***
¿Qué hiciste qué? preguntó Mike sobresaltado, del otro lado del teléfono.
Le pedí el divorcio. repitió Billie. Mañana iré a buscar a Aluminé. añadió. Estoy cansado Mike, cansado, y juro que no me arrepiento en lo más mínimo, desde que llegamos que está molestando con que estoy con Aluminé, y no sé qué, y yo traté de no llegar a esto, pero me obligó y aunque ella no quisiera estar conmigo, no me arrepentiría de lo que hice. siguió diciendo, sin suponer que su esposa, escuchaba desde otro teléfono todo.
Cuando al fin Billie colgó, Adrienne marcó el número de Tré, y para su fortuna, atendió ella.
***
¡Teléfono! grité al oír el aparato sonar.
¿Puedes atender? gritó Tré desde la ducha.
¡Claro! fue mi respuesta, y atendí. ¿Diga?
¡Oh!, justo contigo quería hablar. Dijo una voz congestionada desde el otro lado. Perra inmunda. agregó y me di cuenta: era Adrienne.
¿Qué quieres? pregunté con frialdad.
¡Qué te alejes de una vez de mi familia! exclamó y un sollozo salió de su boca. ¡Deja de meterte entre nosotros!, ¡¿acaso no te das cuenta de que estás arruinando una familia?!, ¿Qué clase de fanática le arruina la vida a su cantante favorito? soltó todo de golpe, haciéndome sentir una mierda.
Yo no hice nada, él se acercó a mi. susurré con los ojos llenos de lágrimas y casi tartamudeando.
¿Quién era? gritó Tré
Eh.. eh.. ¡equivocado! exclamé yo, y mi voz se oyó rara.
Adiós. dije a Adrienne en el teléfono y colgué.
¿Qué sucede? preguntó Tré, acercándose envuelto en una toalla.
Nada, nada… musité de espaldas a él.
Suspiró.
Date vuelta.
Me giré sin más remedio, cabizbaja.
Ven aquí. dijo ni bien giré, a la vez que avanzó hacia mí, abrazándome con fuerza.
¿Qué sucede? inquirió suavemente luego de un momento.
Era Adrienne. susurré aún con mi rostro reposando en su pecho.
Suspiró, claramente enojado.
¿Qué quería? preguntó ásperamente.
Que me aleje de su familia de una vez. dije y rompí en llanto nuevamente, abrazándome a él con más fuerza.
¿Qué mierda le pasa a esa mujer? inquirió más para si mismo, sin poder contener la furia que sentía.
No, Tré, tiene razón. dije con la voz gangosa y me separé para verlo a los ojos.
Él me interrogó con la mirada, viéndome con tanta pena.
Dijo que estoy destruyendo su familia. dije y dejé caer mi cabeza hacia abajo, no podía más con la situación. Estaba llorando, se la oía desesperada, hecha pedazos. musité. Y todo es mi culpa. añadí, cayendo nuevamente en el llanto, y aferrándome a Tré, otra vez.
Calma, no es tu culpa. susurraba dulcemente a mi oído mientras me frotaba la espalda o me daba leves palmadas.
Y entre mis ‘‘si lo es, estoy destruyendo su familia’’ y sus ‘‘claro que no, no tienes la culpa’’, me fue dando sueño, hasta que en un momento que no logró precisar cual fue, quedé dormida.
Debes alejarte de él. Tú sabes que no le haces bien. Me decía alguien que sonaba muy parecida a mi.
Tú sabes que no es así. La culpa no es tuya. Retrucaba otra voz que sonaba a Tré.
Y esas voces se oían una y otra vez, tratando de convencerme de sus opiniones contrapuestas, hablando cada vez más fuerte, haciéndome doler la cabeza, aturdiéndome.
Y en un momento, una silueta apareció a lo lejos, entonces me di cuenta que era el atardecer, el paisaje se teñía de diversos naranjas sobresaturados y más oscuros que lo normal. Me encontraba en una especie de campo, pero todo era más similar a una película que a la vida real.
¿Hola? pregunté, hablando por primera vez, a aquella silueta, que ahora se alejaba por el campo, hacia el ocaso. ¡Hey! ¿quién eres? volví a preguntar, mientras veía como la silueta masculina avanzaba más y más, entonces guiada por un impulso y sin sospechar quien era o que me encontraba en un sueño, comencé a seguirlo.
