Muchas cosas pasaron por mi interior en ese momento. Necesitaba hace años a alguien que se preocupe por mi, que quiera saber que fue de mi, que sentía, que me pasaba… pero ¿estaba lista para contar mi historia a alguien?, no, no lo estaba. No sabía como empezar, que decir, que callar, como expresarme. Eso… no sabía como expresar lo que sentía. Y quizás esa era la forma de empezar…
Desde que era pequeña que no le importé a nadie… dije luego de un suspiro.
Tré me miró frunciendo el ceño, como si le resultara extraño lo que acababa de oír.
No creo que haya sido tan así…
Tré. lo corté. Ni le intentes, no es lo que yo creía o creo, es así, siempre lo fue. Mi voz comenzó a temblar. Tomé aire con mis ojos cerrados, tratando de darme fuerzas para continuar. Si no fuese por Billie Joe, hoy no estaríamos hablando.
Y si no fuese por ti, hoy Mike y Billie no compartirían habitación. agregó.
Revoleé los ojos. Seguía sin agradarme que insistieran con que yo salvé su vida…
Como sea… si no fuese por él, mis padres se habrían encargado de que no despierte jamás. Creo que eso es prueba suficiente para decir que nunca les importé. Y que mis ‘‘amigos’’ no hallan llamado ni nada para saber que es de mi, confirma que no solo mis padres no se preocupaban por mi, ni les importaba. dije haciendo comillas en ‘‘amigos’’. Siempre fui diferente, eso les bastó a todos para apartarme.
Me miró como comprendiendo y como queriendo decir algo sin saber qué, o cómo.
¿Sabes?, prefiero no hablar de esto y aquello. No me hace bien… dije mientras aspiraba con fuerza y me limpiaba las lagrimas que comenzaban a asomarse.
No dijo nada, no había nada que decir, me abrazó y me aferré a él con fuerza, una vez más, tratando de buscar consuelo en sus brazos, pero sin conseguir sentirme ni un poco mejor.
¿Me puedes hacer un favor? susurré luego de un rato.
Él se apartó un poco de mi, lo suficiente como para verme a los ojos.
No me dejen sola con Billie. pedí, sosteniéndole la mirada. Por favor. agregué, quebrándome de nuevo y bajando la cabeza.
Me volvió a abrazar.
No te preocupes. susurró él, acariciándome el cabello.
Permanecimos así un buen rato, hasta que alguien llegó.
Hey, Tré. llamó Billie, entrando a la habitación. Perdón, no vi que… comentó al vernos. ¿qué sucede? preguntó, dejando la frase anterior en el aire y cambiando el tono por completo a uno donde la preocupación le desbordaba la voz.
Tré no contestó, solo levantó la cabeza para verlo, supongo que algún gesto le habrá hecho, pero no vi.
Billie se acercó a nosotros y se sentó junto a mi, comenzó a acariciarme la espalda, haciéndome sentir horrible, pero viva otra vez.
Tré se separó lentamente y quedó en frente mío en silencio un momento, como esperando a que le pidiera que se quede, o que diera indicios de que no quería que se vaya, hasta que se fue, tan lentamente como se separó de mí.
Ni Billie ni yo hablamos. Él aún tenía su mano sobre mi espalda, lentamente se fue acercando y deslizando su mano sobre mi, para terminar abrazándome con un brazo. Me giré hacia él y lo abracé con fuerza, era increíble, pero mientras más me aferraba, mejor me sentía, sabía que no lo tendría mucho tiempo así, todo para mi, pero no importaba, no en ese momento, lo que quería y necesitaba era eso, tenerlo, aunque sea por unos escasos minutos.
Te amo, lamento hacerte sufrir tanto, en serio. susurró a mi oído luego de un largo rato.
Billie… por favor, no arruinemos el momento. musité yo, con la angustia refloreciendo en mi voz.
Él suspiró no conforme con mi petición, pero cediendo a ella.
Te amo, solo... solo quiero que lo sepas. volvió a susurrar, pero esta vez con dificultad, yo no contesté, no quería arruinar aquel ''te amo'' que acababa de dedicarme.
Permaneció brindándome ese abrazo que tanto necesitaba, estrechándome entre sus brazos con fuerza, pero delicadeza. ¿Qué importaba si aquello nos dañaba?, ese abrazo de seguro dolería mañana, pero lo necesitábamos hoy.
