''Wake up'': Capítulo 22.

Pasaron un par de días, nada interesante, yo lo extrañaba cada vez más a Billie Joe y comenzaba a convencerme de que no volvería. Lo pasaba genial con Tré, quien estaba casi siempre conmigo, pero lo que me divertía con él no se comparaba ni ahí con la sensación que me provocaba verlo a Billie. Bastaba una mirada para que mi corazón intentara escapar de mi cuerpo. Lo extrañaba, lo extrañaba mucho, pero no podía llamarlo, no sabía su número y menos aún podía preguntarle a Tré algo sobre él, me daba algo de miedo cuando insinuaba que le pasaban cosas conmigo, no sabía si creer que eso era bueno o malo.

 Tengo noticias.  dijo Tré ingresando a mi habitación.

 ¿Qué sucede?  pregunté, rogando por dentro que dijera ‘‘Billie esta en un avión camino hacia acá’’

Tré terminó de entrar y se paró junto a mi y detrás de él apareció el doctor Rodríguez. ‘‘mierda’’ pensé.

 Ya es hora de ver como responden tus piernas.  dijo el médico con una leve sonrisa.

Entró una enfermera que traía consigo unas muletas.

‘‘No, mierda, yo en cualquier momento puedo ser dada de alta’’ pensé con angustia ‘‘Billie no volverá’’ pensé con más tristeza y resignación

 A ver, trate de levantarse.  me dijo el médico, mientras que Tré se acercaba más a mi, como para ayudarme.

Luego de un costoso intento, logré sentarme en el borde de la cama. El esfuerzo había provocado que mis musculos dolieran como hace mucho no dolían, en las piernas, no sentí nada, estaban como entumecidas.

 ¿Estas bien?  preguntó Tré con preocupación. Ya me conocía lo suficiente como para entenderme con una mirada, era un buen observador en verdad.

 Si… si.  dije entre unos suspiros.

 Bueno, trate de bajar de la cama y dar unos pasos aferrada a la misma, para ayudarse, es muy posible que le cueste sin sostenerse.  me indicó el profesional y asentí.

Resbalé con cuidada hasta que mis pies tocaron el piso, de a poco, me afirmé bien al suelo con los mismos. El entumecimiento se trasformó en un dolor casi insoportable. Ahora hasta el doctor y la enfermera lo notaron.

Levanté un poco la primera pierna, o eso creí, pero rápidamente caí, Tré me aferró antes de darme la cara contra las baldosas y me ayudó a pararme.

No podía mover mis piernas. El doctor se decepcionó bastante al parecer.

 Vas a tener que usar la silla de ruedas.  musitó.  Vamos a ver si con un poco de rehabilitación estas lista para usar muletas.  agregó.

¿Muletas?, apenas si pude levantarme ayudándome con mis débiles brazos sin morir del dolor y ¿quería que use muletas para movilizarme?, estaba loco sin lugar a dudas.

No quisieron decirme mucho sobre la rehabilitación, algo raro estaba sucediendo, ambos evadían mis preguntas tales como ‘‘¿falta mucho para que me den el alta?’’, ‘‘¿tendría que permanecer en el hospital hasta poder caminar?’’, y cosas así.

 Perdone señorita, pero debo irme, tengo muchos pacientes hoy.  se disculpó el médico, dispuesto a salir.

La enfermera había salido hace ya un rato, con las muletas en brazos.

 Espere, ¿qué sucede?, ¿qué es lo que no quieren decirme?  inquirí, no se iban a salir tan fácil con la suya, era MI salud la que peligraba. Merecía saber que sucedía, no, no lo merecía, lo DEBÍA saber. Además, no tenía cinco años, podía estar al tanto de mi salud.

 No sucede nada, ya le expliqué, debe hacer rehabilitación, empezaremos pasado mañana, espero que su dificultad sea por el entumecimiento de los músculos, de ser así, no tardaría mucho en recuperarse y caminar con normalidad.  contestó y aún las cosas no me cerraban.

 ¿Y qué sucede si no se debe a eso mi imposibilidad para caminar?  pregunté.

Él suspiró.

 Y si no se debe a eso… deberíamos hacerle unos estudios y ver que sucede.  explicó.  De todos modos, la terapia siempre ayuda, a menos que las cosas sean irreversibles, y ese no es su caso. De eso estoy seguro.  agregó.

Yo no me quedé muy conforme pero no sabía como sacarle más información, por lo que simplemente asentí.

 ¿Algo más?  inquirió con una pícara ¿o burlona? sonrisa. Sabía que me había ganado.

 No. Nada más.  respondí con molestia y sonrió más ampliamente.

Luego salió, dejando la puerta abierta, ¿por qué no la cerró?, siempre la dejaba cerrada.

 ¿Sabes?  preguntó Tré, rompiendo el breve silencio que se había formado luego de que el doctor abandonara la habitación.  Creo que iré un momento al buffet.  me dijo, con una sonrisa… ¿complice?, y sin darme tiempo a contestar, salió, ¿él también me dejaba la puerta abierta?

Me senté bien en el borde de la cama, debía cerrar la puerta, no me sentía segura así, ¿por qué?, no lo sé, ni yo me entiendo a veces, pero esa puerta abierta, molestaba. Además cada tanto se oían gritos de dolor provenientes de otras habitaciones.

Me paré afirmándome bien a la cama y traté de levantar el pie, cuando inevitablemente, caí, ¿cómo se me ocurría intentar caminar a una puerta a unos cinco o seis pasos normales de distancia, solo para cerrarla cuando no podía mover mis piernas?

 ¿Estas bien?  preguntó alguien desde la puerta, acercándose a mi para ayudarme a levantar, mientras que yo misma trataba de hacerlo.

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No tuve tiempo de subir antes, y menos de escribir ''one of my lies'', me voy, tengo que hacer cosas D: mañana ordeno y vengo para acá para subir capítulo y responder comentarios (de Erika xD) y esas cosas(?)