Hola, tú debes ser…
Mariel, la niñera. interrumpió ella.
Billie Joe le sonrió y se hizo a un lado para que pasara. La veintiañera de cabello rubio ceniza, ojos miel, baja estatura y tez clara, le devolvió el gentil gesto y luego pasó.
¡Jake!, ¡Joey! llamó. llegó la niñera. añadió luego el hombre de ojos verdes y cabello oscuro.
Unos resoplidos se oyeron desde el piso de arriba como respuesta, y tras ellos, cuatro pequeñas piernitas se divisaron abriéndose paso por la escalera.
Son buenos y no hacen lío, les caerás bien. le aseguró a la chica, mientras sus hijos bajaban. Ella le sonrió como toda respuesta.
Chicos, ella es Mariel, los cuidará mientras su madre esté de viaje. explicó a los niños. Addie, apresúrate que no llegarás a tiempo. exclamó luego.
¡Ya bajo!, ¡ya bajo! respondió su mujer mientras trotaba por las escaleras.
Buenos días, Sra. Armstrong.
Dime Addie, buenos días… saludó, dejando la frase al aire.
Mariel.
Mariel. repitió con una sonrisa, como para asegurar que había entendido.
Dame eso. pidió Billie Joe y tomó las maletas que su mujer sostenía. La llevaré al aeropuerto, cuando vuelvo te explico algunas cosas. añadió y salió hacia su auto, con Adrienne detrás.
¿Cómo están, chicos? preguntó Mariel, cuando los padres de los niños estuvieron afuera.
Mal. respondió Joseph de mala gana.
Jakob no habló, solo se quedó sentado en un sillón, con la mirada triste; ya extrañaba a su madre.
Vamos, no será tan terrible, su madre estará pronto de nuevo, y no es tan malo quedarse conmigo… intentaba animarlos, sin resultados.
¡Niños, vengan a saludar a su madre que ya debemos irnos! llamó Billie, y Jake, quien parecía no poder levantarse nunca más del sofá, se despegó del mismo como nada, y corrió más rápido que nunca a la entrada, con crecientes lágrimas en sus ojos. Joey no fue más lento, para cuando su hermano se salió del sillón, él ya se encontraba corriendo, con el rostro empapado.
¡Mami, no te vayas! rogaban los niños, aferrados a sus piernas, mientras los tres adultos los contemplaban con una triste sonrisa.
Pero se quedarán con papá, además, son solo dos semanas, y la abuela está enferma. les dijo Addie, intentando calmarlos un poco, pero nuevamente los intentos fueron vanos.
¡Pero te queremos a ti!
Pero cuando me vaya de gira me querrán a mi. espetó su padre con falso enojo, aunque sus hijos no hicieron caso. Quién los entiende.
Luego de unos cuantos comentarios, Adrienne subió al auto y Billie también. Partieron rumbo al aeropuerto, dejando atrás momentáneamente a sus dos pequeños hijos, quienes lloraban el primer alejamiento de su madre como si fuese el último.
¿Saben qué me gusta cuando estoy triste? preguntó Mariel cuando el vehículo ya no fue visible.
No.
¿Qué?
Dulces. respondió con una sonrisa que levemente, logró contagiar a los niños. ¿Quieren?
Ambos asintieron mientras se secaban las lágrimas.
Ella sonrió.
Bueno, entonces entren que los tengo en el bolso.
Los chicos la siguieron, entonces Mariel tomó dos bolsas de caramelos de todos los colores, iluminando sus caritas.
Tomen, yo les diría que su padre no vea todo lo que tienen porque quizás no quiera que coman tantos caramelos a esta hora… pueden guardar para mañana también
¿Y luego nos das más? inquirió la inocente vocecita de Jake, a la vez que chupeteaba el chupetín que tenía en su boca.
Mariel rió.
Si se portan bien les traeré una bolsa más grande aún.
Los niños sonrieron. Su plan había funcionado.
Ambos estuvieron un rato dando vueltas con sus bolsitas, hasta que decidieron guardarlas y dejar más para mañana, claro que antes tomando unos cuantos caramelos y depositándolos en sus bolsillos.
