión de ti, Billie. bromeó Mike al ver a Tré dudar.
Billie se ruborizó levemente recordando varios casos…
Está bien, pero déjenme llamar a Frankito para decirle que llegaré tarde…
¡Siiiiii!
Creo que voy a cocinar… ¿qué preparo?
Descuida, pidamos pizzas.
Hey, Bill… usaré tu teléfono avisó Tré.
Claro. dijo él.
Y luego no ensayaron más, Tré se quedó jugando con Jake y Joey a los videojuegos y algunos juegos de mesa, los chicos cada tanto llamaban a Mike, quien jugaba con ellos un momento y luego volvía a charlar con Billie y Mariel.
Cenaron pizzas y luego los niños se fueron a dormir, entonces Tré quiso regresar a la sala de ensayos, pero con Mariel, entonces bajaron los cuatro con unas pizzas y cervezas.
¿Por qué tengo que cantar yo?
Porque no tocas ningún instrumento. contestó Billie.
Bueno, enséñame alguna canción.
Pero no es tan… suspiró. Bien… ven. llamó a la vez que se quitaba la guitarra.
Nuevamente, como cuando estaban con Jake y Joey, le calzó la guitarra.
¿Cuál tocamos? preguntó.
¡Time of your life! exclamó Tré.
Pero en esa no hay bajo ni batería… intervino Billie.
Lo sé, quiero reír un rato. se explicó el baterista.
Yo igual voto por Time of your life. añadió Mike.
Billie les dedicó una mirada similar al odio.
Pero luego tocamos Dominated love slave. ‘‘advirtió’’ y luego se acomodó detrás de Mariel le explicó más o menos como era el tema y después de un momento, comenzaron a tocar… o a intentarlo.
 Another turning point, a fork stuck in the road. Time grabs you by the wrist, directs you where to go. So make the best of this test, and don't ask why. It's not a question, but a lesson learned in time.
 It's something unpredictable, but in the end is right. I hope you had the time of your life.
Entonces Billie intentó correrse un poco, pero al hacerlo tropezó y cayó contra ella. No cayeron al piso, pero quedaron demasiado pegados…
Lo siento. se disculpó enseguida.
Descuida. dijo ella.
Mike y Tré notaron el notorio color rojizo que tomó el rostro de Mariel, pero no dijeron nada, les pareció una reacción normal y además… era más divertido verlos intentar tocar medio tema sin errar la mitad de las notas.
Rápidamente, olvidaron el pequeño ‘‘incidente’’, y siguieron pasándola bien, y para las doce y media, ya los cuatro estaban bastante pasados de copas, más que nada, Billie Joe, que no debía manejar, y Mariel, quien no estaba tan acostumbrada a tomar, entonces, Mike y Tré decidieron que lo mejor sería volver a sus casas, y así lo hicieron, mientras que los otros dos optaron por seguir bebiendo y tocando un poco más.
¿Qué tocamos ahora? preguntó Billie con la voz algo rara a causa del alcohol.
¡Satisfaction!
Bien… pero canta tú y yo toco.
No, mejor me enseñas a tocar y cantamos los dos.
Bueno, pero te advierto que en estas condiciones no coordino bien. dijo a la vez que se tropezaba con el bajo de Mike, yendo a buscar su guitarra.
Ni que lo digas. soltó Mariel y comenzó a reír.
Billie también rió, luego tomó la guitarra.
Ya cállate y ven. llamó, y ella fue. Bueno, em… dame tu mano…
Sé tomar la guitarra…
Perdón, el alcohol me tiene distraído… se disculpó.
A continuación le explicó cómo era el tema y comenzaron a tocar.