Un rato después, un largo rato después, me fue soltando lentamente, no me opuse, sino que me separé igual de lentamente que él. Cuando al fin estuvimos a distancia, nos miramos a los ojos, pero rápidamente bajé la mirada, lejos de sus brazos el dolor se volvía a apoderar de mi corazón, porque si bien era consciente durante el abrazo que él no era mío, que al separarse de mí volvería a ser Billie Joe Armstrong, el esposo de Adrienne Nesser, no importaba, en ese momento solo era él, solo éramos él y yo.
Creo que sería mejor que me vaya. susurré apenas y me paré.
Billie me tomó del brazo, deteniéndome.
¿Algún día vas a dejarme hablar? preguntó con un nudo en la garganta.
Lo miré, respiré hondo y suspiré soltando el aire y cerrando mis ojos.
Algún día. dije al fin, me giré y me soltó.
Caminé hasta el baño, llené la bañera mientras me desvestía y luego me hundí en el agua, deseando que al salir, Billie ya no estuviera, y así fue. Me quedé mucho tiempo ahí, con la mente en blanco, como tildada. Salí cuando ya el agua estaba helada, aunque yo no sentía frío, estaba tan sumida en mis pensamientos que solo me percaté de la temperatura cuando me decidí a pararme. Me envolví en una toalla y asomé mi cabeza por la puerta. ‘‘Genial’’ pensé, ‘‘Billie se fue’’. Salí y busqué mi bolso, me vestí y fui a la pequeña sala de estar en busca de Tré, pero tampoco estaba, no había nadie y yo no me animaba a cruzar el corto pasillo para buscarlo en la habitación de Mike, no me animaba a toparme con Billie por accidente.
El silencio me inquietaba, la soledad me desagradaba, pero por nada del mundo cruzaría ese pasillo. Me senté y me puse a ver televisión, esperando a que Tré regresara, hasta que regresó.
Hey, ¿todo bien? preguntó apenas entró.
Si. musité simplemente, girándome hacia él.
Sonrió levemente.
¿Irás al próximo recital?, imagino que si… dijo sentándose junto a mi.
Por supuesto. dije yo, con una sonrisa.
Hablamos un rato hasta que decidí acostarme, era algo temprano y no había cenado, pero moría de sueño y no quería pensar más.
Los días pasaron y no fueron tan desagradables, yo me acostaba temprano, mientras Tré, Mike y Billie Joe se divertían en la habitación de enfrente, y al otro día se levantaban muy tarde, mientras que yo temprano. Las pocas veces que nos cruzábamos con Billie no eran tan incómodas, a pesar de que el dolor era el mismo, (ese dolor incesante de correspondernos y no poder estar juntos…) ya tolerábamos la mirada del otro, y algo era algo…
Tré, levántate, la prueba de sonido era hace dos horas… llamé a Tré por quién sabe que vez en tres horas. ¡Vamos Tré! volví a llamarlo, sacudiéndolo.
Un ratito más mamá… dijo él sin abrir los ojos y se dio vuelta.
Lancé un resoplido y cuando estaba por comenzar a zamarrearlo de nuevo, se me ocurrió algo. Caminé al baño…
¡AYUDA!, ¡NO SÉ NAD..dda..arrr… ¡mierda! exclamó y yo reí con ganas. Me miró con algo de odio.
Tú me obligaste, yo no quería… me defendí.
No dijo nada, lentamente se paró y…
No… Tré… ¡no!... comencé a chillar.
Salió corriendo, pareció volar de la cama.
¡Ya verás! exclamó ya en el piso.
¡No! grité y salí de su cuartito, cerré la puerta y corrí hasta el pequeño living.
¡No huyas cobarde! volvió a exclamar, saliendo de su cuarto.
‘‘Mierda’’ pensé y se me ocurrió que él no saldría ASÍ al pasillo del hotel… (es decir, en ''pijama'' todo despeinado y con cara de zombie en busca de cerebros.)
Salí y él salió detrás de mi.
‘‘Mierda’’ volví a pensar y me eché a correr. Él corrió detrás de mí, corrí hasta la recepción del hotel, miré atrás y ahí venía Tré, corriendo con una sonrisa maliciosa en el rostro. Seguí corriendo, llegué a la cocina del hotel y por raro que pareciera… estaba vacía. Entré al silencioso cuarto lleno de cacerolas y sartenes, de cuchillos y tenedores…
Pensé que Tré no me había visto entrar, pero igualmente me escondí detrás de una de las mesadas. Estuve ahí sentada un rato, hasta que me asomé por uno de los lados y…
¡¡¡¡AAAHH!!!! grité y su mano se deslizó desde atrás mío hasta mi boca.
¿Pensabas que no saldría de la habitación? preguntó divertido.
No Tré… ¡por favor! comencé a rogar.
¡Por favor nada! exclamó él y sin tenerme compasión… comenzó a hacerme cosquillas.
¡Basta!, ¡basta, Tré!, ¡BASTA! gritaba entre risas y pataleando.
¡Maricona! exclamó y siguió haciéndome cosquillas hasta que al fin me soltó.
Te odio dije agitada cuando pude hablar. Él seguía sonriendo maliciosamente y divertido, hasta me hizo reír su expresión.
Yo que te despierto… ¡así me pagas! exclamé sobreactuando y reí.
Te lo merecías. dijo él haciéndose el ofendido, girando de golpe su cara hacia el otro lado y cruzándose de brazos. Espera… volvió a decir, poniendo los brazos a un lado y girándose con lentitud hacia mí, pensando. ¿Qué hora es? preguntó algo alarmado.
Hace dos horas tenían que estar en la prueba de sonido respondí yo.
¡Mierda! exclamó. Bueno… qué más da, tocar, tocaremos, así que… ¡qué se aguanten! volvió a exclamar, haciéndome reír.
Qué idiota. musité con gracia.
¿Cómo?, ¿oí bien?, ¿acaso me llamaste…?... no... ¡no me digas que no aprendiste la lección! se puso ‘‘en pose de cosquillas’’, con una macabra sonrisa en su rostro.
¡No… no! Entendí, entendí, no dije nada… apresuré a decir, con voz de nena desamparada. Él rió.
Bueno… mejor así.
Le sonreí.
Idiota… susurré.
¿Cómo?
Nada… nada… dije y ambos reímos.
Subimos, yo fui a ver si Billie y Mike estaban listos, pero ni siquiera estaban levantados, Tré mientras tanto fue a vestirse.
Por suerte, despertarlos a los otros dos no terminó como a Tré, ellos se despertaron enseguida, insultando en varios idiomas, yo luego de despertar a Mike y a Billie (en ese orden) salí, sin darle tiempo a Bill de decirme algo (y sin darme tiempo a mi misma de observar lo hermoso que era, aún todo hecho un desastre al despertar, un hermoso y perfecto desastre).
Una hora más tarde, estábamos al fin en la prueba de sonido (donde los miembros de apoyo y algunos encargados de distintas cosas se encontraban, acordándose de Billie, Tré, Mike, sus madres, sus abuelas, sus hermanas, hijas, hijos y resto de familiares…)
Cuando terminaron, fuimos a comer pizzas por ahí, esta vez varios fans interrumpieron para pedir autógrafos, fotos y demás, algunos incluso me preguntaban si era yo la chica de Argentina y salvó a Billie Joe y luego, me agradecían casi con lágrimas en los ojos…
Volvimos al hotel ‘‘temprano’’ y sin demasiado alcohol en la sangre (yo, sin nada). Al día siguiente vería otro recital de Green Day y a pesar de estar durmiendo a escasa distancia de los integrantes de la banda, no podía evitar sentir esa… esa adrenalina, felicidad, emoción, por verlos tocar en vivo.
Bueno, en dos capítulos termina la gira y empieza el final :B tengo que adelantar algo para poder publicar más seguido D: xD *fucking school* :) (?
ya cominza el final *-*
ResponderEliminarguaaaaaaaaaa... estoy ansiosa :B
tus cap me parecen por un lado muy tristes por lo de bejota, y por otro super divertido cuando se topa alumine con TC xD
jajajjajaa...
bueno che, me re voyy aaa... aaa... no se... a algo xD
ademas mi má me pide la compu... ¬¬
un besoooo!!!
EEEEEEEEEEEEEEEEHHHhhh para mi que Tré se las trae con Aluminé 1313... ajaj (?
ResponderEliminarAMOO A TRÉ COOL JODER!!! *-*
wow se acerca el final!... rompi record... he leido todas tus fics ahora viene Haushinka *-*
Haushinka subí el prólogo nomas xD, tengo que adelantar varios capítulos para poder publicarla xD u.u
ResponderEliminarpodría subir el primer capítulo de ''this life like dream ain't for me''... (?) bue xD