Chicos, ¡llegué! avisó Billie desde la entrada, mientras dejaba las llaves en la mesita junto a la puerta, y el abrigo en el perchero.
Jake de inmediato corrió a su encuentro, Joey le sonrió desde su lugar.
¿Quieren subir a jugar mientras hablo algunas cosas con la niñera?, luego los alcanzo. dijo y sus hijos asintieron con alegría, tras lo que Billie sonrió.
Mariel…
¿Qué sucede? preguntó la nombrada mientras picaba cebolla.
¿Qué haces? inquirió con curiosidad.
Dejo preparado algo para la cena.
Billie dejó salir un ‘‘ahh’’ como respuesta, y luego de observar un momento, habló:
Oye, ¿te explico lo de tu deberes?
Asintió.
Claro.
Bien. soltó con una sonrisa. Yo suelo estar gran parte del día ensayando, componiendo, tocando, grabando, etcétera… estamos cerca de sacar un disco…, por lo que el trabajo es del doble de tiempo, entonces no puedo cuidar a lo chicos todo el día, o ayudarlos en sus tareas, y mucho menos mantener la casa en orden… explicó.
Entiendo. dijo ella. De ello me ocuparé entonces…
Exacto, y si haces todo bien y le agradas a los niños, puede que te contrate para ayudar de forma permanente a Addie.
Daré lo mejor de mi en ese caso.
Billie sonrió, y por primera vez se detuvo en ella, tenía una sonrisa hermosa.
Me alegro de oír eso, presiento que nos llevaremos bien.
Yo igual.
Voy a jugar un rato con los chicos para que no se enfaden. Anunció y a continuación, se fue hacia el segundo piso, donde sus hijos discutían por cuanto dinero debían o no debían recibir al parar en el ‘‘estacionamiento’’
¿Otra vez peleando?, creo que mamá tenía razón, no era buena idea el ‘‘monopolio’’ como regalo de navidad.
¡Pero es que Joey no quiere darme los doscientos dólares!
¡Es un tramposo!, ¡no le tocaba dinero!
Ya, ya… no importa, ¿qué dicen si jugamos unos videojuegos? sugirió con una amplia sonrisa.
Los juegos que tenemos me aburren. espetó Joey, sentándose de brazos cruzados.
Bueno, entonces si no quieres puedo irme con Jake a jugar… ¡estos! y sacó unas cajitas de su chaqueta.
¡No!, ¡yo también quiero! exclamó y ambos niños corrieron hacia el living, Joey tomando los nuevos juegos de las manos de su padre, y Jake la consola.
Billie se permitió unos segundos para sonreírse con gracia, reflejando todo el amor paternal que había en él en su rostro. Luego, los siguió, para encontrarse con Jakob mirar confundido los jostik, las entradas de audio y vídeo, y el aparato en sí.
Papi… ¿lo enciendes? pidió al levantar la carita y descubrir que Billie Joe ya entraba a la habitación.
Claro. asintió y un momento más tarde, se encontraba jugando una lucha libre con su hijo como una especie de imitación de ‘‘Hulk’’ y él de otra muy similar a ‘‘gatubela’’
¡Gané! exclamó el niño, finalizado el juego.
El cantante fingió algo de molestia por haber perdido y comenzó a acusarlo de haber jugado sucio. Su hijo, como de costumbre, ni siquiera sospechó que lo había dejado ganar, y victorioso, se puso de pie y corrió a comunicarle a su madre la noticia, pero cuando llegó a la cocina, se encontró con Mariel, y desanimado, recordó que Adrienne volvería en dos semanas.
¿Qué sucede? inquirió ella al verlo entrar feliz y girarse tan brusca y desganadamente.
Olvidé que mamá no estaba. dijo solamente.
¿Y querías decirle algo? preguntó ella, dulcemente y caminando hacia él, dejando a un lado el repasador con el cual acababa de limpiarse las manos.
Jake asintió.
¿Y no puedes decirme?
Era solo que gané a papá en los videojuegos… soltó tristemente, creyendo además, que a ella no le importaría algo tan tonto como aquello.