I can’t get not satisfaction, I can’t get got satisfaction. comenzó a cantar él. canta tú también.
‘Cause I try and I try and I try and I try... cantó ella.
I can’t get no!, I can’t get no!… exclamaron los dos y rieron.
When I’m drivin’ in my car… siguió él.
…and that man comes on the radio, he’s tellin’ me more and more…
About some useless information, supposed to fire my imagination…
I can’t get no! volvieron a exclamar juntos.
I can’t get no, nanana… ‘cause I try and try and try, nanana…
Billie comenzó a reír.
Creo que no era así. le dijo.
Da igual. respondió Mariel y también rió.
Tengo ganas de bailar… comentó él, ella giró la cabeza hacia atrás.
¿Bailar?
Asintió.
¿Por qué no se te ocurrió antes? preguntó y rió. Ten. dijo a la vez que se quitaba y le tendía la guitarra.
Billie la tomó y dejó en su lugar, se dio vuelta tomando su botella de cerveza y observó a Mariel tenderle la mano para bailar, iba a tomarla pero ella la quitó.
Espera… pongamos música. soltó.
¿Satisfaction?
Satisfaction. asintió con una sonrisa.
Unos minutos más tarde, ambos se encontraban en el medio del estudio con una cerveza cada uno, cantando y bailando.
I can’t get no! exclamaron y rieron.
Amo esa parte. comentó Mariel entre risas, y entonces, tropezaron con un cable y cayeron al suelo, él sobre ella.
Tardaron un momento en reaccionar, la música seguía sonando, él la aplastaba levemente y tenía sus rostro muy cerca, de quererlo, podía acortar la distancia y besarla, pero no pasó eso por sus pensamientos, de hecho, nada pasó por su pensamientos, ni por los de ella, los sentidos de ambos se habían apagado, y ahora se tenían cara a cara, más cerca de lo que Adrienne habría aprobado. La música sonaba fuerte, muy fuerte, pero ellos no la oían, no escuchaban más allá de sus respiraciones entrecortadas y sus crecientes latidos, no sentían más allá de sus alientos chocar el uno con el otro, haciéndose uno solo, no veían más allá de los ojos que tenían en frente, estaban congelados en el tiempo, petrificados.
Mierda. se quejó Mariel, haciendo que toda la realidad cayera sobre ellos en segundos.
La música volvió como un rayo y los efectos de la resaca se adelantaron a la mañana, manifestándose en un horrible dolor de cabeza.
Lo… lo siento… musitó él y se levantó medio tambaleando.
Mariel se sentó y limpió la mano en el pantalón. Una de las botellas de cerveza había caído a su lado y el líquido se había esparcido junto a ella.
Que asco. se volvió a quejar y luego se paró.
Billie quitó la música.
Mierda, mi cabeza.
No volveré a aceptar una invitación tuya a tomar. bromeó ante el comentario y él, a pesar de lo incómodo que se sentía y del dolor de cabeza, rió.
¿A dónde vas? preguntó al verla que se dirigía a la puerta.
A buscar algo para limpiar el piso, sino quedará pegajoso…
Deja, yo lo limpio…
Vamos, ¿para que me contratas si quieres que no haga nada? inquirió con una sonrisa y luego salió.
Detrás de Mariel, salió él, con botellas y cajas de pizza en mano, luego de tirarlas volvió al estudio, donde estaba ella.
Me voy a acostar… que descanses. saludó a la vez que se pasaba la mano por la cara.
Claro, también tú. contestó y le dedicó una pequeña sonrisa, a la que él respondió antes de volver a abandonar la sala de ensayo e irse a dormir. 