Cuando al fin lo estaba alcanzando, paró y el paisaje cambió. Estabamos en una especie de estacionamiento gigante, y frente a mi, apareció una silueta femenina.
Comenzaron a hablar, el tono de voz fue subiendo, dejando de ser un murmullo y haciéndose más claro, hasta que se oyó ‘Aluminé’, y entonces los reconocí, eran Billie y Adrienne.
De repente Billie Joe dijo algo y Adrienne comenzó a replicarle cosas y así hasta que todo se volvió una verdadera discusión, una fuerte discusión.
Otra vez se oyó esa voz similar a la mía, ¿o acaso era mi voz?
Es todo tu culpa, sabes que es así. resonó en mi cabeza.
Entiéndelo, NO es tu culpa, Aluminé. No te tortures, no es tu culpa. replicó la voz cansada y segura de Tré.
¡Claro que lo es!, ¡tú sabes que si! Espetó enojada mi voz. ¿Qué demonios era?
¿Qué debo hacer? inquirí asustada. ¡No quiero seguir arruinando su vida! Añadí al borde del llanto.
Debes desaparecer de su vida.
Pero ¿cómo?, si es él quien me busca
Tú sabes que debes hacer. dijo como alejándose.
No, ¡no lo sé!, ¿qué debo hacer?, ¿cómo me alejo de él?, ¿cómo lo dejo ser feliz con su familia?, ¡por favor!, dime… Rogué llorando, estaba desesperada.
Solo déjate llevar por lo que crees correcto. contestó perdiendo intensidad hasta apagarse por completo y supe que no volvería a hablar, a pesar de eso, seguí insistiendo.
¡Por favor!, ¡ayúdame! rogué, pero no hubo respuesta.
Caí de rodillas al suelo de concreto, rendida y llorando, los gritos y sollozos de Adrienne me ensordecían, me aniquilaban. Levanté la vista y los vi como seguía discutiendo, estaba vez, estaban también Joey y Jake, uno enfadado y el otro triste, y su angustia me contagió y comencé a llorar peor. Entonces sentí una brisa detrás de mi y me giré.
Había cambiado el paisaje levemente. Ahora no era una especie de estacionamiento gigante, ahora era algo más similar a una terraza.
Me paré como zombie, pareciendo muerta o hipnotizada por la cornisa, y supe que debía hacer. No quise ni preguntarme si la felicidad de Billie Joe valía más que mi vida, porque ya conocía la respuesta. Era un si.
Di un par de pasos y a pesar de estar de espaldas a Billie y Adrienne, pude ver como me miraba.
Aluminé… llamó. ¡Aluminé! exclamó, pero no me detuve. ¡ALUMINÉ!, ¡¿QUÉ DEMONIOS HACES?! gritó con desesperación y comenzó a trotar detrás de mi.
Comencé a correr los pocos metros que me separaban del tan anhelado fin.
¡Aluminé!, ¡no lo hagas!, ¡POR FAVOR, NO LO HAGAS! gritó con todas sus fuerzas y se lanzó sobre mí, pero no me alcanzó, era tarde, había alcanzado el borde del abismo... y había saltado.
¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaah!!! grité sobresaltada y con la respiración agitada.
¿¡Qué sucede!? inquirió enseguida Tré, más que preocupado, ingresando a la habitación corriendo.
No respondí, me quedé mirando todo a mi alrededor, luego tanteé mi cuerpo con mis manos, como comprobando que si estaba ahí, entonces me di cuenta, había sido solo un sueño, no había saltado por ninguna cornisa, estaba viva.
Na…nada… musité. Solo fue un sueño. volví a musitar lentamente, mirando a cualquier parte.
Tré suspiró.
¿Te encuentras bien?
Asentí.
Descuida. dije restándole importancia con una sonrisa.
Te dejo seguir durmiendo entonces dijo y me sonrió, luego apagó la luz. Pareció convencerse, pero de seguro no dejo de estar preocupado cuando abandonó la habitación, pero aquello no importó.
Me acosté, tratando de dormir, aunque fue difícil, ahora tenía algo en mente, y temía que por más mala que fuera la idea… ya me estuviese sonando lógica, razonable, justificable, hasta me estaba gustando.
***
Adrienne entró a su habitación luego de calmarse un poco después de la charla telefónica. Sabía que la llamada no serviría de nada, pero no podía dejar a una cualquiera llevarse a su esposo así como así, con suerte, al menos la habría hecho sentir como una mierda destruye hogares.
Al entrar, Billie le dedicó una seria mirada, luego la desvió hacia su placard.
¿Qué haces? inquirió Adrienne con curiosidad, tratando de ocultar el dolor por un momento.
Un bolso.
Ella tragó aire con los ojos bien apretados y lo retuvo un momento, intentando contener el sollozo.
¿Te irás? preguntó y su voz tembló.
Billie dejó caer su cabeza, los sentimientos de su mujer ya lo comenzaban a hacer sentir culpable, pero no podía echarse atrás.
Ya no tengo nada que hacer aquí. musitó y luego continuó revisando el armario.
¿Y qué hay de los niños? inquirió luego, como no queriendo darse por vencida. ¿Qué haremos con ellos?, ¿no quieres volver a verlos?
Los niños son grandes, entenderán esta decisión, puede que no les guste, es decir, seguro no les gustará, pero ¿qué puedo hacer?, yo los amo. No los dejaré ‘‘a quien dejo es a ti’’ pensó.
Puedes quedarte con nosotros, por ejemplo. sugirió con la angustia mezclándose con la esperanza.
Billie suspiró.
Por favor Adrienne, ya es tarde para esta charla. musitó. No se sentía capaz de seguir oyendo así a su esposa, primero porque le rompía el alma, segundo porque comenzaba a molestarle toda la vuelta que le daba al asunto.
Pero… podemos arreglar las cosas aún, no podemos echar tantos años a la basura por una estupidez, mi amor. rogó con lágrimas en sus ojos.
Billie se volteó.
Que no confiaras en mi y que casi golpearas a una chica por eso no me parece una estupidez. dijo secamente. Mi amor. Añadió con ironía. Ya estaba molesto.
Y tenía razón en no confiar. soltó agotando sus recursos, con un aire que daba a replica.
Por supuesto que no. Dijo él caminando hacia la puerta.
Ah ¿no?
No.
Entonces vas a decirme que ahora no estas yendo a hablar con ella, ¿verdad?
Billie se frenó en seco. Adrienne lo supo: dio en el blanco.
¿Qué dices? inquirió girándose hacia ella nuevamente.
Te oí hablar con Mike. dijo y cerró la boca con fuerza, intentando que no le temblara la mandíbula, pero sin lograrlo del todo, reprimiendo el sollozo que se le formaba en la garganta, y con los ojos rojos empañados, rebalsando en lágrimas.
No te cansas de espiarme eh. Su voz sonó insegura, no sabía que decirle y es que ¿qué podía decirle?, ‘‘Si, lo lamento, pero tenías razón, iré a verla porque la amo, no puedo dejar de pensar en ella, su mirada ilumina mi día, su sonrisa me hace feliz, y cuando ríe oigo la más hermosa melodía. Ahora que nos divorciaremos podré buscarla y oírla reí cada día, hasta que la muerte nos separe. Lamento todo esto, pero bueno, creo que es lo mejor para todos.’’ No, definitivamente no podía decirle lo que pasaba por su mente en ese instante, y en todo momento desde que la viera despertar.
¡Si alguna vez me amaste al menos ten la cara para decirme la verdad sin vueltas! exclamó y no pudo más. Cayó sentada en la cama matrimonial, tomándose el rostro con ambas manos y dejando fluir sus lagrimas en dos cascadas, como había hecho cuando su esposo le pidió el divorcio, o cuando habló por teléfono con Aluminé.
Y Billie tardó en reaccionar. Se quedó ahí estático, observando a su aún esposa llorar desconsoladamente.
Lo… comenzó a decir con la voz temblando. Suspiró. Lo lamento. dijo con más seguridad, pero no con menos culpa y pena.
Ya… ve a decirle cuanto la amas. Yo… estaré… estaré bien.
Claro que no lo estarás. musitó él y se sentó junto a ella. En verdad lamento todo esto. añadió frotándole el brazo con su mano, abrazándola por la espalda.
Adrienne sintió un frío recorrerle el cuerpo ni bien su esposo posó su mano en ella. Un frío que se adelantaba a las heladas garras de la soledad, que a partir de entonces serían su única compañía.
En serio. VE. dijo no soportando aquello y poniéndose de pie.
Antes de que Billie pudiese contestar, Adrienne lo había dejado solo en la habitación, entonces, tras unos minutos en silencio tomó su celular, (no podía volver a llamar desde el teléfono de la casa, era muy probable que ella fuera a escucharlo otra vez, aunque no la imaginaba tan masoquista…), le explicó todo lo sucedido desde la anterior llamada, y él le aconsejó que si estaba seguro de lo que quería, que lo hiciera cuanto antes, porque si lo posponía quien sabe lo que podría pasar. Billie llegó a la resolución de que no podría soportar más emociones por un día, ¿qué le garantizaba que Aluminé aceptaría empezar algo con él así como así?, quizás no quería saber nada, quizás Adrienne la había acobardado o algo así.
Iré mañana antes del almuerzo, o después, quizás Adrienne ya quiera hablar con los chicos. dijo y Mike estuvo de acuerdo, entonces colgaron.
A la mañana siguiente despertó sintiéndose más liviano, menos cansado, más feliz. Se había quitado un gran peso de encima, ahora le quedaban cosas menores que pronto también desaparecerían.
Ya está el desayuno. dijo Adrienne desde la puerta de la habitación, sin expresión alguna, justo cuando Billie salía con el cabello mojado, ya vestido, de la ducha ‘‘en otra ocasión no habríamos bajado a desayunar de verlo así’’ pensó con tristeza y sin esperar respuesta, se dirigió nuevamente al piso de abajo a la cocina.
Billie suspiró con cansancio y luego bajó rápidamente, debía llegar antes que sus hijos para saber si hablarían con ellos antes o después del almuerzo, u otro día.
Addie. llamó al entrar.
Ella sintió como su corazón se retorcía al oírlo llamarla así.
¿Qué sucede? preguntó, nuevamente sin expresión alguna.
Quería… quería saber que… cuando hablaremos con… con los niños, es decir… tu entiendes… se explicó inseguro. pensaba que podría ser antes del almuerzo, si no te molesta… añadió.
Adrienne cerró con fuerza los ojos y soltó lentamente el aire.
Mejor que sea luego del almuerzo. De hablar antes no podría pasar bocado luego. dijo y su voz tembló.
Billie se sintió tan mal, pero no supo que hacer.
De acuerdo. musitó y tomó asiento.
Y como era de esperarse, ese desayuno no fue normal y sus hijos lo notaron.
Luego del almuerzo queremos hablar con ustedes. dijo Addie, con una cálida sonrisa para tranquilizarlos, al finalizar la comida.
Sus hijos no supieron que decir, y menos que pensar, ¿habían hecho algo malo?, en sus cabezas repasaron su comportamiento de los últimos días y de cosas que sus padres no debían saber, evaluando si era posible que supieran y cómo, también por sus cabezas circularon cosas más trágicas, se preguntaron como estaban sus abuelos y tíos, también sus primos, hasta buscaron en Internet si había algo sobre ‘‘… de Billie Joe Armstrong, líder de Green Day habría fallecido/tenido un accidente el día…’’, pero no, nada. Solo les quedó una idea en mente, idea que les había metido Adrienne en la cabeza desde hace tiempo, y no les agradaba, aunque para su desgracia, estaban en lo correcto, sus padres iban a separarse.
¿Por qué tanto misterio? preguntó Joey impaciente, mientras su madre recogía las cosas de la mesa y su padre se dirigía a la sala de estar.
Jake se limitaba a observar todo con miedo y paciencia, como si tuviese más ganas de que la ‘‘previa’’ durara mucho, muchísimo, que la charla nunca llegara.
Por favor Joey… susurró Billie y su hijo resopló molesto, pero no por la espera, era el miedo, el miedo a que lo que imaginaba (y lo que había leído/oído) sea correcto, lo que le hacía sentirse así.
Adrienne entró al living al mismo tiempo que su hijo mayor se tiraba sobre uno de los sillones frente a su padre.
Jake, hijo, ¿te encuentras bien? preguntó con preocupación al verlo tan pálido, sentado en el suelo contra la pared.
Asintió y se puso de pie, dirigiéndose junto a Joey.
Miren chicos, esto no es fácil de decir para nosotros, lo único que queremos es que sepan que los amamos y que nada es su culp… comenzó a decir Billie pero Joey lo interrumpió.
¡Lo sabía!, ¿van a separarse verdad? exclamó fuera de sí, el miedo a ver a sus padres separados lo superaba y se traducía en una profunda ira.
Joey, por favor cál…
¡No pidas que me calme!, ¡¿cómo puedes estar tan tranquila cuando ÉL se esta por ir con otra?! interrumpió a su madre y Billie lo miró con mucha sorpresa y dolor.
¡No me hables así! exclamó Adrienne poniéndose de pie. ¡Y por favor no hagas las cosas más difíciles de lo que ya son!, ¡todas las parejas tienen problemas, algunos se superan, otros no, y este es uno de los que no! continuó con sus ojos llenos de lágrimas.
Sus hijos la miraron asombrados y sin saber que decir, les dolía demasiado ver a su madre así. Billie por su parte, se limitó a quedarse sentado, con la vista fija en el suelo, sintiéndose más culpable a cada segundo.
Mamá… yo no quise… lo lamento. Se disculpó y la abrazó. Tú, eres una basura. dijo dirigiéndose a su padre y luego salió de la habitación.
Billie se preguntó a que se debería tanto enojo con él de parte de su hijo, y luego lo imaginó, no solo estaba enojado, sino que ‘‘sabía’’ que ‘‘tenía’’ otra mujer, por lo que supuso que su mujer habría estado comentándole acerca de la situación y que algo habría investigado, después de todo, había salido algo del tema en el periódico, y más tarde hablando con Jake, no solo descubrió que estaba en lo cierto, sino que para su suerte, él estaba de su lado.
Mamá ha estado hablando de que nos dejarás por una perra de Argentina. le había dicho Jake, citando a su madre. Yo sé que tú no nos dejarías, Joey también lo sabe, pero no puede aceptar que tu y mamá se separen. No digo que me agrade la idea, pero al menos no me dejo llenar la cabeza por mamá. agregó mientras Billie lo miraba atentamente sintiéndose orgulloso del grado de madurez que su hijo menor podía alcanzar. Si quieres casarte con otra mujer, no te mentiré, no estaré de acuerdo, no te imagino con otra persona que no sea mamá y no me gusta toda esta situación, pero nunca dejaré de quererte por eso, ni seguiré con esa estupidez de hijastro versus madrastra. Y Billie sonrió. A menos que ella se lo busque, claro. añadió medio bromeando, haciendo reír a su padre.
Eso es todo lo que quería escuchar. fue su respuesta, con notoria emoción. Gracias hijo. agradeció y le dio un abrazo. Y descuida, ella no es así, es fan de la banda y seguramente quiera conocerte y a Joey (aunque por el momento no sería conveniente que lo vea), y de hecho, nunca me buscó, fue todo mi culpa y no fue intencional. explicó con un dejo de algo similar al arrepentimiento, aunque no se arrepentía de nada.
¿Y van a casarse?, ¿o qué? inquirió con curiosidad.
No lo sé. fue lo primero que pudo decir, tras lo que agregó: No somos ni fuimos pareja, ella piensa que no dejaré a tu madre, no me pidió que lo haga, ni lo hará. Hoy iré a verla, esta viviendo en la casa de Tré, iré y le contaré sobre lo que pasó y le propondré compromiso, o casamiento, o no lo sé. farfulló con nerviosismo al final, al imaginar la respuesta (errada) de su hijo y la de ella.
Suerte. musitó el con una auténtica sonrisa, entonces Billie sintió un peso menos encima. Oye… no quiero tirarte abajo, pero… comenzó a decir mientras su padre lo miraba con curiosidad. si dice que no… ¿volverás con mamá? preguntó, pero no esperanzado, como era de esperarse, sino más por saber, por curiosidad.
No. contestó sin rodeos. De hecho, estaba tratando de no llegar a pedirle el divorcio, pero su actitud y todo me hizo decidirme, y ahora no podría volver a mirarla y sentirme afortunado de haber formado una vida junto a ella. explicó con una mueca de lastima por lo sucedido, sintiéndose seguro de hablar así con su hijo, en la breve charla había notado que podía contar con él para cosas de ''adultos'', y le sorprendió poder darle una respuesta tan sincera.
Luego de terminar de conversar con Jake decidió que lo mejor sería hablar primero con Aluminé y luego con Joey, porque de seguro (si podían hablar) le preguntaría o diría algo sobre ella y él no sabría bien que contestar, porque no había nada definido en su ‘‘relación’’, lo mejor era aclarar eso primero y luego, ya con todo acomodado hablar con Joey, o quizás primero con Jake, para pedirle algún consejo de cómo hablar respecto al tema con su hermano…
Entonces salió de la casa, tras recibir los deseos de buena suerte de su hijo menor, e ignorando la mirada que Adrienne le había echado al verlo tomar las llaves, esa de ‘‘vas a hablar con ella, ¿verdad?’’, llena de pena, dolor, odio y resentimiento. Arrancó su vehículo y salió en dirección a la casa de Tré. Eran las 5 de la tarde, ya no podía demorarse más, debía hablar con ella de una vez por todas.
***
Esa noche había sido terrible. En los breves lapsos de tiempo en los que dormía, las pesadillas me atormentaban. Jake llorando en silencio, Joey, reprimiendo las lágrimas y ocultando su dolor tras el enojo, y Adrienne en una mezcla de ambas aparecían constantemente en mi cabeza. La última vez que me dormí fue cuando ya el sol comenzaba a calentar, no soñaba nada, y al fin estaba descansando, pero algo, o ALGUIEN… me despertó.
Oye, ya son las 12. dijo suave la voz de Tré. Te traje el almuerzo, ya que te salteaste el desayuno por dormir y no quería despertarte, te veías tan tranquila… añadió y me sonreí levemente.
Gracias. dije medio dormida, mientras me estiraba.
Te dejo esto aquí, me voy a limpiar la cocina y vuelvo. avisó y me besó la frente.
Me senté en la cama con las piernas cruzadas y puse la bandeja sobre ellas, tomé con el tenedor un bocado y me lo acerqué a la boca, pero lo alejé antes de metérmelo en ella. No tenía apetito. Estaba demasiado deprimida como para comer.
Solté el tenedor, dejándolo caer sobre el plato, salpicando unas pequeñas gotas. No tardé en comenzar a llorar, en silencio, y cuando Tré volvió a entrar supe lo mal que me debía ver sentada con la vista clavada en algún punto de la pared, cerca del zócalo, con la mirada ida, (seguramente pálida), despeinada, con ojeras por la mala noche y encima con lagrimas surcándome las mejillas.
¿Qué sucede? preguntó con la preocupación invadiéndole la voz y casi corriendo hacia mi.
No pude mirarlo, con suerte lo escuché. Estaba demasiado sumida en mis pensamientos, en mi miseria.
¡Hey! exclamó junto a mi y me volteé sobresaltada. ¿Qué sucede? volvió a preguntar, visiblemente preocupado.
Nada, yo… yo solo… na… nada. farfullé aún algo ida.
Tré suspiró y me abrazó con fuerza, y yo… yo le devolví el abrazo, pero mucho más suavemente, y perdiendo mi mirada en algún punto de la pared, volviéndome a sumir en mis pensamientos, evaluando las posibles soluciones a mis problemas.
Creo que necesito dormir un poco más. susurré sin notarlo y Tré se separó de mi.
Tienes razón, pero primero come. dijo con seriedad.
No tengo hambre. volví a susurrar, secamente.
No pregunté, dije que comerás. repuso de igual manera. Por favor, no puedo verte así. Suficiente con lo mal que te ves como para que además dejes de comer. añadió, ablandando el tono de voz, no podía ser duro con nadie y menos si se veía tan mal como yo en ese momento.
Suspiré cansinamente y tomé el plato, aceptando sus órdenes.
Probé el bocado que había dejado en el plato hace un rato, pero ni bien terminé de tragar tuve que correr al baño. Mi cuerpo rechazaba la comida como si fuese veneno.
Al ver esto, Tré aceptó que me durmiera sin comer.
Me acosté, dispuesta a dormir un rato, pero no pude hacerlo, mi mente me llevó a aquella meditación interrumpida: ¿cómo solucionaría todo lo que estaba sucediendo?, ¿había una solución?, por supuesto que la había, pero, ¿había alguna solución que nos acercase a todos a la felicidad, incluyéndome?, no. No la había.
¿Cuáles eran las opciones?, ¿volver a Argentina y continuar con mi vida?, si, esa era una buena solución, la más difícil a nivel personal, (considerando que ya no tenía empleo, que había abandonado mi casa como si nada y que ningún ‘‘amigo’’ había llamado desde mi internación, que había prohibido a mis padres verme después de haber despertado tras que ellos quisieran desconectarme, es decir… matarme, y además, tras haberme hecho conocer como ‘‘la fan argentina con quien Billie Joe tendría una aventura’’), ¿podría una charla con Billie y con Adrienne solucionar algo?, claro que si, podía decirle a él que no me buscase más, que quería evitarme problemas, y a Adrienne hacerle saber que no tenía ningún tipo de interés en su marido y que no lo buscaría, que si nos encontraba juntos sería por culpa de él. Esa era una buena solución, si, pero todos sufrirían, yo y Billie por no poder estar juntos, como siempre. Adrienne y los chicos también sufrirían por ver a Billie tan mal y por saber o suponer que él ya no amaba a su mujer, sino que me amaba a mi, y Mike y Tré también sufrirían de verlos mal, sobre todo Tré, quien me vería constantemente en su casa.
Entonces, ¿qué podía hacer?, debía hacer algo que no deprima a todos y que no me haga sufrir también a mi, pero ¿era posible?... Si, lo era. Quizás no sería el mejor fin pero al menos no sufriría, ni física ni emocionalmente. Bueno, físicamente quizás un poco, pero todo sería muy rápido, es decir, ¿cuánto tiempo me podía demorar desde saltar hasta morir en el pavimento?... Y me decidí, debía saltar.
Salí de mi habitación, eran como las 5 de la tarde. Tré no estaba, dejo una nota de la cual solo leí el ''Salí a...'' y el ''Te quiero, tonta :)'' bien grande del final. Lo demás, no importaba. Estaba sola y el departamento era lo suficientemente alto como para no volver a pisar un hospital con vida. Me acerqué al pequeño balcón del apartamento y contemplé todo por última vez, los niños jugando por doquier, niños... nunca podría tenerlos ya. Hombres y mujeres salir de sus trabajos, cansados del seguramente, arduo día, otros caminaban rumbo a sus empleos, con un paso que indicaba estar hartos de la rutina y el empleo. Un punto a favor, ya no tendría que sufrir por esas estupideces. Pensé en un momento en toda aquella gente que rondaba la calle, ¿qué pensarían al verme caer a toda velocidad a la calle?, de seguro no les agradaría, quizás hasta traumaría a más de un espectador. Seguro saldría en las noticias y seguro no perdería a oportunidad de armar un teleteatro con respecto a mi y mi trágica muerte, atosigando a Billie Joe con todo esto. Y decidí dejar de pensar, no convenía imaginar lo que pasaría con Billie si saltaba, porque me echaría atrás. Entonces tomé aire, cerré mis ojos y dejé que todo sucediera como lo había planeado minutos antes.
Salió muy largo? (?, coso, como ''recompensa'' por haber tardado tanto en subirlo ( D: ) mañana subo el último! :B y el martes el epílogo. :B (si tiene epílogo. [?])
http://gd-hispanoamerica.foroweb.org Únanse :D (?
El sueño me impide pensar y escribir un comentario mejor :_
Gracias por los comentarios y por leer♥, coso(?, espero que les guste y que no odien el final xD (si, sigo insegura con respecto a eso xD y si no les gusta, más les vale que digan la verdad [?] para tener en cuenta que gusta y que no [?] para los próximos finales y eso [?])
AIII SHIT ! noo ... se va a suicidar? noo! .__.
ResponderEliminarsi es asi no me gusta el final xD (estoy siendo sincera como querias xD) esque tienen que ser felices al final y asi cerrar con un "y fueron felices para siempre" xD buehh ya quiero que seaa mañanaa!! :S
lo siento es que me invaden los nervioss xD
pero en conclusion me gusto el capitulo!
OMFG; see vaa a mooriir; OSEA NOO'DD:
ResponderEliminarBueeno estoy de acuerdo con Pao; honestamente no me gustaria qe la nove acabe en mi muerte; seria como las historias de los hermanos Grimm(? en fiin; yaa qiieroo qe seea mañnaa& mireaaREGRESEE ._. esoo qee; en fiin el caap mee gusto, espero qe en e otro Billie rescate aa alumiiné:33
SHIT!!!!! no pueede moriir y ssi Billie la rescatara YO lo see :DDD quieero que seaa mañanaa DD: pero lo subes tempraño xD
ResponderEliminarnooooooooooo q no se suicidee...quiero q esten juntos cm se lo merecen.
ResponderEliminarmuy bueno el cap!!!
OMFG!!! Me gustaria un final fuera de lo normal :D, amé el cap y estoy ansiosa por el último :P. Y pucha que tienes lectoras xD, es que despues de When It's Time/Whatsername, esto es lo mejor que he leído de ti :D.
ResponderEliminar