¿En verdad? cuestionó con asombro ella, para sorpresa de él.
Ajam… asintió un poco más animado.
¿Tú solito?
¡Si!, papá en un momento me comenzó a pegar mucho, pero yo hice un truco y ¡lo tiré al piso!, y lo pateé y luego le pegué… Él me dijo que hice trampa porque es un mal perdedor. explicó ya nuevamente extasiado, pero con algo de molestia al final.
Mariel rió.
Wow… ¿crees que luego puedas enseñarme a jugar así?
No sé si puedas ser tan buena como yo, pero mejor que papá seguro… aceptó él.
No lo olvides entonces, mañana practicamos, ¿si?
¡Claro! dijo contento y regresó hacia donde se encontraban su hermano y su padre, quien acababa de perder de nuevo…
Cuando levantó a vista de la pantalla, observó al pequeño Jakob volver junto a ellos animadamente, desvió la mirada hacia Mariel y ambos se sonrieron.
Mañana tu hijo me enseñará cómo jugar mejor que tu… comentó al verlo entrar en la cocina.
Billie rió.
Y luego te retaré a un duelo, a ver si lo logra… añadió él.
Ella se sonrió con gracia.
En minutos estará la cena, por indicación de tu esposa… señaló al refrigerador. hoy hay lasaña vegetariana.
Mi favorita… dijo el cantante con una sonrisa. entonces voy a poner la mesa…
Descuida, la puse hace rato, en cuanto metí la cena en el horno. avisó Mariel.
En ese caso… creo que aprovecharé esos minutos para saber un poco más de ti… comentó con una sonrisa normal. ¿Estudias o algo así?
Mmm… de hecho… robaron mi casa y no pude inscribirme este año en la Universidad , estoy trabajando para ver si consigo anotarme para el próximo año. contó con un dejo de cansancio y resignación en la voz.
¿En verdad?, ¿y no pudiste conseguir una beca o algo así? preguntó algo afligido por ella.
No, no tuve notas sobresalientes el último tiempo, muchos problemas como para estudiar como se debe… explicó con el mismo dejo de cansancio, y una mueca de pena o similar.
En ese caso, si todo sale bien aquí en casa, puedo ayudarte con la cuota a cambio de que tu a Addie con los chicos, o algo así… cuando debas inscribirte, avísame así charlamos eso…
Juro que les estaría eternamente agradecida… respondió animada.
Y yo a ti si les subes el ánimo así a mis hijos más seguido. agregó, con una leve sonrisa en el rostro.
Ella iba a decir algo, pero la campanita del horno sonó.
Ya está la cena. anunció.
Llamaré a los chicos. dijo él, y salió rumo al living. Chicos, lávense las manos que está la cena.
¿Quién cocinó? preguntó Jake desconfiado, sabiendo la respuesta.
Mariel.
¡Yo quiero la comida de mamá! se quejó.
Billie le dedicó una mirada seria.
Vamos Jakob, no seas infantil, la cena estará deliciosa y si no lo está, yo mismo pediré una pizza, ¿si?
Sin más remedio, Jake caminó hacia el baño, donde se lavó las manos para sentarse a cenar junto a su hermano y padre.
Oye, ¿por qué tres platos? preguntó Billie extrañado.
Porque son tres… respondió ella, extrañada por la pregunta.
¿No te gusta la comida?
Si…
Entonces, trae un plato, vaso y cubiertos y come con nosotros... no pensabas comer sola en la cocina como los criados de la antigüedad, ¿o si?
Ella rió.
No se hagan problema por mi, yo…
Nada, no molestas, ven, no vamos a cortarte en trocitos y servirte en lugar de la cena… bromeó.
Mariel lanzó un suspiro.
Bien, ahora vengo. cedió al fin y con la sonrisa de Billie como fondo, salió hacia la cocina, a buscar los cubiertos.
Mmm… está delicioso… comentó mientras degustaba su plato. ¿No es así niños?
Asintieron.
Pero el de mamá es mejor. añadió Jake, provocando que Billie y Mariel rieran.