     

          ·          

Bueno... medio largo quedó o.O, estoy tardando por el motivo de que los estoy haciendo largos xD, me queda una semana para terminar la parte uno... espero llegar xD, y bueno... quedó feo, lo sé :( e.e

sábado, 16 de julio de 2011

''The ballad of Whilhelm Fink'', Parte I. Capítulo 3.

Mariel… hoy llevaré a los niños a la escuela yo, porque estarán molestos y malhumorados por no estar su madre, volveré al terminar el ensayo. Si tienes hambre, estás aburrida o lo que sea, y has terminado con todo, siéntete como en tu casa. comunicó Billie, mientras entraba en la cocina, ella asintió.
Y cómo dijo… hizo, primero pasó por la escuela, donde dejó a Joey y Jake en la escuela y jardín de niños, respectivamente, Joseph no había hecho mayor revuelo, se comportó apagado, como si le faltaran las razones de vivir, en cambio, Jakob, no había parado de llorar hasta que su padre le tendió un par de dulces y le prometió que lo iría a buscar.
Cuando al fin hubo dejado a ambos niños, llamó a Mariel, para avisar que iba en camino, y luego si, se dirigió al ensayo en casa de Tré.
Uff… dejó escapar mientras colgaba su abrigo y caminaba en busca de su guitarra. Al voltearse, tal y como la esposa de su amigo le indicó, se encontró con Mike y Tré.
¿Día duro? fue Mike quién habló.
 Y recién comienza. afirmó Billie, con un dejo de cansancio, el solo imaginar como estarían sus hijos en la tarde le provocaba cansancio. ¿Les molesta acabar temprano hoy?, tuve que prometerle a Jake que iría a buscarlo yo para que pudiera calmarse y entrar a clase. explicó, ya no con un dejo, sino con notorio cansancio.
Descuida. dijo Tré, haciendo un gesto con la mano, restándole importancia.Ya que estoy creo que aprovecharé para buscar a Frankito yo también. añadió luego.
No dijeron más, Billie tomó su guitarra, mientras Mike su bajo, Tré quién ya se encontraba en la batería, esperó a verlos listos y contó hasta tres.
¡Un!, ¡dos!, ¡tres! y el silencio, tras un amague a tocar, fue la respuesta. Cierto… ¿qué tocamos? preguntó entonces y los tres rieron.
No lo sé, ¿qué opinas tu, Mike?
Tengo ganas de ‘‘Longview’’.
Claro, por que en esa puedes lucirte. espetó Tré, solo por decir algo, y los otros soltaron una risita.
Entonces… ¡un!, ¡dos!, ¡tres! y ahí si, la música comenzó a sonar, y no se detuvo hasta la hora de partida de Billie Joe.
Nos vemos mañana… saludó y caminó hacia la puerta. El siguiente ensayo sería en casa de Billie, por lo que podría cortar un momento con la música para saludar y calmar a sus hijos y luego volver a su guitarra.

¡Papi! gritó su hijo y corrió hacia él, con una sonrisa en el rostro.
¡Jake! respondió igual de sonriente y lo recibió en sus brazos, haciéndolo volar en los aires.
El pequeño comenzó a reír alegremente, contagiándolo a él.
¿Y tu hermano?
Sale en una hora.
Ah… soltó. ¿Vamos a casa?
El niño asintió con la cabeza, con una gran sonrisa pintada en su rostro.
¿Tienes tarea? preguntó Billie ya dentro del auto.
Papá… dijo Jake con tono de reproche.
¿Qué? inquirió curioso.
Es a Joey a quien le dan tarea… soy pequeño aún. se explicó, haciendo sonreír a su padre.
Cierto.

Cuando llegaron a la casa, Mariel los recibió alegremente.
Hola, muchachito. saludó mientras acariciaba la cabeza del niño.
Hola, mm… ¡Mariel! contestó él, haciendo una breve pausa para recordar el nombre.
Ella, al igual que Billie, rieron.
¿Qué tal? saludó el cantante, mientras le daba un beso en la mejilla.
Bienvenido. Siéntase como en casa. bromeó ella y se apartó para que pasaran.
¡Papá!, ¡videojuegos! ‘‘pidió’’ Jake.
Billie miró a Mariel, quería conversar un momento de cualquier cosa con alguien…
Ve, estoy preparando un pastel para que coman cuando llegue Joseph, entonces conversamos, si quieres. dijo esta, comprendiendo bien la mirada que él le había echado.
El guitarrista sonrió.
¡Papáaaaaaa! volvió a llamar Jake, impaciente.
¡Ya voy!, ¡ya voy! contestó Billie de excelente humor, y caminando hacia donde estaba su hijo. Mira que en veinticinco minutos debo ir por tu hermano. advirtió y se sentó junto a él.
                      
Cuarenta minutos más tarde, llegaba nuevamente Billie Joe a casa, con su hijo mayor, Joey.
Hola, Joey. Saludó Mariel.
Hola. respondió él y pasó.
¿Tienen hambre? preguntó ella, cuando los tres Armstrong se encontraron en el living.
Si, si, si… exclamó Jake, asintiendo frenéticamente con la cabeza.
Billie y Mariel rieron.
¿Y ustedes? instó al ver que ni Joey ni su padre contestaban.
Claro. Contestó Joseph.
Mucha. dijo Billie.
Bien… soltó Mariel, y caminó a la cocina, donde tomó una gran bandeja con tres tazas de chocolate caliente y tres enormes porciones de pastel de chocolate. Aquí tienen. dijo y dejó la bandeja en la pequeña mesa del living.
No tardaron mucho en tomar todos su taza y pastel, y comenzar a devorarlos.
Niños, yo voy a la cocina con la niñera a hablar cosas de adultos, ustedes, quédense aquí comiendo y jugando, sin pelear, ¿si?
Ajamm… asintieron sin dejar de saborear la comida.
Entonces, Billie y Mariel, salieron de la sala de estar rumbo a la cocina.
¿Y… cómo te encuentras?
Muy bien, y cómoda, debo admitir.
Él sonrió.
Se quedaron un momento callados, hasta que Billie notó como ella observaba unos de los tatuajes que sobresalían debajo de su manga.
¿Te gustan los tatuajes? inquirió entonces, pero no porque le molestara, sino por hacer conversación.
Lo siento… si, al decir verdad, bastante.
No hay problema. ¿Y no tienes ninguno?
Negó.
Soy algo miedosa. admitió y él se sonrió.
Pero, ¡no duele tanto! reprochó.
Ella lo miró arqueando una ceja.
Bueno… tal vez un poco… pero, ¿qué es un poco de dolor y comezón por un tiempo por algo que durará toda la vida?
Buen punto. comentó, haciéndolo sonreír con autosuficiencia. Pero, aún así, me dan miedo. volvió a decir, y soltó una risa, al mismo tiempo que él dejaba salir otra, meneando la cabeza.
Y de tatuarte… ¿qué te harías?
Ella pensó un breve momento.
Probablemente, algo referido a la música, o el nombre de mi madre. contó.
Buena opción.
¿Los tuyos sobre qué son?
Bueno… tengo varios… comenzó a decir, al mismo tiempo que se arremangaba la camisa.Éste… dijo, mientras señalaba un tatuaje rectangular dividido en cuadros. Es una secuencia de fotos de mi esposa… explicó con un dejo de enamoramiento en su voz, Mariel se sonrió con ternura ante esto.
Es muy lindo. comentó, haciendo que el dejo de amor en su voz, se transformara en una sonrisa.
Gracias… agradeció, y siguió mostrándole sus tatuajes, hasta que Jake los interrumpió.
Papá, llamó mamá, quiere hablar contigo.
Ahora voy. contestó y sin más, se puso de pie y caminó hasta el teléfono más cercano.
Hola, ¿Addie?
¡Billie! exclamó ella.
Amor, ¿cómo te encuentras?
Muy bien, ¿y tu?
Bien, aunque no pasó ni media semana y ya te extraño.
Y yo ni te cuento. soltó con desánimo.
¿Cómo se encuentra tu madre?
Bien, es decir, no es nada grave…
Me alegro. Admitió él.
Ella sonrió, aunque sabía que su esposo no lo veía.
Hablé con los niños recién, me dijeron que los fuiste a buscar tú al colegio.
Billie rió.
Si, es qué, sino le prometía eso a Jake, no iba a entrar. O peor, iba a estar todo el día llorando para que lo vaya a buscar.
Addie rió también.
Lo sé… Es casi como cuando tú te vas… solo que yo debo consentirlos el doble, tu solo tienes que jugar con ellos o hacer cosas que normalmente hago yo. le ‘‘reprochó’’
Él volvió a reír.
¡Oye!, quéjate con ellos, no soy yo quien llora para no entrar al jardín… exclamó en su defensa y rió nuevamente. Addie también lo hizo.
Bueno, creo que mejor me voy o mis padres me matarán cuando venga la factura del teléfono.
Esta bien. aceptó luego de una leve risa. Te amo, te llamaré luego.
Yo te amo más, y espero esa llamada… Adiós.
Adiós.
Y cortaron.

Luego de hablar colgar, volvió unos pasos atrás, donde Mariel limpiaba la mesada de la cocina.
¿Tienes pareja o algo? preguntó de la nada, como si la conversación nunca hubiese sido interrumpida.
Ella se paró un momento y negó.
No, la última relación seria que tuve, terminó hace como un año… Le molestaba que le dedicara tanto tiempo a mis estudios…
Billie la quedó mirando, como tratando de entender.
Perdón pero… era un idiota… dijo al fin.
Ella sonrió.
Lo sé. asintió. Por eso me alegro de que me haya dejado, y en el momento que pasó tenía exámenes, por lo que ni tuve tiempo de deprimirme…
Bueno, en ese caso, el estudio te salvó dos veces. bromeó sin saber muy bien qué decir.
Y tú… ¿hace mucho estás con tu mujer? preguntó luego de un risa.
La misma cantidad de años que tiene Joey. contestó, con una sonrisa, recordando el día después de su boda, cuando Addie le confesara que estaba embarazada. Y eso solo de casados…
Mariel soltó un silbido.
Billie rió.
No es tanto, pero si se tiene en cuenta como soy o como era cuando empezamos y además mi empleo, creo que si es bastante. comentó.
Es bastante y se acabo. bromeó y rió.
Él sonrió.
Oye, ¿y de dónde eres?
Nací en Inglaterra y viví allí hasta los catorce años. Mis padres habían tenido que irse de aquí cuando los trasladaron por el trabajo, y luego cuando la compañía entró en crisis los regresaron para California. Cuando vivíamos en Inglaterra mi madre vivía anotándome en escuelas de danza, de dibujo, de pintura, de lo que fuera, cuando tuvimos que venirnos, como había menos dinero dejé muchas de esas cosas.
¿Eres inglesa?
Asintió.
No tienes acento inglés.
Pues, llevo cerca de siete años aquí, en algún momento debía perder el acento, ¿no crees? dijo luego de una breve risa. ¿Y tú?
¿Por qué no tengo acento inglés? bromeó él.
Ella rió.
No… de dónde eres… agregó y volvió a reír.
Amm… bueno… resulta que, de aquí… respondió algo perdido.
Mariel lo miró con el ceño fruncido, curiosa por como contestó.
Lo siento, me distraje. se disculpó y ambos rieron.
Iban a seguir hablando, pero un grito de Jake los interrumpió.
¿Qué mierda pasa? preguntó tras ponerse de pie.
Ey… ¡ey! exclamó.¿Qué están haciendo? cuestionó a la vez que se acercaba a separar a sus hijos.
¡Joey me pegó! se quejó Jake, llorando.
¡Eres una niñita!exclamó él.
Joseph. dijo Billie en tono grave.
¡Él empezó! se defendió.
No me importa quién empezó. No quiero que se peleen. Ahora se va cada cual a su cuarto y no tocan los videojuegos hasta que no sepan comportarse.
¡Pero, pero!
Sin peros.
Ambos niños, marcharon rumbo a sus habitaciones a paso lento y refunfuñando. Aunque una hora más tarde se encontraban nuevamente frente al televisor.
Qué rápido aprenden a comportarse. Bromeó Mariel al pasar junto a Billie, quien observaba entretenido a sus hijos jugar.
Él rió.
No puedo castigarlos. Lo admito. dijo y volvió a reír. Ella sonrió.

El resto del día sucedió sin demasiados inconvenientes, más que el hecho de que faltaba cebolla para la cena, que Jake se lastimó el dedo jugando con muñecos de acción y que Joseph no entendía unos cálculos de matemática.
Cenaron los cuatro y luego de otra sesión de videojuegos, Billie acostó a los chicos, quienes no tardaron demasiado en caer en el sueño. El primer día sin su madre no había sido tan terrible, ahora solo les restaba una semana y media más.

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Bueno... hace un rato lo releí todo para terminar el cap... me da paja releerlo de nuevo... espero que no haya errores ._. si los hay... no duden en decirme xD
Al grano (?), sé que es aburrida la fic por ahora pero es que quiero hacer más real todo (? y no que se enamoren para qué ocultar que se enamoran si lo dice en el cap uno, no? xD de una, por eso mismo es medio aburrido e.e, pero juro que la segunda parte va a valer la pena (?, o al menos no va a ser aburrida(? xD, y en fin... trataré de publicar toda la parte uno en vacaciones así para cuando vuelvo de Bariloche empieza la emoción (? :3 xD
[Con respecto a This life like dream ain't for me... en estos días retomaré la escritura xD]