Luego de cenar y unos videojuegos, Billie Joe decidió que era tarde y sus hijos, ante su pedido y tras unos quejidos, hicieron caso y se fueron a acostar.
Querían que los dejase faltar mañana porque su madre se fue de viaje. contó con una sonrisa divertida mientras entraba a la cocina, dónde se encontraba la niñera.
Ella soltó una breve risa mientras continuaba lavando los platos.
¿Quieres que nos tomemos un café o algo para charlar un rato antes de dormir? sugirió.
Claro… termino con esto y…
Deja, lo preparo mientras sigues con lo tuyo. interrumpió con una sonrisa.
Bien, em… dime, ¿qué estudias? preguntó mientras se sentaban en el living con dos humeantes tazas de café y unos pastelillos.
Arte. contestó con una leve sonrisa.
¿Si?, y ¿pintas, tocas, escribes, o… algo? inquirió más interesado que antes.
También dibujo y bailo… respondió con una sonrisa cargada de orgullo y sintiendo algo de vergüenza, no le gustaba presumir, y sentía que eso hacía cuando contaba sus múltiples dotes artísticos. Creo que debo darle las gracias a mis padres que estaban obsesionados con el arte, desde pequeña que me mandaron a todos los cursos habidos y por haber. agregó con una corta risa, casi suspiro, al final.
Wow… soltó Billie sorprendido. ¿Cómo…?, es decir… mierda… farfulló sorprendido. ¿Cantas también?
Mmm… Billie soltó una risa, una risa llena de incredulidad y asombro. ¿qué? preguntó con una sonrisa divertida.
Nada, tu dime… la instó a contestar.
Bueno… solo un poco, no soy buena… respondió, siendo demasiado autocrítica, (como de costumbre)
Eso quiero verlo… bueno… oírlo…
Ella rió.
Canta algo. pidió.
Pero, no sé cantar…
Tu solo canta… insistió él.
¿Qué quieres que cante? preguntó tras un suspiro de cansancio, cediendo al fin.
Lo que se te ocurra. contestó.
Bien… em… tomó aire y comenzó. Hey Jude, don’t make it bad, take a sad song and make it better. Remember to let her intoo your heart, then you can start to make it better. Hey Jude, don’t be afraid, you were made to go out and get her. The minute you let her under skin, then you begin to make it better. And anytime you feel the pain, hey Jude, refrain, don’t carry the world... emm... ¿upon your shoulders?... cantó hasta que se frenó. ¿Era así? preguntó luego, no recordaba bien la letra.
Billie asintió.
¡Cantas hermoso!
Ella rió.
Soy un asco y peor con las notas muy agudas.
Bueno… eso es entendible. admitió. Pero en verdad, cantas muy bien. ¿Habrá algo para lo que seas mala?
Ambos rieron.
Matemática, biología, química, economía, baseball, deportes en general…
¿Bailas y eres mala en deportes?
Si, créeme, soy muy mala en deportes… dijo y soltó una breve risa, recordando viejos partidos de socker femenino, que practicaba de niña en la escuela.
Aún así, no puede ser que hagas bien tantas cosas. continuó, maravillado, y sabiendo que no encontraría mejor niñera fácilmente.
Bueno, capítulo feo :B, última semana de clases por un mes casi... el 15 creo, empiezan mis dos semanas de vacaciones (donde adelantaré la escritura todo lo posible) y después 11 días de viaje de egresados ♥ (donde no veré la computadora siquiera xD), así que... nada, eso (??)
hey belen!... me gusto mucho este cap, osea, es el comienzo...
ResponderEliminartambien me gusto el vocabulario que empleaste...
te deseo un buen viaje de egresados y ojala qe no se pelen(?
jajajaja
me voy q todavia tengo que seguir estudiando u.u
besos!
"Billie sonrió, y por primera vez se detuvo en ella, tenía una sonrisa hermosa."
ResponderEliminarJAJAJA BILLIE WN espero a que su esposa se fuera para caerle a la niñera xD
DASDASDA espero que Mariel no sea mala.. por lo del primer cap D: